Un informe del Banco Mundial desvela que la diversificación de las exportaciones de América Latina hacia Asia ha servido de resistencia ante la crisis económica mundial
La maldición de las materias primas en América Latina puede estar llegando a su fin. Un informe del Banco Mundial sobre los commodities (materias primas) en la región concluye que la dependencia histórica que han tenido las economías latinoamericanas por estos productos puede convertirse en una ventaja ante la subida de los precios a nivel internacional, y la diversificación de los mercados gracias a la demanda proveniente de los países emergentes, encabezada por China.
"Las materias primas tienen una cara amenazante y oscura y otra brillante y llena de oportunidades, todo depende de las políticas fiscales que adopten los países para aprovecharlas", ha manifestado Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial, durante una rueda de prensa en el marco de la Conferencia de las Américas que se celebra esta semana en la ciudad estadounidense de Miami.
China gana terreno a EE UU
El informe, de unas 70 páginas, y realizado por De la Torre y su equipo, desvela que en América Latina se ha registrado un cambio sustancial en el destino de las exportaciones de sus productos agrícolas y minerales. Es así que Estados Unidos, históricamente el principal país receptor de las materias primas latinoamericanas, está perdiendo terreno frente a China, que desde 1990 y hasta 2008 -el último año del que se tienen cifras- ha aumentado su participación en las exportaciones regionales en casi 10 veces.
"La velocidad de la recuperación latinoamericana y su fortaleza ante la crisis económica global puede atribuirse, en parte, al crecimiento de las exportaciones de materias más regionales con destino a las economías asiáticas", ha asegurado de la Torre según las conclusiones del informe.
Con este panorama, el Banco Mundial (BM) proyecta que el crecimiento de la región este año superará el 5%. "Si Latinoamérica quiere superar la maldición de los commodities debe ahorrar e invertir el dinero apropiadamente en el tiempo para no resentir a las economías", ha asegurado De la Torre. Una de las áreas de investigación del informe es por qué países ricos en materias primas tienen una amplia parte de su población viviendo en la pobreza. La clave, según el BM, es manejar la volatilidad de los precios, diversificando los recursos fiscales para que no tengan un impacto amplio en la economía. La segunda línea de política es la de saber estabilizar el gasto publico frente a ingresos volátiles, a través de la generación de fondos de estabilización, que en épocas de crisis pueden emplearse para la inversión.
Cifras
Según el informe, de los siete países que representan aproximadamente el 85% del PIB de América Latina, seis tienen una alta participación de las materias primas en los ingresos fiscales. Estos países son Argentina, con materias agrícolas; Chile, con su principal producto de exportación, el cobre; Colombia, con petróleo, Venezuela y México con los hidrocarburos y Perú con la minería. Sin embargo, se ha registrado con el tiempo un descenso en la participación de los recursos naturales en las exportaciones totales, declive, no obstante, que ha sido inferior a los de otros países emergentes. De la Torre hizo mención, como modelo de éxito de Chile. Siendo el principal exportador de cobre del mundo, Chile ha logrado aprovechar los ingresos obtenidos por sus ventas para invertir en innovación y desarrollo lo que se ha traducido en un aumento de su PIB en más de dos veces y media en la pasada década.
Al otro lado del espectro está Venezuela, que, según De la Torre, "ilustra los grandes desafíos que existen cuando hay abundancia de recursos naturales". "Venezuela no ha logrado el consenso político para lograr ahorros fuertes, mas bien ha habido un gasto muy importante, los recursos se están consumiendo de manera acelerada en el presente, debilitándolos para el futuro", ha dicho De la Torre.
El informe reseña que una estabilización bien diseñada de las ganancias derivadas de los recursos naturales o la creación de fondos de ahorro a largo plazo pueden ayudar a la región a manejar la inestabilidad de sus ingresos y preservar la riqueza. "De los cinco países que comenzaron en 2002 con fondos de estabilización o arreglos fiscales similares, solo Chile y Trinidad y Tobago lo finalizaron con ahorros sustanciales que les permitieron financiar estímulos fiscales en tiempos de crisis", dice el documento.
La esperanza asiática
El auge actual de los precios de las materias primas es el más extendido del que se tienen registros, a pesar del declive que registró el año pasado en medio de la crisis económica global. La diferencia, con respecto al pasado, es que en esta oportunidad, la diversificación de los mercados se ha convertido en la resistencia que ha evitado que los países exportadores de estos productos se hayan visto afectados por los choques económicos de los países desarrollados.
Para De la Torre, han sido cruciales las conexiones que se han ido creando con China, especialmente en Sudamérica, donde la actividad económica se ha ido complementando a la del gigante asiático, lo que va a generar más diversificación. Asimismo, el incremento en el intercambio entre los mismos países latinoamericanos está creando una dinámica que va a intensificarse con el tiempo, según el informe.
"No tenemos una predicción precisa, pero en la siguiente década la tendencia de las exportaciones de Latinoamérica hacia China, y Asia en general, va a fortalecerse. Latinoamérica va a integrarse a ese polo de crecimiento sin desvincularse del que ya tiene", ha asegurado el economista jefe del BM. (El País de Madrid 14/09/10)
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