Que nada ni nadie pueda comprar o adueñarse de la
Libertad de Conciencia
El pasado 7 de julio de 2012 se celebró el Primer
Congreso del Libre Pensamiento de Uruguay aprobó y difundió el documento
fundacional recogiendo el legado del pensamiento libertario, republicano y
laico del prócer José Artigas. En el mismo manifiestan:
1-“Desde que la Humanidad es, nació libre y se ha
hecho a sí misma saliendo de la prehistoria en una larga lucha. Y así
gradualmente fue entendiendo que los derechos de la Humanidad son “verdades
evidentes por sí mismas’”, que existen porque la Humanidad existe. Y entre los
primeros de estos derechos, está el derecho a pensar libremente, el derecho a
la libertad de conciencia. Esta libertad de conciencia es la libertad para
explorar y examinarse a sí misma, partiendo de su falibilidad e imperfección y
apoyada en el uso de la Razón del Ser Humano.
2- El Librepensamiento es ante todo, un proceso de
pensamiento crítico a partir del cual un individuo conquista una cuota de
libertad. El librepensamiento es la garantía, de una búsqueda constante de la
verdad; o, lo que es lo mismo, de una lucha constante contra las diversas
manifestaciones de la ignorancia, sea ésta individual y/o social. Por este
motivo, el Librepensador se caracteriza por ser un buscador de la verdad, y
rechaza toda autoridad que se oponga a la Razón. Si el pensamiento ha incidido
en la cultura y esta a su vez es factor determinante para la evolución de la
Civilización en el Planeta, si el pensamiento ha promovido en la escalada
intelectual, a la ciencia, las artes y todo tipo de tecnologías, ha sido porque
hombres y mujeres han utilizado el cerebro en todas sus capacidades
cognoscitivas y con sus dos hemisferios en plenitud de funciones.
3 - La evolución no se detiene y de la misma forma
jamás deben detenerse los interrogantes que se formule la Humanidad, porque es
a través de ellos que se amplía la libertad del saber, se incrementan las
posibilidades de evolucionar como Humanidad, adecuándonos al avance de la vida.
4- La libertad de conciencia está ligada a la
emancipación personal: es decir, todo individuo es libre para elegir su opción
espiritual (religiosa o no) que más desee o convenga, y nadie puede ser
obligado a tener creencias determinadas.
5- Es imprescindible la igualdad de todos los
ciudadanos: es decir, sin distinción de origen, sexo o convicción espiritual.
Las instituciones públicas no son prescindentes: no pueden privilegiar (ni
deben permitirlo) ninguna opción espiritual sobre otra y deben asegurar la
libertad de pensamiento. Las opciones confesionales o no confesionales
corresponden exclusivamente a la esfera privada de las personas.
6- El interés general debe ser la única razón de
existencia de la organización de cualquier sociedad: así, la laicidad consiste
en liberar al espacio público de toda influencia ejercida en nombre de una
religión o de una ideología particular. Desde esta perspectiva, el espacio
laico no es pluri-confesional, sino auténticamente aconfesional. De este modo,
todos los seres humanos pueden reconocerse y encontrarse en él. El laicismo
defiende una serie de valores fuertemente anclados en un humanismo universal.
El laicismo es una actitud activa y pro-activa a favor de esos valores.
7- Debemos estar alertas ante la aparición de fuerzas
oscurantistas, que pretenden hacer retroceder las conquistas librepensadoras,
republicanas y laicas, materializadas en la separación del Estado de las
Iglesias, en la Educación Pública – laica, gratuita y obligatoria –, en la
vigencia del matrimonio civil, etc. y que se oponen a la despenalización del
aborto, al matrimonio entre parejas del mismo sexo, etc. Son las mismas fuerzas
que en el pasado cada vez que la Humanidad libre avanzó y afirmó sus derechos,
condenó a Sócrates, Abelardo, Galileo, Giordano Bruno, Franciso Ferrer i
Guardia y tantos otros: la lucha entre el dogma y la Libertad de Conciencia es
larga e incesante.
