Ayer
domingo 15 - día del padre- miraba al ministro Lorenzo en un compacto
informativo semanal, ya ni me acuerdo en qué canal.
Me
hizo acordar a la oportunidad en que el jerarca anunció con bombos y platillos
que Uruguay había ahorrado una ponchada de dólares del presupuesto.
Lo
que no dijo Lorenzo en ese momento, fue que en realidad, se había previsto un
gasto inflacionario de 10 (por dar una cifra) pero en realidad nos habíamos
endeudado por 8. En buen romance “la
noticia” fue que nos habíamos endeudado menos de lo previsto.
Para
empezar Lorenzo suele hablarle a los cien o ciento cincuenta economistas que lo
pueden estar mirando, porque no se le entiende un pomo de lo que habla
(obviamente lo hace a propósito, como lo narraba antes) confunde, intenta
maquillar, tergiversa, etc.
Lo
de ayer fue algo parecido, estuvo 3 o 4 minutos explicando cómo el porcentaje
de los que gana más bajó y el porcentaje de los que ganan menos creció, dando
una serie de argumentos y cifras propias de un galimatías económico.
Lo
que mi modesta mente entendió (si es que entendí bien) fue que el modelo de
emparejar para abajo, funcionó a la perfección.
Esta
noticia, que divulgó Lorenzo, con alegría y orgullo, puede ser peligrosa si la
política del “Pepito”, sigue siendo la de enorgullecerse por quitarle a los
“ricos empresarios” para darle a los “pobres”.
Cuidado
con hacer todos los deberes “socialistas”, sin estar atentos al equilibrio, que
siempre primó en nuestro querido Uruguay, al menos desde la época del Uruguay
moderno, de Don José Batlle y Ordoñez, quien justamente equilibró muchas
balanzas en sus dos gobiernos.
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