El Gobierno del Presidente José
Mujica enfatiza en su trabajo en materia de seguridad pública y reitera que a
través de su ministro del Interior, está haciendo todo lo posible para reducir
los índices de criminalidad que suceden todos los días.
Pero lo cierto es que no puede con
la realidad. Y menos aún puede con la ineficacia de su ministro Eduardo Bonomi,
quien aunque trae de Estados Unidos de Norteamérica a asesores en seguridad
ciudadana, no logra destrabar la caída de la sensación térmica de una población
que no visualiza no solucionada la crisis por la inseguridad, sino al menos que
se está haciendo lo adecuado dentro de lo posible.
O lo adecuado es insuficiente o lo
posible ha sido poco a los ojos de la población.
Pero para que la crítica no sea un
fundamento sin sentido, observemos algunos datos de la realidad cotidiana que
viven los uruguayos a lo largo y ancho de la ciudad capital del país,
Montevideo.
En el primer semestre se denunciaron
35 rapiñas por día en Montevideo; una cada 40 minutos. Los que más las
padecieron fueron los vecinos de Maroñas y Jardines del Hipódromo: 5 rapiñas
por día. En Punta Carretas fue donde hubo más aumento.
Si bien las rapiñas se redujeron de
38 por día, en el trimestre febrero-abril, a 31diarias entre mayo y julio, las
mismas siguen pegando fuerte, sobre todo en los barrios más pobres de la
capital. Jardines del Hipódromo, Flor de Maroñas e Ituzaingó lideran, con
ventaja, la tabla de barrios montevideanos con el mayor registro de rapiñas
entre febrero y julio de este año.
Le siguen los barrios Cerro y Cerro
Norte (comisaría 24), Unión y Malvin Norte (comisaría 15), La Teja, Belvedere,
Paso de la Arena y Nuevo París.
Tales datos se desprenden del
estudio comparativo realizado por la División de Estadísticas y Análisis
Estratégico del Ministerio del Interior, relativos al comportamiento de las
rapiñas en los trimestres febrero-abril y mayo-julio de 2012, según las
denuncias en cada una de las 24 comisarías.
Después de Maroñas, Jardines del
Hipódromo e Ituzaingó, que tienen un promedio de 116 rapiñas al mes (siempre
tomando en cuenta el período de febrero a julio de este año) le siguen las
zonas del Cerro y Cerro Norte con 106 rapiñas al mes (más de tres rapiñas por
día).
En la zona de la Unión y Malvin
Norte el número fue de 74 rapiñas mensuales (más de dos por día) al igual que
en los barrios La Teja, Belvedere, Paso de la Arena y Nuevo París.
Con estos datos se desprende que los
barrios más carenciados son los que más rapiñas sufren en la capital. Así y
todo registraron una disminución en el trimestre mayo-julio, con respecto al
trimestre anterior.
Por ejemplo, en los barrios Maroñas,
Jardines del Hipódromo e Ituzaingó (jurisdicción de la comisaría 16) entre febrero
y abril se registraron 398 rapiñas. Esta cifra descendió a 298 (un 25% menos)
entre mayo y julio.
Algo similar sucedió en La Teja,
Belvedere, Paso de la Arena y Nuevo París; la rapiña bajó un 16%, pasando de
245 en el trimestre de febrero-abril a 207 en mayo-julio. En el Cerro bajó un
23%, pasando de 358 en el primer trimestre estudiado a 276 en el segundo
trimestre.
Sin embargo, el descenso más
pronunciado se verificó en dos de los barrios más complicados de la capital; el
Borro y Casavalle, en jurisdicción de la comisaría 17. Allí la cantidad de
rapiñas bajó casi a la mitad, pasando de 266 en febrero-abril a 138 entre
mayo-julio.
Mientras tanto, en Punta Carretas la
rapiña creció un 23% entre el primer y segundo trimestre estudiados, saltando
de 100 a 123 denuncias, apenas 15 menos que en la zona del Borro y Casavalle.
También hubo incrementos, aunque en menor proporción, en Tres Cruces, Villa
Muñoz y Retiro (comisaría 4), Centro, Barrio Sur, Palermo y Cordón Norte
(comisarías 2 y 3).
La excepción en esta zona céntrica
la marcó la comisaría 1, de la Ciudad Vieja, donde el delito estudiado bajó un
26%, de 66 entre febrero-abril a 49 entre mayo-julio.
Si bien fuentes policiales han
afirmado en el último tiempo que ya no existen zonas a salvo de la delincuencia
y que el fenómeno afecta a todos los barrios, según se desprende de estos datos
del Ministerio del Interior, hay una comisaría de Montevideo que presenta un
nivel mínimo de rapiñas: la comisaría 20, que comprende la zona de Santiago
Vázquez.
Allí se registraron apenas 13 robos
bajo esta modalidad entre febrero y julio de 2012, lo mismo que registra
Maroñas en solo tres días. Equivale a un promedio de una rapiña cada dos días.
Lezica y Melilla le siguen como otra de las zonas con menos rapiñas: 37 en el
primer trimestre febrero-abril y 26 en el segundo trimestre de mayo-julio.
Más al centro, los barrios Bella
Vista y Prado (en la jurisdicción de la comisaría 7) le siguen en el ranking de
los menos rapiñados. En este caso, incluso, se registró un descenso
considerable en la cantidad de robos bajo esta modalidad.
Mientras entre febrero y abril hubo
101 rapiñas en esta zona, de mayo a julio bajó hasta 58 rapiñas, un 43% menos,
lo que demostró en este caso un trabajo a nivel de comisaría de barrio para
corregir dicha inseguridad en la zona.
En los barrios Punta Gorda, Carrasco
y Carrasco Norte, cuya jurisdicción pertenece a la comisaría 14, la cantidad de
rapiñas no bajó de las 100 en los dos trimestres a estudio: de febrero a abril
hubo 130 rapiñas en la zona, mientras de mayo a julio bajó solo a 111 rapiñas.
Esta es una realidad de hecho: los
números no opinan, son solo un reflejo de lo que sucede.
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