Que lo desmientan

Tabaré Viera Duarte

“Uno de los venenos más letales para un gobierno es la incoherencia, la lucha fratricida dentro de sus propias estructuras, el poder como la mayor prenda y trofeo de su política. Hay áreas actuales de la administración - y nunca mejor puesto el nombre que “administración” - que viven en esa situación. Y son sectores claves. Y el peor remedio para estas situaciones es hacer la plancha”.

Pocas veces inicio mi columna con una cita textual, pero la contundencia de su mentor testifica el espíritu de lo acontecido en sala y lo que deseo manifestar públicamente.

En la jornada de ayer, el Ministro de Salud Pública Daniel Olesker concurrió al Senado de la República en régimen de Comisión General para responder, entre otras cosas, por la remoción de casi todos los directores de hospitales públicos y otras unidades ejecutoras, decisión tomada por el directorio de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), con el aval por supuesto, de la secretaría de Estado.

La cita textual de referencia es del dirigente del Frente Amplio y ex asesor del Dr. Tabaré Vázquez, Esteban Valenti, en su columna de Montevideo.com. Uno de los hombres a quien la izquierda le debe su ascenso al poder, pero por sobre todas las cosas, uno de los especialistas, que desde el triunfo de esta fuerza política en 2004, maneja la comunicación estratégica de la izquierda en su conjunto y de varios de los partidos y sectores que la integran.

Poco coincido con Valenti, pero en esta ocasión subrayo la contundencia de su análisis práctico.

Olesker fue a responder preguntas concretas por asuntos puntuales, y finalizo su extensa exposición dejando más interrogantes y sin responder siquiera una de las preguntas formuladas.

No quedo claro el porqué de los ceses masivos y discrecionales, sin evaluación previa, ya no de directores de hospitales, que en definitiva, es una práctica que lamentablemente se ha socializado -y con mucho ímpetu desde el gobierno de Vázquez para adelante-, sino de las “cabezas” de las diferentes subdirecciones y direcciones de unidades ejecutoras, entre ellas de las autoridades de la Unidad de Sanidad Mental, sin dudas, unas de las áreas más indispensables, sensibles y carentes de la sanidad nacional.

Y Valenti responde lo que el ministro “olvidó” contestar; “Todo se ha precipitado de la peor manera. Cambios, limpieza de cargos sin explicación ni evaluación, comunicaciones miserables por fax para cesar a gente que se esforzó, que trabajó duro y que transformó la realidad en muchos servicios y hospitales. Compañeros o profesionales y servidores públicos sin partido. Todos maltratados”.

Sin embargo, Olesker prefirió no hablar de ceses ni de remociones, sino que optó por departir acerca de “designaciones” al amparo de la lúgubre naturalidad con la que se designan habitualmente a funcionarios que, según el criterio expresado en sala por el Poder Ejecutivo, estén, en primera instancia, afines con los objetivos de la administración central.

Y su esclarecimiento incluso es acertado porque no tuvo forma de explicarle al Senado de la República el porqué de los ceses de funcionarios de carrera, muy prestigiosos e incluso la remoción de reconocidos técnicos de la salud. Quedó sin desmentir, que mucho tuvo que ver en esa remociones los informes del sindicato.

Otra de las medidas arbitrarias es la categórica eliminación de 19 unidades ejecutoras de ASSE; en buen romance, la eliminación de la autonomía de otros tantos centros auxiliares de salud del interior del país.

Un ejemplo más de la contradicción discursiva del gobierno, en el marco de una supuesta política descentralizadora, con acciones políticas que tienden a centralizar en detrimento del interior profundo.

Por supuesto que en la volada cayeron los escribanos y médicos que con las nuevas disposiciones ven liquidado tanto, su sistema de salud notarial, autónoma, como las Cajas Auxiliares con su inclusión en el FONASA.

(RECUADRO)

COLETAZOS DE UNA MALA ADMINISTRACIÓN

El pueblo de Minas de Corrales se ha movilizado en busca de soluciones para su hospital. Contaba con un quirófano, donde incluso, se realizaron las primeras cirugías en nuestro departamento, en Rivera.

Hoy ante la eventualidad de quedarse además, sin Unidad Ejecutora, se unió para plantear al gobierno su más profundo rechazo a todos los cambios orientados a la pérdida de los logros alcanzados por la comunidad.

De más está decir que acompañamos y defendemos los intereses de esa comunidad tan querida por nosotros y reclamamos soluciones de largo aliento para inconvenientes tan profundos, que trastornar la forma de vida de ciudadanos humildes en el norte del país.