La APACET, la UDELAR y distintas actitudes

Por Beatriz Bugallo Montaño


La semana pasada, el proyecto de ley de la Agencia para la Promoción y Aseguramiento de la Calidad en la Enseñanza Terciaria – APACET – a discusión en la Comisión de Educación y Cultura del Senado, fue una noticia muy comentada. Conocíamos su tenor: en varias columnas de Opinar hemos comentado – brevemente – su contenido, la actitud de la UDELAR (intervenir en la autorización de las Universidades Privadas, sin ninguna obligación de someterse a evaluación alguna) y sobre la autonomía universitaria (que colocan cual barrera cada vez que alguen reclama por su actualización o sugiere que debe rendir cuentas a los ciudadanos).

Hoy destacamos algunas de las distintas actitudes provocadas por la mayor difusión del proyecto de la APACET.

La oposición claramente cuestiona y se opone al esquema propuesto en este proyecto. En reunión del 15 de setiembre de la Comisión de Educación del Senado, estando presentes el Ministro de Cultura, la Subsecretaria y el Director de Educación del MEC, dijo el Sen. José Amorín (entre otros conceptos): "Creo que la APACET puede hacer mucho por la educación terciaria en nuestro país, aunque me da pena que no tenga una intervención decisiva en la Universidad de la República, que es por donde pasa la mayoría de los uruguayos, de los jóvenes y de los no tan jóvenes – el Ministro hablaba de un 80% -, a quienes se les debería dar el mejor nivel académico."..."También me da la impresión de que la Universidad de la República debería ser la primera interesada en que esa Agencia intervenga en todos sus procesos, desde la aceptación de nuevas carreras – que, por suerte, se crean permanentemente – hasta la acreditación. Doy un paso más: me gustaría que la acreditación fuera casi obligatoria, y no voluntaria, tanto para la Universidad pública como para la privada."... "si estamos seguros de que esto se hace para mejorar la calidad de la educación privada, ¿por qué no hacerlo obligatorio para la pública?" Sintetiza claramente los principales reclamos.

La Senadora Topolansky, por su parte, relevante opinión del oficialismo, expresó – en la misma Comisión y fuera de ella – que el proyecto no estaba cerrado y que era partidaria de que también la UDELAR participara de un sistema como el que se propone en la APACET. Muy buena actitud: recién comienza el estudio del proyecto, deja la puerta abierta para mejorarlo.

La opinión pública según comentarios on line realizados en los distintos medios que difundieron esta información, ha sido también rotundamente contraria a esta situación. Hay descrédito respecto de las tradicionales afirmaciones de calidad de la UDELAR, ante la actitud – que ven - remisa a su comprobación; muy numerosos son los comentarios partidarios de igualdad entre las universidades y de la necesidad del control.

¿Qué se ha dicho desde la UDELAR? El Rector, nada: dicen que está ocupado preparando la presentación por el Presupuesto... Lo mejor que puede hacer es pensar en cómo se mide con eficiencia la calidad de la Educación que brinda la UDELAR, reclamando que la evaluación y acreditación de APACET sea obligatoria para la Universidad de todos.Seguro que así (y demostrando calidad) podrá ganar muchos más recursos "presupuestales". Esperamos que se pronuncie en su visita a la Comisión de Educación del Senado, que también escuchará a los Rectores de las universidades privadas.

¿Por qué tal actitud de la UDELAR? Por un lado, seguramente pretende mantener su visión elitista, que la aisla de la sociedad en sus decisiones. Así no funcionan hoy las universidades del mundo, me refiero a las mejores. Por otro lado, tal vez sea por no dejar a la vista carencias: algunas de sus carreras tienes acreditación a nivel Mercosur, pero para otras eso parece más difícil. Y ahí está otro gran error: sin medir su nivel, no puede detonar los mecanismos para mejorar. Como dijo Paulo Coelho: "Lo que ahoga no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él".

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