El viernes pasado (fue 16 de marzo) ya
tenía planificada mi columna, aunque los “enfermeros de la muerte” casi me
hacen cambiar de idea al respecto. Decidí mantener mi columna original, ya que
estos muchachos –que ahora dicen haber estado estresados para haber matado a
una cincuentena de pacientes algunos no terminales- no merecen un solo byte,
prefiero olvidarlos.
Escrito esto, le voy a dedicar algunos
minutos a la decisión del MTOP de ofrecer boleto gratuito a los liceales desde
1ro. a 6to.de la enseñanza pública.
A mi juicio y como padre de liceales que
concurrieron a instituciones públicas, la resolución del MTOP es muy positiva
en la medida de que abarca una franja de la población, que muchas veces no
asiste a clase porque “no tienen pal´ boleto”, especialmente a fin de mes,
cuando la cosa se pone difícil en el hogar y se cuentan hasta las monedas para
comprar la comida, o cuando se les terminan las boleteras.
EXCLUÍDOS
El costo del boleto es una realidad que
se vive en las familias más humildes y que a veces hace que los chicos pierdan
clases aún cuando ellos mismos no desean perderlas, por eso tener la
tranquilidad de que al menos ese problema dejará de ser tal para las inasistencias
al liceo, es una muy buena noticia.
El Diputado nacionalista, Javier García,
rápidamente pidió informes “ante la exclusión de la medida para los alumnos de
los liceos privados”, aduciendo igualdad de condiciones para públicos y
privados. García dijo no entender “el hecho por el cual el beneficio será de
aplicación parcial, en la medida que solo abarca a quienes concurren a liceos
públicos y no a quienes lo hacen a instituciones de enseñanza privada”.
CASO POR CASO
Creo que extender la medida para los
alumnos de liceos públicos en forma indiscriminada no sería correcto, aunque el
MTOP, podría solicitar la asistencia del MIDES por ejemplo, y estudiar en forma
independiente –a través de asistentes
sociales- los casos a que hace
referencia García en su pedido de informes y atender así los casos puntuales de
chicos, cuyos padres hacen muchos sacrificios para pagarles el liceo privado,
pero que también pueden tener dificultades para solventarles el boleto.
Más allá de estas consideraciones y de
la vía para resolver el asunto, para que el boleto alcance a los casos críticos
de la enseñanza privada (de los que habla García) hay que destacar la excelente
medida adoptada por el MTOP, que aplaudo.
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