La constituyente ¿un fin en sí mismo o bandera electoral interna?



Siempre me llamó la atención la decisión del Congreso del Frente Amplio de fines de 2008 que resolvió incluir en su programa partidario la convocatoria a una Convención Nacional Constituyente.
La resolución del Frente Amplio consistió en impulsar la convocatoria a una Constituyente. Es curioso porque convocar a una Convención Constituyente no es un contenido concreto; es uno de los cuatro procedimientos que prevé nuestra Constitución para su reforma. Muy poquito o nada se dijo en aquel Congreso del Frente Amplio sobre qué artículos, qué temas o qué aspectos normativos se querían reformar.
Nada se dijo sobre cuáles eran los temas a incluir en una eventual reforma. Simplemente se promovía el mecanismo de convocar a una Convención Constituyente. Al revés de cualquier razonamiento lógico, el medio era lo que importaba, con independencia de los objetivos a lograr.
En realidad, la decisión tomada parecía imitar lo que habían hecho otros gobiernos del "bloque chavista" de la región que habían recurrido a la Asamblea Constituyente para darle a su gobierno un carácter fundacional.
Pues bien, el tiempo transcurrió. El Frente Amplio volvió a ganar las elecciones nacionales y mantuvo, aunque en forma muy ajustada, su mayoría parlamentaria en las dos Cámaras. Esta mayoría le permitía al partido de gobierno impulsar la convocatoria de una Convención Nacional Constituyente, sin embargo transcurrió el tiempo y, a cierta altura, se informó por parte de diversos dirigentes frenteamplistas que no se tomaría ese camino. Es más, la Senadora Lucía Topolanski, partidaria de este procedimiento, hace unos meses señaló que esta iniciativa debería postergarse para el próximo período de gobierno.
Parecía, entonces, que el tema estaba fuera de la agenda, al menos para este período de gobierno. Sin embargo, la conducción del PIT-CNT, dando una nueva señal de la cada vez más fuerte mezcla entre el partido político y el movimiento sindical, visitó a las autoridades del Frente Amplio para proponerle impulsar la convocatoria a una Convención Constituyente.
Nadie duda del obvio y grotesco gesto de campaña electoral interna que tiene este movimiento político. No es casualidad que sean dirigentes sindicales comunistas los que impulsan esta propuesta como forma de incorporar este planteo en la plataforma del candidato comunista y sindical, Juan Castillo, para la Presidencia del Frente Amplio.
Sin embargo, más allá de esa obvia vinculación, lo cierto es que el tema vuelve a ingresar en la agenda del partido de gobierno, incorporando esta discusión en medio de una campaña electoral interna compleja y difícil de manejar.
A juzgar por las diferencias políticas cada vez más fuertes en el seno del partido de gobierno, resulta muy difícil imaginar cuáles podrían ser los consensos para acordar un proyecto de reforma constitucional que represente a todos los sectores del Frente Amplio.
Por otra parte, hasta ahora no se ha anunciado contenido alguno sobre la propuesta reformista. Este no es un dato menor, en la medida que el procedimiento reformista de una Constituyente comienza cuando la mayoría absoluta de los miembros de la Asamblea General vota un proyecto concreto de reforma constitucional, convocando al mismo tiempo a la elección de una Convención Nacional Constituyente.
Si se da ese paso, entonces, en forma paralela al funcionamiento gubernamental y parlamentario, se realiza la convocatoria al cuerpo electoral para que, en el plazo de noventa días, elija 260 constituyentes en una elección nacional con voto secreto y obligatorio. Esta Constituyente sesionará durante un año y deberá aprobar uno o varios proyectos que deberán ser sometidos a Plebiscito en la fecha que la propia Constituyente establezca.
Como se puede apreciar, se trata del procedimiento de reforma constitucional más engorroso y complejo de los diferentes caminos posibles.
Más bien parece, entonces, que nuevamente en el partido de gobierno predominan los reflejos que terminan trasladando las luchas internas al conjunto del país. No vemos otra intención real que construir una "bandera política" para uno de los candidatos a la Presidencia del Frente Amplio.
Apenas comenzó la campaña electoral interna y ya se pone en evidencia en qué medida esta disputa afectará el funcionamiento político del propio gobierno. Curiosa forma de aprovechar el año en el que, como se dijo desde las altas esferas, deberán dedicarse a las realizaciones y a cumplir las promesas y anuncios realizados en los años anteriores.
Difícil para Sagitario.

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