Sí, hubo democracia plena desde 1985

Por Julio Mª Sanguinetti

Con  motivo del recordatorio de los 25 años de Democracia que tuvo lugar días pasados en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, en el programa En Perspectiva de radio El Espectador, entrevistado el ex Presidente Julio Mª Sanguinetti como protagonista privilegiado del “Cambio en Paz”, aludió a apreciaciones hechas por el Ing. Juan Carlos Doyenart, politólogo de destacada trayectoria, sobre que “… puede sostenerse que la democracia que empezamos a recorrer en marzo de 1985, no era una democracia plena.”
Para Sanguinetti esta apreciación “… es un error de concepto muy grave, no entendió lo que significaba. Compárelo con Chile, en Chile el comandante Pinochet sobrevivió como comandante en jefe del Ejército siete años más, y sobrevivieron los senadores nombrados por la dictadura, lo cual no retacea que el gobierno del presidente Aylwin o el del presidente Frei fueran gobiernos democráticos. Mire lo que pasó en Argentina, con sublevaciones, con leyes que fueron, que vinieron, con la Tablada, esto y lo otro. En Uruguay la democracia fue plena, desde el 1º de marzo no hubo ninguna restricción a la libertad, nadie puede decir que después del 1º de marzo del 85 haya habido un derecho humano retaceado, un derecho político reducido, un derecho de ningún tipo retaceado. La democracia fue plena.”
Sobre qué importancia debe asignarse a la resistencia de los militares que estaban citados a declarar por casos de violaciones a los derechos humanos, expresó Sanguinetti:
“Fue un episodio que ocurrió, efectivamente, pero tampoco significó un retaceo a la democracia. Es como si hoy dijéramos que porque hay una huelga del PIT-CNT en contra de un acto del gobierno nos encontramos con que no hay democracia. Al revés, son todas expresiones de la democracia; hubo protestas de militares como hubo protestas de civiles, como hubo reclamos de todo tipo. Esa es la vida, lo importante es que el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial actuaron con total independencia y autonomía, nadie puede sostener otra cosa. Los derechos estuvieron totalmente respetados. En la elección nacional, por otra parte, estuvieron todos los partidos; previamente no se pudo resolver alguna situación personal como el desgraciado caso de Wilson Ferreira, para quien no se logró la desproscripción, o el caso del general Seregni para quien tampoco se logró la desproscripción, pero eso fue lo previo, lo anterior. El 1º de marzo se asumió en total plenitud y nadie puede desconocer ese hecho, un gobierno plena y categóricamente democrático.”
En relación al pasado, incluso en la campaña electoral de 2009, Sanguinetti fue muy crítico con el entonces candidato José Mujica y otros dirigentes de su corriente, a quienes cuestionaba su compromiso con la democracia. Ahora que han pasado los meses y que se realizó este acto, ¿cómo observó la presencia en el Palacio Legislativo, en esta conmemoración, del Mujica presidente de la República?
“Lo veo con mucho agrado no solo personal sino institucional. Se trata de la incorporación plena a la vida cívica de un movimiento que en su tiempo no participó en la democracia, al revés, quiso sustituirla, realizó una revolución armada para sustituirla, entonces inspirado en la Revolución cubana, la revolución marxista, que por entonces convocaba tantas pasiones, tantas admiraciones y tantos rechazos en América Latina. La revolución había triunfado en el año 59, y en el 63 empezaron los movimientos insurgentes de ese tipo. En aquellos años fue un movimiento contrario a la democracia liberal, por cierto no fue el único en América Latina. Se consideraba que la democracia formal, la democracia burguesa, como se decía entonces, no significaba nada, se la despreciaba, y en nombre de eso esa gente fue a una revolución armada. Han pasado los años, se incorporaron luego a la vida cívica, les fue muy bien, y esa es una expresión muy importante, porque revela el éxito de la transición. Aquí no se excluyó a nadie, se les dio la posibilidad a todos, y aquel que se ganó por su mérito, por su esfuerzo, un lugar dentro del espacio que se ofreció, bienvenido sea. De modo que hoy no podemos mirar esto sino como algo muy afirmativo desde el punto de vista institucional.”
Esta celebración que se da cuando la democracia uruguaya parece más fuerte que nunca, con un ex guerrillero ejerciendo la Presidencia de la República y que ha sido capaz de propiciar el clima de entendimiento que hoy rige entre gobierno y oposición, abre un escenario singular, con pocos antecedentes, con un ambiente de concordia y cooperación que, entre otras cosas, permite que haya representantes de toda la oposición en directorios de organismos públicos, algo que solo había ocurrido una vez en la historia, justo hace 25 años, durante su primera presidencia. ¿Qué opina sobre estas singularidades?
“Es muy bueno que haya ocurrido eso, el país va demostrando madurez. También le digo que la concordia cívica y el buen diálogo no quieren decir unanimidad, estos días se hace una confusión a ese respecto, porque el gobierno sigue siendo gobierno y la oposición sigue siendo oposición. Esa incorporación a los organismos de contralor y a las empresas del Estado existió siempre, en modalidades diversas pero existió siempre, que es lo que quiere la Constitución, por otra parte.”

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