CONRADO RODRÍGUEZ.
Días atrás nos enteramos de la lamentable y muy triste pérdida del Arquitecto Fernando Magnou. Había nacido en la Ciudad de San José hacía 66 años, un 23 de junio de 1945.
Además de Arquitecto, fue un destacado pintor y artista plástico de todo el Uruguay.
Supo transitar el camino de la comunicación, con una radio de singular éxito en el dial de San José (“El Lugar FM”).
Otra de sus grandes pasiones fue la política.
Era pública su devoción por el Partido Colorado, pero por sobre todo era conocido por todos por su inclaudicable fé BATLLISTA.
Ocupó cargos de relevancia en la Organización interna del Partido Colorado en el Departamento de San José, llegando a ser Secretario General del Ejecutivo Departamental de nuestra colectividad.
En la Administración pública se desempeñó como asesor de la Oficina de Planeamiento Territorial de la Intendencia de San José, y llegó a ser SubSecretario del Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente durante la Administración Lacalle, en representación del Partido Colorado.
Había tenido una dilatada carrera política, aunque en los últimos años se había dedicado más a reforzar sus otras pasiones. En el 2009 había decidido dar un vuelco, para defender nuevamente sus convicciones y acompañarnos en una aventura cuasi quijotesca, dando su apoyo a una nueva candidatura presidencial y en especial a nuestra agrupación RENOVACIÓN Y CAMBIO, LISTA 305.
Es que Fernando no era de las personas que no se la jugara. El sentía que tenía que ayudar a que el Batllismo se recuperara y así lo hizo.
Fernando era un ser humano extraordinario. Vocacional, talentoso, bondadoso eran condiciones que lo adornaban. No había quien no hablara de la bonhomía de Magnou.
Era sin dudas un tipo de consulta. De aquellos que amaban lo que hacían y así lo transmitían a quienes lo quisieran escuchar.
Para nosotros era una referencia.
Era sin dudas un soñador, pero también un convencido del camino que le indicaba su conciencia.
Ayer se fue uno de los hijos dilectos de San José.
Hoy su figura se agiganta para pertenecer a todo el Uruguay.
Sin dudas su ausencia se va a sentir. En lo personal tuvimos la dicha de poder conocerlo y de aquilatar su talento y su don de bien.
Para su familia y amigos nuestro más sincero y humilde homenaje en esta apretada síntesis de lo que fue su vida.
Para nuestro amigo Gonzalo -uno de sus hijos-, en la certeza de que ya es un formidable continuador de los sueños y pasiones de Fernando, vaya nuestro apretado y sentido abrazo.
Sus obras y pinturas parecen ahora desprenderse de su creador para cobrar vida propia…
Es que ahora resplandecen más que nunca ante el calor de un hombre que seguirá irradiando con sus talentos, ideales y pasiones.
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