Controversias no difundidas en las olimpiadas de
Londres
Los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Londres 2012
es un fenómeno de fuerte impacto deportivo y humano a escala universal. Siempre
lo ha sido, pero las nuevas versiones con el servicio de las revolucionarias
tecnologías de la comunicación hacen que miles de millones de seres humanos, en
todo el planeta, tengan una participación, directa o indirecta singular. Como
fenómeno humano colectivo a escala universal tiene un conjunto de aristas que
no siempre son conocidas. Más aún, muchas de ellas deliberadamente ocultadas a
los efectos de no perjudicar intereses ajenos al espíritu deportivo olímpico.
Por tercera vez en su historia, Inglaterra es sede de
los Juegos Olímpicos. Bajo el lema “Inspirando a una generación”, el Comité
Organizador de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Londres 2012 (LOCOG en
inglés) ha proyectado las Olimpiadas
como una oportunidad para generar empleo, regenerar zonas desfavorecidas y
fomentar el deporte de base. Es que la actual versión de las legendarias
olimpíadas ocurre en una Europa doblegada por una profunda crisis financiera,
política y social. Allí también en
Inglaterra han resucitado fantasmas que se creían desaparecido para siempre. La
desocupación, la pobreza, la violencia e incluso la desnutrición de millones de
personas han conferido una segunda vigencias al emblemático Dickens.
Estas Olimpiadas 2012 tienen un costo estimado de
1.500 millones de euros, ocurriendo en un año caracterizado por los recortes al sistema educativo, la salud, y la inversión social, sacando a miles
de británicos desconformes a la calle. Y solamente en materia de seguridad, ha
llevado al mayor despliegue militar británico desde la II Guerra Mundial, con
un costo de 705 millones de euros. La Asociación de Altos Cargos Policiales
(ACPO) ha informado que alrededor de 12.000 agentes patrullarán las zonas olímpicas,
colaborando con los 17.000 militares –11.800 soldados, 2.600 marines y 2.600
aviadores– movilizados. A esta operación militar y policial hay que añadir los
17.500 vigilantes de seguridad privada contratados por el LOCOG, más un millar
de agentes estadounidenses. Los vigilantes privados, pertenecen a la empresa de
armamento y seguridad privada GS4, la
mayor compañía de seguridad privada del mundo, encargada de gestionar la
seguridad de estos Juegos. Nick Buckles, presidente de GS4, anunció que no iba
a poder proporcionar los 17.500 trabajadores acordados, y que el Ejército
tendría que suplir las vacantes con 3.500 operativos adicionales. La compañía
ahora se enfrenta a penalizaciones de hasta 63 millones de euros y a perder
otros contratos que tiene con la administración británica, incluyendo la
gestión de prisiones y comisarías.
La Ciudad Olímpica está protegida por una alambrada
electrificada de 5.000 voltios de tensión y 18 kilómetros de longitud, cuyo
costo asciende a 101 millones de euros. Mientras tanto, misiles tierra-aire
instalados en seis puntos del este de la capital, incluyendo la azotea de un
edificio residencial, velan por el mantenimiento de la zona de exclusión aérea
junto con los cazas y helicópteros de la Royal Air Force de las bases de Northolt
e Ilford y desde un portaaviones fondeado en el Támesis. La inversión en
seguridad, incluye también la instalación de cámaras de vigilancia, escáneres,
controles y software de reconocimiento facial y de matrículas. Asimismo aviones
no tripulados que patrullan el cielo de la ciudad; 55 equipos de perros de
ataque alrededor de la Ciudad Olímpica y las armas sónicas que protegerán el
recinto. El objetivo de todo ese despliegue no es sólo garantizar la seguridad,
sino también, según el Gobierno británico, aprovechar “una tremenda oportunidad
para exhibir lo que el sector privado puede hacer en materia de seguridad”.
Las Multinacionales más allá del valor educativo y los
principios éticos
Los organizadores de los juegos olímpicos han recibido
fuerte críticas por la elección de patrocinadores y los beneficios legales y fiscales
otorgados aún cuando se les hizo firmar
un código “acorde con las reglas
deportivas y principios definidos en la Carta Olímpica”, como la
“sostenibilidad”, el “valor educativo del buen ejemplo” y el “respeto por los
principios éticos fundamentales y universales”.
Sin embargo, la zona olímpica ha sido declarada
paraíso fiscal. Esta medida exime a todas las empresas participantes de pagar
impuesto, lo que según cálculos de la revista Ethical Consumer, supondrá una
pérdida de 891 millones de euros para las arcas públicas.
La lista de patrocinadores y proveedores incluye
empresas de ética cuestionable. Adidas, proveedor de uniformes olímpicos, está
siendo investigada tras denuncias sobre las condiciones de trabajo en sus
fabricas de Indonesia; Río Tinto, proveedor
de medallas, juzgada por delitos
medioambientales y de explotación laboral; otro tanto ocurre con Dow Chemical,
McDonalds, restaurante oficial y proveedor exclusivo de patatas fritas;
Coca-Cola, bebida oficial; o BP, proveedor de combustibles.
En el caso de la conocida firma Adidas los
propios medios británicos alertaron
sobre las condiciones de vida de los trabajadores de la fábrica en Camboya,
donde se produce para los Juegos Olímpicos. El salario medio que reciben no
basta, en algunos casos, ni para pagarse una comida decente. El sueldo básico
es de 61 dólares al mes y más cinco dólares de seguro médico. El salario puede
alcanzar los 120 dólares si el trabajador pasa diez horas en lugar de ocho en
la fábrica, según informaron los obreros al Daily Telegraph. Por su parte,
Adidas aseguró a los periodistas que el salario promedio es de 130 dólares
mensuales y su aumento está previsto para septiembre de este año 2012. Adidas
cumple con todos los requisitos establecidos por el Comité Organizador de los
Juegos Olímpicos de Londres, según la empresa.
Como se puede observar, los expuestos son números que
generan en las trastiendas olímpicas controversias y debates que seguramente
afloraran en las postrimerías de los juegos, conjuntamente con los dramáticos
momentos que vive el viejo continente, en particular, sus habitantes más
débiles. La crisis socioeconómica con sus enormes costos humanos ya se instaló
y todo indica que se profundizará en las próximas semanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario