El Kanciller Almagro y el Embajador Cristinista


Dante BUONOMO
Abogado. Escribano. Docente Udelar. Ex director del BROU

La política exterior uruguaya ha dejado de ser una política de Estado.
Hoy lo reconocen oficialista y opositores. Lo reconocen los “politicólogos” y los académicos. Lo siente el pueblo en general.
Falta dignidad. Falta nacionalismo. Falta profesionalismo en la conducción de las relaciones exteriores.
El Ministro de Relaciones Exteriores Almagro no da la talla para el cargo. Debería renunciar.
El Mercosur ha perdido su razón de ser. Argentina y Brasil no cumplen con los tratados firmados y un día si y otro también actúan como si no tuvieran obligaciones. Pero al mismo tiempo obligan a Uruguay a acompañarlos en las medidas proteccionistas de sus industrias y sus economías perjudicando a las empresas uruguayas y al consumidor oriental. Las asimetrías económicas se han incrementado con esas medidas y el Uruguay asiste día a día las agresiones económicas que Argentina, y en menor medida Brasil realizan contra nuestro país, su población y sus empresas.
Frente a las agresiones argentinas tenemos en Buenos Aires, un embajador político, no profesional, que nada hace, que más que embajador uruguayo, parece un militante de la Presidente Argentina Cristina Fernández de Kitchner. Parece que olvida que su regio estipendio de embajador se lo paga el pueblo uruguayo y no el gobierno argentino. Nadie ha escuchado palabra o acción alguna de defensa de los derechos de los uruguayos o protestas frente a las reiteradas gruesas violaciones de los acuerdos con Argentina.
El Kanciller Almagro consiente todas las violaciones argentinas a nuestros derechos son la sonrisa boba y obsecuente que permanentemente sale en las fotos y noticieros cuando habla con  representantes del gobierno peronista.
El malestar con ambos no solo cunde entre los funcionarios serios de Cancillería, entre los empresarios uruguayos, entre los dirigentes políticos del Partido Colorado, del Partido Nacional, del Partido Independiente sino también entre los académicos y entre los dirigentes frentistas, sobre todo entre quienes integraban la anterior administración de Tabaré Vázquez.
Estos últimos, cuando se encuentran, en charlas de confianza, frente al cúmulo de ineficiencia reconocen la pésima gestión que se realiza desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y desde la Embajada uruguaya en Buenos Aires y con resignación terminan diciendo: “…pero que querés, son cuadros del MPP”.
En palabras de los mismos dirigentes frenteamplistas se reconoce que las gestiones de casi todos los tupamaros que se encuentran en cargos de administración es deficiente y no dan la talla para ello. Reconocen que los cuadros políticos designados por el hoy partido mayoritario del frente, el MPP, han fallado en la gestión y son la imagen peor del gobierno. Para Mujica no han astilla peor que la del mismo palo.- 
   

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