Las nuevas tecnologías de la comunicación y la salud

Mario Piriz

"Uno a uno, todos somos mortales; juntos, somos eternos"- Quevedo

Poco y nada se sabe, o se difunde,  acerca de los riesgos  para la salud que representa la aplicación masiva de las nuevas tecnologías de la comunicación. Por un lado, porque no está en el interés de las grandes empresas multinacionales fabricantes de computadoras y celulares; y por otro, por la difundida mentalidad individualista que lleva a decir “a mí no me ocurrirá, eso le pasa a otros” allá, lejos en otros lares, pensando que al vivir en nuestra pequeña aldea estamos a salvo de la degradación de la vida y el medio ambiente  que sufren las grandes metrópolis del mundo desarrollado.         
 Finalmente se dirá que es el precio a pagar por el progreso, comparando lo ocurrido históricamente, cada vez que los seres humanos, partiendo de los avances científicos crean nuevas tecnologías. En todos los casos, hay parte de razón, pero es bueno tener presente, ese sabio pensamiento de Quevedo, antiguo poeta, que ubica las legítimas aspiraciones de inmortalidad, en lo colectivo, en la dimensión comunitaria de la vida. No hay entonces  razón para la indiferencia. La nave tierra es única. Y de todos depende ser navegantes lúcidos o náufragos estúpidos.
Desde Lyon, Francia la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el uso de teléfonos celulares puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer cerebral y recomendó a los consumidores considerar formas de reducir su uso. Científicos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), parte de la OMS, concluyeron que las radiaciones emitidas por el celular deben estar clasificadas en la misma lista de “riesgo cancerígeno” que el plomo, el pesticida DDT, el café, el cloroformo y los gases de los motores de combustión interna. El grupo calificó los teléfonos celulares en la categoría 2B, que significa posiblemente cancerígeno para los seres humanos. El director de la IARC,  Christopher Wild, en rueda de prensa sostuvo:“Dadas las consecuencias de esta clasificación, es importante que se realicen más investigaciones sobre los posibles efectos a largo plazo. Pero, mientras tanto, convendría reducir la exposición a estos dispositivos”.
“Por el momento no se pudo comprobar de forma unívoca que el uso de teléfonos móviles pueda provocar cáncer en las personas”, dijo Kurt Straif, presidente del programa de monografías de la IARC, en el que se evaluaron más de 900 posibles agentes cancerígenos. Así y todo, los especialistas decidieron definir las radiaciones como “posiblemente cancerígenas” , dado que hay pruebas limitadas acerca de una mayor aparición de determinados tumores cerebrales (gliomas) en las personas que usan mucho el celular. Las principales conclusiones sobre el tema se publicarán en la revista The Lancet Oncology en el mes de julio, anunció la IARC.
Los teléfonos móviles envían señales a torres cercanas por ondas de frecuencia de radio, una forma de energía similar a las ondas de radio FM y las microondas, pero la radiación producida por los celulares no puede dañar directamente el  ADN y es diferente de los tipos de radiación más intensos como los rayos equis o la luz ultravioleta.  
Además de esa alerta, no se pueden  ignorar las recomendaciones dadas en letra chica por Intel acerca del uso de la nueva computadora portátil Olídata entregada a los maestros uruguayos en el marco del Plan Ceibal. Destacamos (ahora en letras normales) algunas de las precauciones recomendadas:
 a) “No dejar que los menores se ocupen de recargar la batería. Mantener los niños alejados del cargador de batería”.
b) “En caso de sufrir, o haber sufrido, ataques de epilepsia consultar a un doctor antes de utilizar el producto (la computadora). En caso de exposición a fuentes lumínicas intermitentes, como son las producidas por el computador, algunas personas pueden sufrir síntomas tales como migrañas, trastornos de la vista, irritación de los ojos, contracciones musculares, convulsiones, desmayos u otras alteraciones del estado  de conciencia. En el caso de notar algunos de los síntomas indicados, dejar de inmediato de utilizar el computador y consultar a un doctor”.
c) “Se recomienda a los portadores de marcapasos u otros dispositivos médicos consultar a un doctor antes de utilizar el producto. Se desaconseja a estas personas utilizar la función LAN Wireless”.
d) “Utilizar la computadora en condiciones de buena luminosidad, evitando iluminar la pantalla con luz directa”.
e) “Evitar utilizar la computadora durante largas temporadas. Hacer una pausa de al menos 15 minutos cada hora”.
Cuando el propio fabricante realiza esas recomendaciones es porque los riesgos de alteración de la salud son reales. Hay que reconocer que lo hacen de tal forma que los usuarios no se enteren. Además de estar escrito en letras minúsculas, están  redactadas con errores y empleando eufemismos que desorientan a quien lo lee. Es curioso que son computadoras ampliamente promovidas por el gobierno nacional en el marco del Plan Ceibal. Los docentes y mucho más los niños y adolescentes ignoran esos evidentes riesgos para la salud, sin que se observe algún atisbo de preocupación en sus gestores en informar sobre los mismos.
Está muy bien eso de acortar la brecha digital, pero no a costa de transformar  a toda una generación en náufragos estúpidos, expuesto al manipuleo mercantil del capital, el lobo de siempre revestido ahora de modernidad y progreso.
La salud, como la vida, es y seguirá siendo siempre sagrada. No se debe tirar a la basura el mayor patrimonio del ser humano.

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