La educación, los acuerdos, la palabra y las confianzas



Al momento de escribir estas líneas, la posibilidad de que el próximo jueves se formalice el acuerdo educativo está cuestionada por las declaraciones del Ing. Jorge Brovetto quien ha señalado que uno de los aspectos que él mismo había acordado el pasado 24 de enero, no formaría parte de los acuerdos alcanzados.
Todos los asistentes a la reunión del 24 de enero podemos dar fe de que en esa reunión el Ing. Brovetto manifestó, en nombre del Frente Amplio, que se encontraba en condiciones de dar su consentimiento a la idea del Presidente Mujica de otorgarle el doble voto al Presidente del CODICEN y a los Presidentes de los Consejos Desconcentrados de la ANEP.
Por lo tanto, este punto se integró al resto de los otros dos puntos del acuerdo: el documento de Fortalecimiento de los centros educativos de la enseñanza media y la decisión de crear una Universidad Tecnológica en el Interior del país.
Por eso, las declaraciones de Brovetto son particularmente graves en varios sentidos.
En primer lugar, suponen una desautorización o desavenencia entre el gobierno y su partido. En efecto, la iniciativa del doble voto para los presidentes fue una propuesta planteada por el Presidente de la República que fue aceptada por todos los partidos. Su finalidad era evitar el bloqueo de la gestión del ente de la enseñanza ante la correlación de fuerzas que había quedado como resultado de la incorporación de los representantes gremiales en los organismos de conducción de la enseñanza mediante la Ley de Educación de 2008.
Las declaraciones del Ing. Brovetto, en caso de no ser revertidas, muestran una fisura en el apoyo al Presidente de la República por parte de su partido.
En segundo lugar, se produce un quiebre en una "regla de oro" en las relaciones entre los partidos políticos, que es la importancia de la "palabra dada". Cuando uno se sienta a dialogar, negociar o acordar con los representantes de los otros partidos, está claro que existen diferencias y opiniones distintas sobre los temas de fondo, pero también tiene la convicción de que la palabra empeñada tiene un valor trascendental que da sustento a la existencia de esas negociaciones. Es decir que aquello que se acuerda y cuenta con el respaldo de los representantes de los partidos será luego cumplido por todas las partes.
Esto ha sido particularmente importante en el caso de estas reuniones, en la medida que no existieron actas ni registros escritos de la reunión, ni tampoco se firmaron los correspondientes documentos. No pareció necesario, en la medida que existía confianza y buena fe entre todos los participantes de la reunión.
Justamente, este episodio está afectando las confianzas recíprocas entre los asistentes a las reuniones. Todavía estamos a tiempo de que el Ing. Brovetto aclare el alcance de sus dichos, pero de otra forma habrá perdido toda su credibilidad porque habrá afectado el valor de su palabra que, en la política como en todos los órdenes de la vida, es un patrimonio fundamental.
Es posible afirmar que el mismo componente del doble voto (vaioso e importante para ayudar a mejorar el funcionamiento de la toma de decisiones en la educación) pasa a segundo plano, porque lo más relevante es la afectación de las confianzas recíprocas y el deterioro del valor de la palabra en los acuerdos multipartidarios.
Finalmente, corresponde señalar que la propia circunstancia de la turbulencia generada por las declaraciones de Brovetto es demostrativa de que los acuerdos no son inocuos o intrascendentes. A diferencia de lo que se ha indicado desde algunos voceros del partido de gobierno, estos acuerdos son novedosos y presentan modificaciones sustantivas. Si fueran meras continuidades de lo que ya se está haciendo o un conjunto de propuestas poco significativas, no se entiende por qué existe tanta dificultad en acompañarlos.
Debe quedar claro, finalmente, que confiamos en la voluntad y la palabra del gobierno, que es quien convoca, y seguramente en la reunión del jueves el gobierno presentará para el acuerdo los tres puntos que efectivamente fueron acordados en la pasada reunión del 24 de enero. Será el Frente Amplio, entonces, el que deberá decidir si acompaña a no a su gobierno en este entendimiento.

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