César García Acosta
Quizá no sea lo común o lo “políticamente correcto”, pero siento procedente a la hora de valorar dos sentimientos a veces encontrados en la labor de un periodista, proceder por la libertad que por la restricción. Por eso lo primero es reivindicar y practicar la libre expresión del pensamiento (la propia y la de los otros). Lo segundo, como Editor de un medio de comunicación, es abrirnos en la medida de lo razonable a quienes piensan diferente mediante la publicación de artículos que no se corresponden sobre todo con nuestras ideas.
En la página 13 de esta edición de OPINAR publicamos un artículo del periodista y escritor Hugo Ferrari bajo el título “La Democracia Desvalida ”. Su autor ciertamente tiene una historia en el Uruguay y en el propio Partido Colorado. Su historia, como toda historia, es propia, individual, y válida de ser entendida de acuerdo al leal saber y entender de las cosas de la vida del involucrado. Como se dice vulgarmente “todo depende del cristal con que se lo mire”.
Pero como Ferrari habla de “democracia desvalida” y eso podría entenderse de modo diferente de acuerdo a la perspectiva de cada uno, siento necesario plantear mi perspectiva más allá de mi rol de Editor, y tan solo como ciudadano y lector.
Yendo al fondo del artículo de Ferrari, citaré los siguientes dos párrafos que entiendo medulares para construir mi idea:
* * *
“El hecho de que en los procesos sobre violación de los Derechos Humanos, los reos sean los gobiernos acusados de transitorias violaciones a la legalidad institucional, aún aquéllos empeñados en retornar al régimen democrático, mientras los testigos de cargo sean autores de delitos contra la patria o vulgares delincuentes comunes.”
“Ésos son algunos de los factores que han provocado esta realidad que hoy estamos denunciando, la que no habrá de superarse hasta que no prevalezca en nosotros el firme convencimiento de que resignarse a vivir sometidos a los pérfidos designios y a la influencia nefasta del totalitarismo marxista, encarnado hoy en el llamado Socialismo Siglo XXI, constituye una incalificable cobardía, además de una rotunda imbecilidad.”
* * *
En Uruguay el régimen que vivimos desde 1985 es el de democracia republicana; es decir, votamos el Gobierno que entendemos conveniente y respetamos la separación de poderes que hace que el valor “Justicia” esté de manifiesto en cada una de las acciones sociales y judiciales que en cualquiera de los ámbitos de su competencia se gestionen como admisibles por el sistema.
Cuando Ferrari habla de un gobierno “reo”, lo hace observándolo transitoriamente responsable de “violaciones a la legalidad institucional”. Y sí, más que transitoriamente –y a confesión de parte relevo de prueba- en buen romance debió decir que SI hubo violaciones, crímenes y desapariciones. Porque si todo esto conforma un estado de situación comprobable en el que no existen eximentes por transitoriedad, como alega Ferrari, lo que se hace es defender una violencia desatada desde el Estado. Eso fue lo que sucedió entre 1973 y 1985.
Harina de otro costal será dirimir cómo empezó todo esto, quiénes desde la clandestinidad se levantaron contra un régimen democrático y cuáles fueron las debilidades y fortalezas de aquél sistema. En esto, ineludiblemente, debería analizarse quiénes hoy caminan libres por las calles habiendo sido los partícipes principales de una también comprobada maniobra para desestabilizar la democracia antes de 1972.
Finalmente, en su extenso relatorio Ferrari califica de –cobardía- “resignarse a vivir sometidos a los pérfidos designios y a la influencia nefasta del totalitarismo marxista”. Reitero que el contexto de 1985 a 2010 es en Uruguay la democracia republicana. ¿Qué significa entonces para Ferrari el concepto de cobardía? ¿Cómo debería enfrentarse al opositor?
Y se me ocurre sólo una estrategia posible: mediante las ideas y haciendo lo políticamente correcto, que no es más que disentir en todo aquello que sea irreconciliable con nuestra perspectiva política, aunque acordando en todo aquello que sea necesario para el país.
Hay cosas que están perimidas en este rincón del sur de América Latina: politizar la justicia o judicializar la política es un error. Apelemos a la innovación y a reivindicar nuestras verdades.
Después de todo ese fue el legado de Baltasar Brum cuando decidió el suicidio para ponerle límites a la dictadura de Terra.
4 comentarios:
Señores, no había reparado en el fondo de la letra de una zamba escrita por el
ya fallecido Hugo Ferrari.
Sólo en homenaje a su ausencia, que desde mi punto de vista no hace falta, no
voy a entrar en descalificaciones hacia su persona, pero cómo uruguayo, este
tipo intentó enfrentar a alguien cómo Alfredo Zitarrosa, con quien comparto
algunas de sus ideas, -no soy marxista-, cuándo ni siquiera se le puede parecer ni comparar. Alfredo Zitarrosa trascendió las fronteras orientales
hasta lugares que, tal vez, Ferrari ni conoció ni de vista ni de escritor.
Siento el deber de destacar la calidad poética y musical de Zitarrosa su
legado, más allá de las ideas dictatoriales de Ferrari.
Me alegro que los uruguayos no estén en manos tan siniestras.
Saludos al verdadero pueblo uruguayo.
Un chileno absolutamente democrático.
Carlos Cabezas Q.
Señores, no había reparado en el fondo de la letra de una zamba escrita por el
ya fallecido Hugo Ferrari.
Sólo en homenaje a su ausencia, que desde mi punto de vista no hace falta, no
voy a entrar en descalificaciones hacia su persona, pero cómo uruguayo, este
tipo intentó enfrentar a alguien cómo Alfredo Zitarrosa, con quien comparto
algunas de sus ideas, -no soy marxista-, cuándo ni siquiera se le puede parecer ni comparar. Alfredo Zitarrosa trascendió las fronteras orientales
hasta lugares que, tal vez, Ferrari ni conoció ni de vista ni de escritor.
Siento el deber de destacar la calidad poética y musical de Zitarrosa su
legado, más allá de las ideas dictatoriales de Ferrari.
Me alegro que los uruguayos no estén en manos tan siniestras.
Saludos al verdadero pueblo uruguayo.
Un chileno absolutamente democrático.
Carlos Cabezas Q.
Estoy un 100% de acuerdo con Hugo Cabezas. Aunque como lo manifiesta no sea marxista cosa que si lo soy.
"Ziratarroza trascendió las fronteras orientales hasta lugares que, tal vez, Ferrari ni conoció"
Soy la nieta de Ferrari y algo que heredé, es el espíritu aventurero de mi abuelo, que 2 veces por año conocía un nuevo punto del planeta con mi abuela. Me da cierta ternura la gente sin saber. Cómo si fueran niños :)
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