La herencia maldita III




La Senadora Topolansky, afirmó a propósito de la educación, que ella era partidaria de eliminar el CODICEN, sosteniendo que esa creación era originaria del gobierno del Dr. Sanguinetti y que por tanto el gobierno del Dr. Sanguinetti de 1986 era el culpable de todo.
La Senadora Topolansky le llegó el alemán. Se olvidó de que votó la ley de reforma de la educación promovida por el Dr. Vázquez, su Presidente. Se olvidó que esa ley no sólo mantuvo los institutos sino que los modificó incorporándole delegados electos por los profesores, haciendo mucho más centralizado y burocrático el proceso. Se olvidó que el Frente Amplio ni el Sr. Presidente – su esposo- con quien suponemos que conversará todos los días, jamás propuso modificar el CODICEN, ni menos derogarlo. Se olvidó de leer las estadísticas oficiales que muestran el estado calamitoso de los niveles de enseñanza Primaria. Se olvidó de que el Sr. Presidente de la República acaba de decir que en materia educativa no se puede cambiar nada.
La invasión del alemán es total. Ha de ser un asunto genético, por el origen familiar. El olvido ha invadido su psiquis a tal grado que todos los días hace uso de ese recurso para olvidarse entre otras cosas de que existe la Constitución y la Ley y que eso es lo que le ha permitido, por el respeto que de ella hemos tenido los liberales, que esté sentada en el Senado, siendo que su pensamiento más profundo es el de su reciente referencia a que era necesario tener como adictos al Frente Amplio a la tercera parte de los Oficiales del Ejército, único camino para asegurar la permanencia indefinida en el gobierno.
El tema de la enseñanza sigue siendo prioritario. Anoche la Senadora Topolansky dijo que le daba vergüenza haber sido educada en la enseñanza privada. Dado el nivel actual de la enseñanza pública nos quiere a todos ignorantes, para hacernos a todos esclavos.
Conocimiento es libertad. Ignorancia es esclavitud.

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