El Día Mundial del Medio Ambiente es el vehículo a través
del cual las Naciones Unidas buscan estimular la conciencia de la sociedad
sobre la imperiosa necesidad de preservar el medio ambiente a nivel mundial,
además de promover la atención y acción política.
El Día Mundial del Medio Ambiente ha sido establecido por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en 1972, con motivo de la apertura de la Conferencia de
Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano, a la vez que otra resolución adoptada
por la mencionada Asamblea el mismo día llevó a la creación del Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Por medio de esta celebración se
pretende, en un sentido amplio, dar una cara humana a los temas ambientales tarea bien difícil , motivar a las personas a
convertirse en agentes de desarrollo sustentable y equitativo, así como
promover el convencimiento de que las comunidades son fundamentales para el
cambio de actitud en los temas ambientales, de forma que se garantice a todos
los pueblos y las naciones disfrutar de un futuro más próspero y seguro.
El cambio climático se está convirtiendo en una cuestión
de definición en nuestros tiempos y por eso el Programa de Naciones Unidas para
el Medio Ambiente pide a los países, a las empresas y a las comunidades que se
concentren en buscar el modo de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero.
Las sequías extremas y las inundaciones, los niveles del
mar en elevación, el derretimiento de los glaciares, la degradación de los
diferentes ecosistemas, la pérdida de diversidad biológica y otras
repercusiones del cambio climático plantean el potencial de problemas que
tenemos a escala mundial, que requieren que todos los habitantes del planeta
colaboremos para conseguir soluciones.
Todos los países del mundo están reconociendo sus
funciones a efectos de encontrar vías creativas para hacer frente a estos retos
sin precedentes.
En cada oportunidad, el Día Mundial del Medio Ambiente nos
muestra la importancia crítica de proteger nuestro medio ambiente y nos
proporciona la oportunidad de aprender de la experiencia adquirida por otros.
Nuestra esperanza para el Día Mundial del Medio Ambiente
es que motivemos a los gobiernos, al mundo empresarial y a las comunidades de
todo el mundo a que emprendan las medidas necesarias para lograr mejoras
duraderas y para que quede asegurada la capacidad del planeta de sostener a las
generaciones futuras.
El cambio climático es el mayor desafío ambiental que
enfrenta la humanidad; el planeta da múltiples señales de ello: poblaciones
humanas y naturaleza son frecuentemente afectadas por desastres climáticos,
como inundaciones, huracanes, sequías o desertificación, etcétera. Este desafío
es complejo de enfrentar, no solo por razones científicas sino porque implica
cambios profundos en los estilos de desarrollo y en los comportamientos de los
países, de las empresas y de las personas, particularmente de aquellos que
integran el núcleo minoritario a escala planetaria que hacen un uso muy intensivo
e irracional de la energía; concretamente, nos referimos a los países
desarrollados del hemisferio norte, que generan más del 80% de los gases de
efecto invernadero.
Es importante rescatar algunos conceptos básicos. ¿Qué es
el cambio climático? El clima es una de las consecuencias de las interacciones
que se establecen entre los cinco componentes del sistema climático: la
atmósfera, los océanos, las biosferas terrestre y marina, la criósfera hielo marino, cubierta de nieve estacional,
glaciares de montaña y capas de hielo a escala continental y la superficie terrestre.
El clima del planeta nunca ha sido estático. Como
consecuencia de las alteraciones en el balance energético, el clima está
sometido a variaciones en todas las escalas temporales, desde decenios a miles
y millones de años. Se llama "cambio climático" a la variación global
del clima de la Tierra.
Estos cambios se deben a causas naturales y, en los últimos
siglos, también se deben a la acción del hombre. La explicación del acelerado
cambio climático percibido en los últimos tiempos es el aumento de las
emisiones de dióxido de carbono y, en menor medida, de otros gases de efecto
invernadero, como el metano y el óxido nitroso.
Desde los inicios de la era industrial, las actividades
humanas han lanzado a la atmósfera cantidades crecientes de gases de efecto
invernadero. Actualmente, se emiten 6.300 millones de toneladas cada año, de
los que la mitad se reabsorbe por los océanos y los ecosistemas terrestres,
acumulándose la otra mitad en la atmósfera. Este dióxido de carbono proviene,
fundamentalmente, de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el
petróleo y el gas natural, mayormente en los países industrializados y, en
menor medida, de cambios en el uso de la tierra, como la deforestación. Por
eso, reducir sustancialmente la quema de combustibles fósiles es la clave para
minimizar los riesgos de las alteraciones crecientes en el sistema climático;
no obstante, esto puede implicar cambios trascendentes en los estilos de
desarrollo y afectar intereses económicos muy poderosos.
¿Qué es el efecto invernadero? El sistema climático se
mueve a través de la entrada de energía solar en forma de radiación de onda
corta, equilibrada por la emisión de energía hacia el espacio por parte de la Tierra en forma de
radiación de onda larga o infrarroja. La atmósfera resulta permeable a la
radiación solar; sin embargo, la radiación de onda larga emitida por la
superficie terrestre es parcialmente absorbida. Este fenómeno, llamado efecto
invernadero natural, provoca un calentamiento de la atmósfera en sus capas
bajas, y los gases que lo producen se denominan "gases de efecto
invernadero". Esta dinámica, fenómeno similar al que mantiene la
temperatura más elevada en el interior de un invernadero, hace que la superficie
de la Tierra
sea más cálida que si toda la radiación infrarroja se perdiera en el espacio
exterior y, por lo tanto, permite la vida en la Tierra.
En este contexto de creciente preocupación mundial, el 9
de mayo de 1992 se desarrolló la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático, que llegó a un acuerdo por medio del cual países de todo el
mundo se han unido para hacer frente al problema del cambio climático, el cual
entró en vigor el 21 de marzo de 1994 y ha sido ratificado hasta la fecha por
más de ciento ochenta países.
En este día Mundial del Medio Ambiente debe ser prioridad
de nuestro país trabajar mancomunadamente los sectores público y privado, con
la sociedad civil en procura de alcanzar los objetivos que permitan preservar
el planeta para futuras generaciones.
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