La verdadera política social
Un caso real. el tabaco
Por Tabaré Viera
En el Uruguay se planta tabaco desde hace más 100 años.
En el presente, la producción con agricultores, se encuentra estabilizada en los 600.000 kilos, solamente para la empresa Monte Paz S.A y a la fecha de la realización del Censo General Agropecuario 2000 (última cifra oficial disponible) de la misma participan 132 productores con 257 hectáreas distribuidos en los departamentos de Artigas y Rivera.
La característica familiar de la producción actual de tabaco en el Uruguay resulta claramente refrendada cuando observamos las superficies cultivadas, siempre de acuerdo a las últimas cifras oficiales, el tamaño promedio de área sembrada es de 1,73 hectáreas, con un mínimo de 1 há. Y un máximo de 4,5 hás.
De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles la ocupación de mano de obra total en la producción de tabaco es de 986 personas de los cuales 643 se encuentran en el departamento de Artigas y 278 en Rivera.
La mayor parte de esta mano de obra es, justamente, de carácter familiar la cual representa el 88% del total ocupado, este hecho nos marca la enorme importancia social que el cultivo tiene en sus zonas de influencia.
Genera fuentes de trabajo permanente en una zona de gran importancia socio-estratégica para el país, coadyuvando con ello al afincamiento poblacional en la región fronteriza.
La comercialización se realiza por medio de la celebración de contratos entre la Compañía y los agricultores, donde se asegura y se determina de antemano la retribución mínima, los mecanismos de ajustes, la fecha de pago, los adelantos en efectivo, etc.
El éxito de la buena campaña contra el tabaquismo hace contraerse, como se espera, el mercado de consumo en el Uruguay, además los precios del tabaco a nivel internacional experimentan anualmente subas de muy moderada significación, contrastando con el elevado costo del tabaco nacional. La meta debe ser entonces la de un razonable abatimiento de costos y encarar procesos de diversificación y reconversión, que sin dejar de lado el tabaco permita a estos pequeños agricultores incorporar otros rubros a sus explotaciones.
En la zafra que está por comenzar se produjeron algunas demoras en las firmas de los contratos, hecho éste que provocó una gran preocupación en los productores y el surgimiento de una serie de rumores que vinculaban la actitud de la Compañía a la política del Gobierno en materia del combate al consumo de tabaco.
La fragilidad de la estructura económica y productiva de estos pequeños agricultores, hace que sea muy probable que esta situación se repita año a año con las incertidumbres que esto genera.
Por lo anterior es importante avanzar en una solución que permita a estos casi mil uruguayos que dependen de esta producción, lograr independizarse del cultivo de tabaco y que el mismo sea un rubro más de la explotación y no el único.
La solución
El Uruguay suscribió el 21 de mayo de 2003 en la ciudad de Ginebra el “Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud Para el Contralor del Tabaco”.
En el mencionado convenio las partes acuerdan dar prioridad a su derecho de proteger la salud pública, reconociendo que la propagación de la epidemia de tabaquismo es un problema mundial con graves consecuencias para la salud pública, que requiere la más amplia cooperación internacional posible y la participación de todos los países en una respuesta internacional eficaz, apropiada e integral.
Dicho Convenio es transformado en la Ley Nº 17.793 del 16 de julio de 2004.
El en artículo 22 se comprometen “Las Partes cooperarán directamente o por conducto de los organismos internacionales competentes… entre otras cosas, a lo siguiente:
iii) ayuda, según proceda, a los cultivadores de tabaco para llevar a efecto la transición de la producción agrícola hacia cultivos alternativos de manera económicamente viable.
En este contexto hemos propuesto en el Senado de la República, la creación por ley, de un fondo al estilo del Fondo de Reconversión de la Granja o del Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera que permita atacar simultáneamente la reconversión de estos productores y atender el endeudamiento bancario que enfrentan y que en muchos aspectos hacen inviables sus explotaciones.
Durante el pasado ejercicio el tabaco aporto al Estado por medio de la recaudación del IMESI un monto total de U$S 143.388.689,24 a lo que se debería adicionar en el entorno de los U$S 50.000.000 recaudado por concepto de IVA.
El fondo a crear estaría conformado por el 0,3% de la recaudación de IMESI producido por el tabaco, sería dirigido, administrado y representado por una Comisión Administradora Honoraria compuesta por un representante del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que la presidiría, un representante del Ministerio de Industria, Energía y Minería, un representante del Ministerio de Economía y Finanzas, un representante de la Intendencia Departamental de Artigas, un representante de la Intendencia Departamental de Rivera un representante propuesto por la industria tabacalera, dos representantes propuestos por los productores(uno de cada departamento).
El presidente Mujica tiene la palabra, hacemos oposición aportando soluciones.
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