Fractura




Existen reservas de gas en muchos lugares (en Uruguay también).
Ese gas , en algunos casos, se encuentra naturalmente almacenado dentro de formaciones geológicas llamadas “Esquistos”.
Hace unos treinta años se hizo factible desde el punto de vista técnico y económico explotar los esquistos.
La explotación de ese gas, ubicado dentro de las formaciones rocosas, fue posible a través de un sistema que se llama “fracking” (nombre inglés de la “fractura hidráulica”).
Para obtener ese gas hay que fracturar la roca. El problema es que esta roca se encuentra varios kilómetros bajo tierra. Por eso con la técnica del fracking se perfora y se realiza un pozo vertical hasta llegar a la profundidad deseada. Luego se taladra horizontalmente. Finalmente se inyecta agua con arena y productos químicos de alta presión y se fractura la roca.
El gas que se obtiene, con parte del líquido que se inyecta, sube a la superficie. Pero entre un 20 y un 85% de lo que se inyecta queda bajo tierra.
Este proceso de explotación se encuentra bajo investigación en países como Estados Unidos, Reino Unido, varios integrantes de la Unión Europea, Australia y Sudáfrica.
Esas investigaciones comenzaron cuando se empezaron a revelar preocupaciones ambientales muy válidas que pasan por contaminación derivada de la permanencia de los líquidos inyectados bajo tierra, posibilidad de actividad sísmica, el uso del agua y muchas dudas más.
Ello ha llevado a países como Francia, Australia, Irlanda o Bulgaria a prohibir esta actividad o establecer moratorias.
Las moratorias son prohibiciones por un determinado lapso de tiempo. Ese tiempo se prohibición es destinado a investigar las verdaderas consecuencias de la actividad.
Recientemente el Estado de Vermont, en los Estados Unidos, ha establecido la prohibición del fracking. En ese país una mujer abrió la canilla del agua de su casa y de los grifos en lugar de agua salía una sustancia que al acercarse una llama prendía fuego.
En el Reino Unido el British Geological Survey detectó un sismo de 1,5 grados en la escala de Richter, en Blackpool, cerca de una explotación de gas de esquistos. Esto hizo que se suspendiera la actividad por parte de las autoridades.
Las compañías que realizaban la explotación mediante el fracking en los países que hoy establecen moratorias empezaron a mirar a aquellos que no poseen legislación sobre el tema.
Uruguay es uno de ellos.
Es necesario entonces contar con una ley en nuestro país que haga lo mismo que están haciendo el Reino Unido, Francia, Australia, Irlanda, Canadá, Estados Unidos.
Debe establecerse una prohibición de esta actividad hasta tanto tener evidencia científica de sus consecuencias. De lo contrario si se piden hoy permisos y se otorgan luego no podrán revocarse sin generar responsabilidad del Estado.
Por eso con el equipo de asesores con el que trabajamos presentamos en el Parlamento Nacional un proyecto de ley sobre el tema http://www.vamosuruguay.com.uy/blogs/38/posts/3636).
En el mismo se establece una moratoria de cinco años. También se crea una Comisión Técnica en el Ministerio de Industria para que estudie y analice el tema.
Se permite que se haga prospección pero no que se conceda la explotación hasta tanto se tengan las certezas de las consecuencias de esta actividad que muchos están prohibiendo.
No sea cosa que el fracking lo suframos mañana nosotros.

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