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Elberse de astori pere les estupidez
urugueyes
El Estado uruguayo le pagó a Paul
Elberse un millón de dólares por “hacerle gancho” con Matías Campiani
La verdad es que en estos días el
tema PLUNA me tiene cansado (por no decir podrido), pero me ha llegado hoy una
información, que si bien no es secreta, es bueno recordarla y que tiene que ver
con un personaje holandés llamado PbeaulElberse y de cómo Matías Campiani llegó
a la ex –Pluna.
Según se ha sabido por boca de
algunos dirigentes del propio Frente Amplio (el senador comunista Eduardo
Lorier por ejemplo) el gobierno del presidente Tabaré Vázquez a través de
Astori, que entonces era ministro de Economía, recurrió al broker Paul Elberse,
uno de los responsables de la compañía Ficus Capital, para que
"encontrara" un inversor interesado en la compañía aérea uruguaya.
En forma inmediata este banquero holandés
Elberse quien trajo a Matías Campiani a Uruguay, un hombre de magros
antecedentes empresariales (que incluyen un triste pasaje por Uruguay) y muy
lejos del negocio de los aviones.
En ese momento el gobierno del presidente Vázquez, el entonces ministro
de Economía Astori y el de Transporte, Víctor Rossi, aceptaron alegremente la
propuesta de Elberse, abrazándolo y recibiendo a Matías Campiani con champagne
y canastitas de caviar.
Sin licitación, sin preguntas, sin un
solo dato de Campiani y sus allegados.
Según se dijo, en ese momento el
señor Paul Elberse le cobró al Estado uruguayo por presentar a Campiani un
millón de dólares, pero ahora hay que perdonar a Astori porque “se equivocó”
según escribió en el portal uy.press.
¿Cómo fue posible que Astori
seleccionara a Elberse para esa tarea? ¿Cómo fue posible que el presidente
Tabaré Vázquez lo aceptara? ¿Es que acaso sufrieron una poderosa amnesia que
les hizo olvidar los antecedentes de este banquero nacido en Holada y engordado
en Uruguay? Esa es una de las grandes preguntas que nadie del Frente Amplio ha
logrado responder hasta el momento.
Sueldo presidencial
El joven "empresario"
holandés Paul Elberse apareció en la escena uruguaya de la nada en 2002, como
vicepresidente y gerente general del entonces Nuevo Banco Comercial, propiedad
del estado uruguayo, designado por el entonces ministro de Economía Alejandro
Atchugarry, quien dijo en julio del mismo año en el Parlamento uruguayo que el
sueldo que percibiría Elberse sería de 20 mil dólares, con premios para él y
Gustavo Licandro (presidente del NBC) vinculados al “éxito de su gestión”. Lo
más patético del caso es que quedaba habilitado para auto adjudicarse los
premios a sí mismo.
Meses después y en plena crisis
uruguaya, corralitos financieros y miles de trabajadores despedidos o en seguro
de paro, que el holandés más inteligente de todos, Elberse estaba cobrando 35
mil dólares mensuales.
Con la crisis golpeando fuerte en
Uruguay, el banquero tuvo un poco de pudor y pidió por carta al gobierno de Batlle
que no divulgara su salario oficial, pero el ministro frenteamplista del
Tribunal del Cuentas Ariel Álvarez, informó que entre abril y julio de 2003 el
banquero había cobrado más todavía: 180.000 dólares (45.000 dólares por mes, en
promedio) .
Rossi enojadísimo con Elberse
Uno de los que más puso el grito en
el cielo en ese momento contra Elberse y sus 45 mil dólares mensuales en medio
de la crisis, fue el entonces diputado Víctor Rossi quien denunció en el
Parlamento ante el ministro de economía Isaac Alfie, que los haberes de Elberse
eran “excesivos e inconvenientes”.
Las denuncias, los ataques de la
oposición, la gente suicidándose con su plata en las Islas Caimán y la reacción
de Alfie solicitándole al magnífico broker holandés la renuncia, ni mella le
hicieron al hombre de los tulipanes que se mantuvo pegado en su carguito con
siliconas esperando el despido leyendo el diario y tomando café.
Y vino el despido. Alfie no tuvo más
remedio que mandarlo de nuevo a Holanda a cosechar tulipanes, una medida
aplaudida por Rossi considerando que Alfie estaba “en el camino correcto”.
Como estaba previsto y sin importarle
un pepino la crisis uruguaya ni los miles de trabajadores que quedaban en la
calle, el señor Elberse reclamó que se le pagarán 3.5 millones de dólares, por
concepto de haberlo despedido antes del año.
En 2004, con los votos favorables de
Arturo Caumont e Ignacio de Posadas y el voto negativo de Julián Moreno
(Tribunal creado a esos efectos) Elberse se fue con 1,2 millones de dólares de
indemnización por despido.
El interés nacional de Astori
Ya en nuestros días, el
vicepresidente Danilo Astori, justificó en su carta haberse equivocado con el
tema Pluna “buscando una salida pensando en el interés nacional”.
¿O sea salvar a la patria con una
persona como Paul Elberse a quien el Estado uruguayo le volvió a pagar casi un
millón de dólares por llevar a Campiani desde el aeropuerto hasta el edificio
de Pluna y presentarlo?
Realmente estoy considerando que los
3 millones de uruguayos, salvo Astori y Rossi somos todos estúpidos.
Rossi antes diputado querellante
contra Elberse y ahora a los abrazos con el banquero “salvador de Pluna”.
Insólito parece aquélla película de Abbot y Costello “Quien está en primera
base, Cual esta en segunda base, Como está en tercera base…”
Alguien deberá explicar a los
uruguayos tanta estupidez junta, tan chaplinezco comportamiento, y cómo con el
pedigreé de Paul Elberse y su tristemente célebre pasaje por nuestro devastado
Uruguay en 2002, ahora se le pagó un millón de dólares por presentar a quien se
encargó de fundir a Pluna.
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