Preocupa
incremento del envejecimiento poblacional
El
secretario general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social Adolfo
Jiménez manifestó “que el envejecimiento
en iberoamérica es un tema preocupante, - recordando -, que el 8% de los 630
millones de iberoamericanos ya son personas con 65 años o más, de ellos 11
millones tienen más de 80 años y que las personas con más de 85 años son 5
millones”.
Por
su parte, Uruguay, de acuerdo a los censos 2011 tiene un índice de
envejecimiento casi el doble de Iberoamérica, con una media nacional de 14,1% y
según el secretario general de la ONAJPU, Sixto Amaro, “la perspectiva es que
esas cifras crezcan”. Ese indicador llega al máximo en Lavalleja con 16,7,
seguido de Colonia con 16%. Es en los departamentos norteños donde se registran
los menores índices de envejecimientos: Artigas 11,3%; Salto 11,8%; y Rivera
con 11.9%.
En
Rivera, por ejemplo, para una población de 103.493, ese porcentaje de 11.9
representa 12.340 personas mayores de 65 años de edad distribuidas en la
siguiente escala: de 65 a 69 años – 3666; de 70 a 74 años – 3192; de 75 a 79
años – 2520; de 80 a 84 años – 1631; de 85 a 89 años – 873; de 90 a 94 años –
351; de 95 a 99 años – 87 y de 100 y más años – 20.
Y
como para delimitar los grupos de adultos mayores, digamos que entre los 65 y
los 80 años está el mayor número con 5.712 personas; entre los 80 y 90 años
2514; en tanto que los mayores de 90 años son 458 personas, radicadas
fundamentalmente en las áreas urbanas.
Los
departamentos situados al sur del Río Negro presentan mayores porcentajes de
población mayor de 64 años, fruto de una dinámica demográfica caracterizada por
una menor fecundidad ( bajo índices de natalidad), e incremento de la esperanza de vida al nacer
(mejoras en la calidad de vida), siendo las dos causas fundamentales de lo que
técnicamente se denomina “envejecimiento de la población”.
Este
incremento de la población mayor de 65 años se percibe en el incremento de
casas y personas especializada en el cuidado de adultos mayores y de
instituciones y organizaciones, públicas y privadas de servicio a dicha franja
etaria. La directora de la división asuntos sociales de la Secretaría General
de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS) Beatriz Morán
observó con preocupación e inquietud el envejecimiento de la población del
continente, identificando entre los objetivos para el 2012 la creación de un
observatorio del adulto mayor, de un portal web que impulse la formación
presencial y a distancia, y una red de profesionales vinculados a los problemas
de los adultos mayores.
Para
Sixto Amaro de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del
Uruguay, “los adultos mayores quieren que la problemática sea considerada un
“tema de Estado”, donde participen el gobierno, los partidos políticos y los
actores sociales, para resolver de manera global este problema. Recordó que el
98% de los adultos mayores uruguayos cuentan con seguridad social y agregó que
es necesario incrementar la calidad de esa cobertura”.
Adriana
Rovira, del Instituto Nacional del Adulto Mayor (MIDES) destacó la aspiración
de concretar un Plan nacional de envejecimiento y vejez, sosteniendo la
necesidad de “incrementar el análisis y la implementación de políticas públicas
dirigidas a esta franja etaria”. Mencionó asimismo los cuatro conceptos
estratégicos de trabajo que buscarán implementar: 1) asegurar la dignidad de
todos los adultos mayores; 2) ampliar la protección efectiva real para estos
colectivos; 3) fortalecer su autonomía y 4) buscar la aplicación de una ética
de solidaridad intergeneracional.
Rovira
anunció asimismo los cinco objetivos que se plantean para este quinquenio: 1)
contribuir a la instalación de un Sistema de Cuidados; 2) lograr un acuerdo
político para elaborar un Plan nacional de envejecimiento y de vejez; 3)
intervenir en las áreas en que se detectan vacíos de protección en la red
actual;4) potenciar la promoción de
participación ciudadana
incorporarando las personas
mayores en la definición de las políticas públicas; y 5) lograr una
transformación cultural en relación a la vejez y el envejecimiento.
Hasta
aquí los datos oficiales y el paquete nacional e iberoamericano de proyectos
políticos o buenas intenciones. Mientras tanto, rescatamos la opinión del
director del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores de México
Alejandro Orozco Rubio quien señalo que
las políticas hacia el adulto mayor en México priorizan la creación de “la
cultura del envejecimiento”, entendiendo por tal , “ darle la oportunidad al
adulto mayor para que, por ser sujeto de derecho y no por pertenecer a un grupo
vulnerable, tenga la oportunidad de trabajar en el ámbito que sea de su
competencia, participe en las actividades que decida y tenga el derecho de
tener prestaciones sociales y pueda así seguir creciendo y desarrollándose”.
Como
se puede observar, la situación de nuestros “queridos” viejos, preocupa a la
macro sociedad contemporánea, tanto o más como a nuestra micro sociedad local.
Preocupación ciudadana que apunta a llenar el enorme vacío que encuentran
nuestros adultos mayores en los sistemas de salud, educación, vivienda,
trabajo, y seguridad social. En una sociedad que tiene como emblema la juventud
eterna, está lanzando a la letrina de la historia, el enorme tesoro de
conocimientos, experiencias y vida que encierran, en el caso de Rivera, las mas
de 12 mil personas adultas mayores. Evidentemente es necesario procesar cambios
radicales en las concepciones de vidas dominantes en la comunidad.
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