8- Desde aquí queremos hacer notar el retroceso de
algunos aspectos que consideramos indivisibles de la naturaleza republicana y
laica del Estado uruguayo. En particular advertimos una estrategia
re-evangelizadora: Después de casi un siglo de prudente silencio, la Iglesia
Católica, incluso aliada con otras iglesias cristianas fundamentalistas,
comenzó una contraofensiva sobre aspectos claves de la modernidad social. Las
carencias de la educación pública agravadas por la desidia gubernamental y la
falta de presupuestos acordes, más un corporativismo sindical que olvidó la
necesidad de unir las luchas reivindicativas con la vocación y la calidad de la
enseñanza, fueron aprovechadas por los sectores mercantilistas, pero sobre todo
confesionales, para desarrollar una enseñanza primaria, secundaria y
universitaria privadas, las cuales, también hay que decirlo, pese a la
presiones institucionales aun no reciben abiertamente subvenciones públicas.
9- En nuestro país el aborto es penalizado desde hace
más de 70 años: lo que provoca enormes perjuicios sanitarios a la población
femenina de menos recursos. Históricamente la Iglesia Católica se ha opuesto a
los intentos de despenalizar el aborto y legalizar la interrupción voluntaria
del embarazo por parte de la mujer. Actualmente hay un proyecto de ley aprobado
en el Senado de la República, que espera su aprobación por la Cámara de
Diputados. Las presiones desplegadas sobre los legisladores han llegado incluso
a amenazarlos públicamente con la excomunión.
10- El impulso
de un proyecto de ley llamado de “Libertad religiosa”, que intenta legalizar un
“derecho de objeción de conciencia” no solo para las personas individuales,
sino también para las instituciones, en particular aquellas instituciones
privadas de salud creadas al amparo de las instituciones religiosas, con el
objeto de no aplicar las políticas obligatorias de salud sexual y reproductiva
vigentes en nuestro país, que actúan para la planificación familiar, la
contracepción y asesoramiento en caso de embarazos no deseados.
11- La presentación del Proyecto de Ley de
reconocimiento civil del matrimonio religioso, que intenta, por esa vía,
eliminar la obligatoriedad del casamiento civil en el seno de la República.
Este Proyecto se justifica en “la necesidad de garantizar y profundizar la
libertad de conciencia y de religión”. De tener éxito esta iniciativa,
significaría dar marcha atrás en una de las principales conquistas que marcaron
la separación de la Iglesia y el Estado.
12 - Manifestamos nuestro compromiso de actuar por el
crecimiento de los individuos en todos los planos, combatir la intolerancia, la
opresión física, espiritual, social, cultural, económica y ambiental, sin
admitir fragmentaciones fundamentalistas de ningún tipo.
13 -
Manifestamos que nada ni nadie pueda jamás comprar o adueñarse de la
Libertad de Conciencia de los individuos.
14 - En la modernidad que vivimos parecería que la
Libertad pasa por la capacidad de esclavizar a los demás: ello no es admisible
ni tolerable. Para nosotros la Libertad pasa por tener la responsabilidad de
cada uno de no ser esclavo ni de esclavizar a otros.
15 - Nuestro compromiso militante laicista en defensa
de la Laicidad cómo garantía del espacio público que es de todos los ciudadanos
y no de una fracción política, ni de una religión ni de una filosofía y muy
especialmente en la Educación, pilar fundamental de la construcción de la
República.
16- Hacemos un llamado a todos los ciudadanos y
ciudadanas, especialmente aquellos y aquellas identificados con los valores del
librepensamiento a evitar el retroceso sobre lo ya conquistado. Ello implica
generar una cultura de resistencia al “no pasa nada” y a defender la aplicación
íntegra de la Constitución y las Leyes, que no es más que el ordenamiento
jurídico del contrato social. Cada uno debe optar, y ocupar su lugar en este
singular combate. Por último el Congreso fue cerrado con el discurso de
clausura pronunciado por el Licenciado Elbio Laxalte Terra, miembro del Consejo
Internacional de la Asociación Internacional del Librepensamiento, en el cuál
se abordó el desafío de trabajar para perfeccionar al ser humano y para
construir una sociedad humana cómo los dos grandes ejes de la acción del
movimiento librepensador y laicista a escala planetaria y en particular en
nuestro país.”-
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