DÉJÀ VU

Las libertades son un valor fundamental para nuestra concepción ideológica. La defensa de las mismas han sido un principio central de la vida del Partido Colorado desde su fundación, enriquecido por el pensamiento y la acción de Battle y Ordóñez y los batllistas del ultimo siglo.

Esta militancia no debe acabarse una vez obtenida la libertad, ésta no está asegurada para siempre. La historia de nuestro país da cuenta en reiteradas oportunidades como la vigencia del estado de derecho, la democracia y las libertades individuales y colectivas llegan a ser frágiles.

Por ello insistimos en denunciar que con el actual gobierno del Frente Amplio, no podemos decir que hay perdidas de libertades en el país , mucho menos que es un gobierno dictatorial como lo afirmó algún sector de otro partido político, pero hay señales que no nos gustan y que indudablemente no son saludables para la democracia uruguaya.

Haber inventado una ley, aprovechando una mayoría parlamentaria que es siempre circunstancial, la que inconstitucionalmente eliminó con retroactividad los efectos de otra, la ley de caducidad, es un atropello, un quiebre institucional y lo peor fue desconocer la decisión de dos pronunciamientos populares que la ratificaron.

Control total sobre las inversiones

La concentración de poder en la Presidencia de la República, creando oficinas, programas y direcciones sin control parlamentario tiene un nuevo capítulo importante en la actual rendición de cuentas con la creación del SNIP (Sistema Nacional de Inversión Pública) dependiente de OPP, la que controlará todas las inversiones publicas del país, incluidas las de los gobiernos departamentales, lo que es violatorio del principio constitucional de autonomías departamentales.

Tal es la situación que por unanimidad, el Congreso de Intendentes decidió enviar un memorándum a Mujica y a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, criticando la decisión del gobierno de dar más potestades a dicho organismo en detrimento de la autonomía municipal en materia de inversiones, aunque las mismas se realicen con recursos propios de las comunas.

Según los artículos correspondientes de la Rendición de Cuentas se crea el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), con "el objeto de ordenar y orientar el proceso de inversión pública en el país, a fin de optimizar la asignación de recursos públicos con ajuste a las políticas sectoriales diseñadas por el Poder Ejecutivo".

Bajo la supervisión del SNIP se encontrarán los organismos comprendidos en el Presupuesto Nacional; los entes autónomos y servicios descentralizados; los gobiernos departamentales; las personas de derecho público no estatales; las sociedades de economías mixtas y las entidades privadas de propiedad estatal.

Es decir el control total de la inversión desde la Presidencia, súper poderes a la OPP. Nada bueno para la vida republicana del país basado en un equilibrio respetuoso de las autonomías y de los Poderes independientes del estado.

"Lo político está por encima de lo jurídico"

Por último y no menos importante, están las declaraciones y algunas actitudes del presidente Mujica y de conspicuos dirigentes del MPP y del gobierno. La posición del Presidente en Mendoza, Argentina, con respecto a la suspensión de Paraguay e ingreso de Venezuela al Mercosur, modificando lo decidido antes de partir según lo aconsejado por los servicios de Cancillería, llevó al conocido y lamentable pronunciamiento de Mujica de que " lo político supera a lo jurídico". Es una afirmación muy grave proviniendo del presidente de un país democrático, tan grave como el concepto expresado por la primera senadora, tercera en la sucesión presidencial, de querer fuerzas armadas "fieles al proyecto político del Frente Amplio".

Y el peligro es además, que ese "principio" de lo político sobre lo jurídico,  parece asumirse por parte de algunas corporaciones, o por lo menos por ciudadanos integrantes de algunas de ellas, con la tolerancia de las autoridades.

Paylana, un remate que no fue

Y empiezan a observarse actitudes anti tolerantes, por no decir "patoteras", ya que el fin justifica los medios. La semana pasada en ocasión del remate judicial de la fabrica textil Paylana de Paysandú, evento presidido por una jueza, miembros de una cooperativa de ex empleados de la firma, impidieron por la fuerza que ingresaran inversores interesados en hacer ofertas en la puja. No hubo un adjudicatario por mejor oferta, sino que fue subastado por el "único oferente", el Banco de la República, por dos millones seiscientos cincuenta mil dólares.

Esto era lo buscado por los miembros de esa corporación gremial, pues ahora esperan que el gobierno, a través del BROU y con el dinero de todos los uruguayos, les aprueben un préstamo, de acuerdo a la legislación vigente, para autogestionarse.

Está identificado por lo menos un inversor que sufrió el ataque patoteril, según el periódico La Diaria se llama Andrés Rajchman, el que además llamó a la policía, la que se hizo presente en el lugar pero solo para decirle que "por orden de un sub comisario" de la seccional primera de Montevideo, no podía entrar por "los derechos sindicales".

¿Sabe de esto el Ministro del Interior? ¿Qué ha hecho al respecto? El Banco de la República ¿ Ha recurrido a la justicia por no haber obtenido mejores ofertas por las condiciones en que se substanció la subasta? ¿ Está dispuesto el BROU, ahora que en lugar de cobrar su dinero tuvo que quedarse con un bien, a entregarlo a quienes por la fuerza impidieron su venta?

Finalmente se nos ocurre una gran interrogante, ¿Hacia dónde va el país, en materia de derechos institucionales?

La convivencia pacífica de los ciudadanos y la vigencia de una democracia vigorosa, con el goce de todas las libertades, dependen de la aplicación y la defensa del derecho, de lo que es único  responsable el gobierno. Si éste confunde autoritarismo con autoridad y tolera los excesos cometidos por personas o corporaciones, por mas justificados objetivos que crea que tienen, inevitablemente iremos "resbalando" hacia una "república bananera" de corte populista, con pérdida inevitable de libertades, alejándonos de nuestra orgullosa posición histórica, tan diferente a la de tantos países de la región.

Ya lo vimos