Mientras inicia un plan de reducción de escalas,
flota y personal, socios privados de Pluna compensan a un líder sindical cesado
por fraude
En medio de una crisis profunda que, entre otros
motivos, estalló por millones de dólares en combustible no pagados a la estatal
Ancap y por la proximidad en vencimientos de préstamos y cuotas por algunas
aeronaves CRJ, entre otros problemas administrativos generados por los
accionistas particulares mayoritarios de Pluna, separado su líder sindical, al
igual que cinco meses atrás otra gremialista, por fraude y a punto de
presentarse denuncias penales contra él, sorpresivamente, se ha resuelto
compensarlo para que mantuviera silencio sobre las graves internas de la
empresa y un bajo perfil.
Esto, apesar de las denuncias del senador Carlos
Moreira sobre la existencia de voluminosos honorarios legales, cercanos al
millón de dólares, en costosos estudios jurídicos, una vez más, molestó al
directorio estatal, que no aportó un peso para lo que se juzga desde el
exterior de la empresa como un virtual
soborno y a la oposición, que podría elaborar un dossier con el tema
proximamente, incluso cuestionando la negligencia gerencial en advertir la fuga
de dinero ocasionada por este y otros funcionarios, cercana al medio millón de
dólares.
El ex líder sindical, Fernando Alberti, originó-al
menos en las investigaciones vigentes hasta el momento- más de 200.000 dólares
de pérdida a la aerolínea, otorgando bonificaciones no autorizadas en pasajes a
empresas y agencias de viajes de su amistad (no necesariamente clientes
destacados de la firma), percibiendo importantes comisiones por ello.
El sindicato de funcionarios de Pluna, en el cual
hace más de una década no se procesan disputas electorales, ha sido tan
mediático como problemático, involucrado más de una vez en problemas
policiales. A fines de los "80, los daños y hurtos a cargas por parte de
una de sus ramas-neutralizados mediante el pago,por parte de operadores aduaneros
,de sobornos- dieron pie a que precipitadamente, el gobierno de la época
privatizase el sector en Montevideo, generando importantes pérdidas
posteriores.
En los 90, además de haber amenazado a los medios
que publicaron la posible oferta por parte de un grupo de pilotos de Varig, de
avales bancarios a la dirigente sindical Elina Rodriguez, para pujar frente al
entorno de esta linea brasileña por el 50 % de Pluna, entonces a la venta,
algunos cronistas que comenzaron a investigar posibles trasiegos de fauna en extinción
por parte de funcionarios del ente, también fueron presionados telefonicamente.
En 1992, esta asociación gremial, entonces de extrema izquierda, llegó a
plebiscitar la no estatización de Pluna, obteniendo menos del 5% de apoyo.
En 2005, cuando accedió la izquierda al poder y la
gremialista Elina Rodriguez ocupó, junto a un directorio afín, la gerencia
general de la empresa, se produjeron pérdidas multimillonarias debido a
problemas de gestión evitables.Pocos años después, otros dos dirigentes sindicales
fueron desplazados por temás relativos a narcotráfico, procesados y condenados,
en un operativo asesorado por la
DEA , asumiendo el hoy apartado Aliberti, los puestos
dirigentes.
Se desconoce si la otra funcionaria separada a
fines de 2011 de su cargo, también fue recompensada por su
"discreción".
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