Tabaré
Viera Duarte
En las últimas horas crece el enfrentamiento entre el Consejo de Enseñanza
Secundaria y las autoridades de la ANEP por el llamado Promejora (Proyecto de
Mejora de de la Educación) aprobado por el Codicen.
Ya no solo tenemos una educación decadente, con los peores índices de
repetición y deserción, ahora hay una verdadera crisis de autoridad, el Consejo
de Secundaria se "sublevó" y anunció que de acuerdo a su autonomía
legal no acepta el mandato de publicar dicho proyecto.
El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, dijo que el Poder
Ejecutivo "va a seguir con mucha atención y preocupación" el
conflicto entre Codicen y Secundaria y que "en un contexto de construcción
de acuerdos esto configura una situación de alarma".
Por otro lado, nuevamente el presidente Mujica amenazó con destituir a los
miembros representantes del P.E. en Secundaria.
La responsabilidad de esta situación es del gobierno del FA, el que debe
dejar de "preocuparse" para "ocuparse" de la solución y además acabar, de una vez por todas, de
amenazar con ceses, para tomar las
medidas definitivas para mejorar un problema de gestión que es el verdadero
problema de fondo en la enseñanza.
El verdadero principio de este caos está en la mala ley de educación que se
aprobó a fines del periodo de gobierno del Dr. Vázquez. En ella se claudicó el
viejo principio de "no a la cogestión" en la administración pública,
para entregarle, por el contrario, a las corporaciones sindicales el manejo de
la misma, como ha ocurrido en varias áreas de la vida nacional.
Mientras el oficialismo no esté dispuesto a discutir esta ley para
cambiarla, no habrá soluciones, por el
contrario el Uruguay se sumirá cada vez más en la degradación de la educación
de nuestros muchachos.
Defendemos la existencia y la participación de los sindicatos, así como
también el derecho de los trabajadores a agremiarse y luchar por sus legítimos
intereses. Pero esos sindicatos deben ceñirse a los asuntos estrictamente
laborales. De lo contrario estamos como en la Italia de Mussolini. Ese fue el
planteo ideológico del fascismo: el
poder en manos de las corporaciones.
También nos parece claro que los docentes deben participar con su opinión
en los aspectos técnicos de la educación, pero para eso ya existen las
Asambleas Técnico Docentes (ATD).
Lo que no es admisible y está ocurriendo, es que desde el sindicato se
trabe o se pretenda administrar lo que concierne a la sociedad toda. Para ello
están los representantes legítimamente electos por la ciudadanía.
* * *
En el tema educación, la oposición y en particular el Partido Colorado,
hemos tratado de ayudar desde siempre. Participamos de la comisión
multipartidaria al comienzo de esta administración, además presentamos ideas de
medidas especiales y proyectos de leyes para contribuir al debate y la
concreción de los objetivos nacionales.
El pasado once de octubre concurrió al Senado el Ministro Erlich,
acompañado de las autoridades del Codicen, en régimen de Comisión General.
Luego de un largo debate, por unanimidad, firmamos una declaración que entre
otras cosas puso un plazo de cuarenta y cinco días para que las autoridades de
la enseñanza elevaran al Presidente de la República un plan para mejorar la
educación en el Uruguay. Este plazo
vence antes de fin de mes. ¿Qué novedad hay? Que el Consejo de Secundaria
anuncia a través del representante del
sindicato, que no acepta la autoridad del Codicen.
Si al finalizar el plazo no tenemos respuesta a lo acordado, si no tenemos
una propuesta para discutir y aportar nuestras ideas para mejorarla,
propondremos recorrer el camino de la interpelación al ministro y llegar a la
censura si estuvieran los votos. Quizá con ello le demos a Mujica el argumento para ejercer su autoridad y
actuar en forma drástica con quienes no reconocen ni siquiera su buena voluntad de diálogo y
espíritu participativo.
* * *
Hace un tiempo vengo sosteniendo que a través de distintas acciones, el
presidente Mujica continúa aumentando la
concentración de poder en la Presidencia de la República y que esto no es bueno
para la salud de la democracia de nuestro país.
Alertamos además, que mediante su estilo personal tan particular, Mujica
avanza hacia un modelo de gobierno alejado de todo rigor institucional. Hace
anuncios, a través de una audición de radio de temas que ni siquiera los
ministros del ramo están enterados, como ocurrió con el impuesto al agro, el
que hasta ahora no ha logrado consenso ni dentro de su propia fuerza política.
O convoca a los ciudadanos a donar parte de sus salarios para financiar un plan
de viviendas, que precisamente bautizó “Juntos”. Como si no existiera un
ministerio especializado en la materia y como si con voluntarismos se pudiera
solucionar la falta de viviendas de una nación; acabó poniéndolo en el
presupuesto nacional y en la órbita de la presidencia.
Los sindicatos a través de destacados miembros están, además de en la
enseñanza, en la dirección de empresas
públicas, de la salud y en varios lugares claves de la administración central.
Precisamente, la otra noticia de la semana fue la suspensión de un
funcionario de ASSE por hacer declaraciones a la prensa, en el marco de una
lucha sindical por el poder en Salud Pública. Un acto de clara censura, inadmisible en un estado de derecho ¿Desde
cuándo un funcionario no puede hablar en público?
Cuando se pierde la institucionalidad, se pone en riesgo la democracia, el
sistema republicano y más tarde las libertades mismas.
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