¿Qué pasa con el radar de Carrasco?
Javier BONILLA
Luego de muchas polémicas, por licitaciones que
solían dilucidarse a favor de una firma española, la FAU y la Dinacia decidieron que
fuera la OACI
quien designase el nuevo radar para nuestro principal aeropuerto. El mismo
debería estar adjudicado desde hace unos 18 meses, pero la cosa está más que
complicada…
Por increíble que parezca, al aprobarse el proyecto
arquitectónico para la nueva aerostación de Carrasco, pocos advirtieron que el
futuro predio, en buena parte de vidrio y metal, ubicado en otro emplazamiento
diferente de la vieja sede, proyectaría un cono de sombra sobre las imágenes
captadas por el viejo y noble radar Thomson/Thales instalado en los “80 y
modernizado en el 2000. Ya es un tema para pellizcarse, para ver si es verdad
que todos deberemos pagar tal ineficacia estatal…
Resultado: el radar de aproximación Thomson /Thales TA-10/RSM 970, quedó casi
tuerto, faltándole 1/3 de visión. Si bien, por el modesto movimiento de
Carrasco en comparación con Buenos Aires, Sao Paulo, Río o Porto Alegre, no ha
significado graves contratiempos, esta carencia significó una clara marcha
atrás, inclusive, de cara a inversiones anteriores muy apreciables, instalando
un Centro de Control de Tránsito Aéreo provisto por la española Indra -habitual
vencedora en muchas licitaciones públicas, inclusive algunas muy discutidas, de
índole bancario- y un sistema de comunicaciones Aircon 2010, hoy 2100, como una
de sus piezas clave.
En 2005, la entonces ministra Berruti autorizó la
compra en 700.000 dólares de otro
dispositivo Indra, un RVSM, para reducir
la separación vertical necesaria entre aeronaves a niveles mucho menores que
los anteriormente reglamentarios. Su funcionamiento, durante, al menos dos años
y medio, fue poco adecuado y pleno de fallas que se trasladaban en las lecturas
de vuelos hacia al resto del sistema.
Posteriormente se hizo una mucho mejor adquisición
dentro de la oferta de Indra: los radares militares Lanza 3D, uno móvil, y otro
fijo en Santa Clara de Olimar -localidad donde hubo algunas dificultades
iniciales por falta de fibra óptica- pero, en general con funcionamiento muy
satisfactorio, permitiendo detectar vuelos ilegales, en una modalidad operativa
diferente a la de los sistemas para uso civil, como los de Carrasco, o como el
de Durazno, un Indra IRS-20, que algunas falencias ha registrado, y, cuando
ello acontece, la zona norte del país queda sin cobertura electrónica en la faz aerocomercial.
Precisamente, uno de los ítems importantes, al
adquirir este tipo de sensores, es una razonable estadística de fallas, aspecto
en el cual, existen diversas versiones indicando que los italianos
seleccionados por OACI, superarían en forma muy preocupante. Dado el secretismo
en el cual el Ministerio de Defensa se ha manejado con este tema, así como la
extrema y llamativa escasez de información existente en las paginas de la
propia organización internacional no ha sido posible confirmar otros rumores,
que aluden a la posibilidad (que no apoyamos ni negamos) de que el sistema
peninsular pudiera incluir partes de origen asiático no homologadas, por lo
cual podría demorar la aprobación final de esa adjudicación, máxime cuando
precisa certificación extranjera.
Además, el grupo proveedor, la controvertida
Finmeccanica enfrenta una serie de escándalos por corrupción y súper
facturación desde Panamá -donde vendió a 9 veces más de lo que valen- radares
costeros Lyra 50 inadecuados para mar
abierto y helicópteros que luego de 4 años no fueron entregados, hasta la India , donde colocó 12
helicópteros VIP AW 101 para el gobierno, pagando “comisiones” de decenas de
millones de dólares
Curiosamente, el holding italiano es localmente el
más beneficiado al haberse firmado un convenio de defensa gubernamental
ítalo-uruguayo en moldes muy similares al cuestionado acuerdo con Panamá, a lo
que no habría sido ajeno el ex Director de Asuntos Exteriores del MDN, el polémico embajador
Jerónimo Cardozo, recientmente apartado de la cartera.
En el caso uruguayo, aunque, por el aludido secretismo no se conocen mayores
detalles de la compra, se sabe que Finmeccanica no fue la opción más barata,
superando inclusive a Indra y a la francesa Thales, que ofrecía una nueva y
exhaustiva actualización garantizada por 20 años más, de sus radar actual, re
ubicándolo para compatibilizarlo con el aeropuerto actual por la mitad de los
iniciales 6 millones de euros adjudicados por el ex ministro Bayardi para la
operación. Hoy ,sumándole protocolos de interoperatividad, entrenamiento y
simuladores, la cifra ya se ha incrementado en unos 3 millones más,
aproximadamente.
Por su parte, la firma checa T-CZ, que no se
presentó porque, según voceros locales “siempre hay o poca información o poco
tiempo, incluso en las últimas licitaciones de balizamiento de pistas”, dice
que al menos igualaría la oferta francesa con sus radares R-71S. Otros
fabricantes pedirían la palabra…
Además, tanto en Argentina, con los radares Invap,
como en Brasil, con propuestas locales de Orbisat e IACIT,o la instalación
local de Thales se comienza a desarrollar esta industria, que tarde o temprano
pedirá acceder a los países vecinos.
Mientras tanto, Carrasco sigue tuerto…
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