Quedó probado

Los menores infractores protagonizan la ola de rapiñas en Uruguay
Por Cesar García
Los menores son los autores materiales de la mayoría de las rapiñas. La Justicia no actúa severamente ni contra los menores infractores ni contra sus padres, al tiempo que el poder político es renuente a legislar mayores sanciones. Mientras tanto, la debilidad del sistema deja indefenso a uno de los dos países que aún en América Latina mantiene a los 18 años como la edad para la imputabilidad de delitos. La confianza se pierde y la justicia por mano propia cobra mayor ánimo entre una población temerosa y desgastada.


El Ministerio del Interior (MI) reveló, aunque desde sectores políticos oficialistas hayan intentado minimizarlo, quizá por una cuestión de perspectivas estratégicas, que el año pasado las rapiñas cometidas por menores crecieron un 81,8% respecto a 2008 en todo el país. Además, la cantidad de adolescentes que "cometieron o participaron" en delitos aumentó un 11,5%.

Esto se reafirma al saberse que en lo que va del año en Montevideo se registraron 6.444 denuncias por rapiñas, aunque sólo se hayan concretado 647 procesamientos por este delito, entre adultos y menores responsables por su comisión. Sólo en setiembre se registraron 50 rapiñas, 21 de ellas cometidas por menores. Además, del total de denuncias sólo hubo 40 copamientos (rapiña con privación de libertad). Estos datos los suministró el inspector mayor Miguel Iraola, director de Seguridad de la Jefatura de Policía de Montevideo, en el marco de la Expo Segur, en la que aseguró que del total de las denuncias de rapiña, un 78,1% fueron por menos de 3.000 pesos.

La carencia de procesamientos por la Justicia, el total de las denuncias recibidas, y el índice de aumento del delito de menores, reafirma los datos originales que dan cuenta del aumento del delito y de la autoría de la minoridad como ejecutora de los delitos.

Para el MI (y este es un dato de la realidad no una especulación política), en 2009 un total de 15.633 menores "participaron o cometieron" delitos.

Esa cifra implica un aumento de 1.622 (11,5%) de menores que delinquieron el año pasado en relación a 2008, cuando se constató la participación de 14.041 adolescentes en hechos delictivos, según la información oficial.

El informe del MI se hizo a base de un detallado análisis de la participación de menores en varios delitos en 2009 como homicidios (126); rapiñas (2.947); hurtos (7.876); arrebatos (767); copamientos (521); delitos sexuales (128) y lesiones (1.544).

Si bien las estadísticas reflejan con claridad que la principal actividad delictiva de los menores son los hurtos, ese ilícito se mantiene relativamente estable en relación a 2008, ya que solamente aumentó un 2,8% en el comparativo. Lo mismo ocurre con los demás ilícitos, que no presentan una variación considerable.

Sin embargo, donde sí se registró un aumento importante fue en relación a las rapiñas, que aumentaron en un 81,8%. Según el Ministerio del Interior, en 2008 fueron 1.621 los menores participaron en rapiñas; en 2009 fueron 2.947.

La rapiña es, por definición, un hurto en el que el asaltante ejerce violencia sobre la víctima, lo que lo torna un ilícito especialmente peligroso y que causa un gran efecto emocional sobre quien lo sufre.

La participación de menores bajó en 2009 respecto a 2008 solo en dos delitos: copamientos y delitos sexuales.

Por otro lado, en cuanto a la cantidad de menores que fueron detenidos por la Policía sospechosos de haber participado en hechos delictivos, llegan a los 23.225. Eso implica que en todo el país, unos 7.000 jóvenes fueron puestos en libertad luego de las indagaciones preliminares.

En tanto, respecto a la discriminación por departamento, el informe indica que en Montevideo fueron detenidos para averiguaciones policiales un total de 8.305 jóvenes.

Si se observa el contexto regional e internacional en materia de imputabilidad a menores infractores, podrá apreciarse claramente una tendencia clarísima hacia el resguardo social, evitando, sin ambages, dudas existenciales en materia de edad.

La imputabilidad a los 12 años rige en Costa Rica, Venezuela, Homduras, México, Ecuador y El Salvador; a los 13 años en República Dominicana, Guatemala y Nicaragua, a los 14 años en Paraguay y Panamá, mientras que a los 18 años en Argentina y Uruguay.

Poniendo el punto de mira en Europa, Alemania, Inglaterra, Austria, Bulgaria y España, fijaron la imputabilidad en los 14 años, mientras Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia y Noruega a los 13 años. Holanda, Bélgica y Luxemburgo lo determinaron a los 12 años de edad.

En este contexto, en los últimos seis meses, seis delincuentes, entre ellos tres menores, cayeron bajo la “justicia por mano propia”.

Ni víctimas ni victimarios merecen un trato de vida que los ponga entre la amenaza y el miedo; de ahí que el cambio en las reglas de juego deba ser el tema inevitablemente tratado por gobernantes y gobernados, no como un asunto electoral ni panfletario, sino como una realidad de cotidianeidad de la que es imposible escapar.

* César García Acosta es Técnico en Comunicación Social; actualmente se desempeña como Consejero del Congreso de Intendentes, fue Edil entre los años 1995 y 2008, director de la División planificación y Acción Cultural de la IMM en 1987/1990, y consultor del PNUD de 1990 a 1994. Ejerció el periodismo en los periódicos LA MAÑANA y EL DIARIO, la revistas TRES y en el semanario OPINAR.

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