Mujica y un paso atrás
Mujica retoma la senda del “como te
digo una cosa, te digo la otra”, da marcha atrás y desacompasa a quienes lo
siguieron en su frenética búsqueda por legalizar la marihuana. Ahora hasta los
psiquiátras lo cuestionan.
Mujica se refirió a las repercusiones
negativas que tuvo el proyecto para legalizar la marihuana en la sociedad
uruguaya. "El objetivo es que el país entero discuta de manera amplia y
profunda", afirmó, antes de reconocer que podría dar marcha atrás si no
consigue el respaldo necesario.
"Si el 60% del país no nos
respalda, nos vamos al mazo", admitió Mujica haciendo uso del dicho
popular del “truco". Siguiendo esa línea de razonamiento, explicitó: que
la viabilidad de la iniciativa, a su juicio, no tiene "un talismán",
aunque tiene claro que la regulación actual no ha dado resultado y que se debe
"tener un debate abierto en toda la sociedad, libre de todo
prejuicio", para tratar de solucionar el problema.
Una encuesta realizada por la
consultora Interconsult, publicada el pasado 27 de junio, reveló que el 60% de
los uruguayos es contrario al plan para que el Estado regule la producción y la
distribución de la marihuana. En tanto, sólo el 36% se manifestó a favor.
Mujica también recordó que en su país
históricamente existió el consumo de drogas. "Los grandes poetas, como
(Julio) Herrera y Reissig, se daban la papa y era una cosa bien vista en la
alta sociedad", señaló, y concluyó: "Salvo el amor, ninguna adicción
es buena".
No obstante la libertad
incuestionable de pensar en libertad, el Presidente, lo sabemos muy bien los
uruguayos, debe guardar cierto recato a la hora de las valoraciones más
íntimas, sobre todo si éstas arrasan de plano con tradiciones, usos y
costumbres. La cotidianeidad no es cosa que se pueda obviar, desconsiderar o
descartar después de usada. La cotidianeidad es la base del día a día, es el
quehacer constante de nuestro trabajo que nos va otorgando un perfil
dinamizador de cada una de las acciones que emprendemos.
Desaconsejable para psiquiátras
Mientras tanto, la Sociedad de
Psiquiatría opinó en páginas de EL PAÍS, que es "desaconsejable" la
legalización de la marihuana y cuestiona que el Estado envíe señales que
confundan a la ciudadanía sobre sus efectos, que pueden llegar a ser
"nocivos para la salud pública".
La Sociedad de Psiquiatría del
Uruguay y la Sociedad Uruguaya de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia,
no fueron consultadas por los técnicos del gobierno que elaboraron el proyecto
de legalización de la marihuana.
Pero más allá de quejarse tibiamente
por esto -"hubiera sido apropiado ser consultados como colectivo de
especialistas en el tema antes de difundir la intención de legalizar dicha
droga", dicen- salieron a expresar públicamente su opinión.
Los psiquiatras concluyen que desde
el punto de vista médico es "desaconsejable toda acción que facilite el
uso de cannabis". Además plantean que si desde el Estado se dan
"señales" de que su utilización es "inocua o aun positiva",
se "aumenta el riesgo de efectos nocivos para la salud pública".
Para argumentar su posición, los
especialistas destacan que el consumo de marihuana tiene "efectos
adversos".
"La intoxicación aguda (efecto
buscado por los consumidores debido a la sensación de bienestar, euforia y distorsión
de la percepción) produce alteraciones a nivel del estado del ánimo, la
atención, la concentración, la memoria, la ubicación en el tiempo y la
coordinación motora que persiste entre 8 a 12 horas", detallan en su
informe y agregaron que esto puede derivar en un aumento del riesgo de
accidente de tránsito u otros siniestros.
Pero hay otros efectos nocivos que
los psiquiatras sugieren a tener en cuenta.
Cuando el consumo es frecuente,
intenso y crónico, advierten, puede generar un "síndrome amotivacional con
apatía, desinterés, indiferencia, disfunción de las capacidades cognitivas
(atención, memoria, procesamiento de la información, razonamiento), afectación
de reflejos, actividad motora y coordinación.
Esto incluye alteraciones
emocionales, cansancio y aumento de peso. Se deterioran las actividades
interpersonales, sociales, el desempeño escolar, laboral, atlético, etc.
La marihuana también puede inducir
episodios psicóticos agudos: experiencias e ideas delirantes, alucinaciones.
Además es un factor de riesgo para la esquizofrenia.
El consumo puede inducir la aparición
de trastornos del estado del ánimo e incidir sobre su frecuencia e intensidad y
si bien los estudios no son concluyentes, acentuar el riesgo de
autoeliminación. La marihuana puede desencadenar crisis de pánico, y en los
dependientes la prevalencia de trastornos de ansiedad es elevada, advierten los
especialistas.
En su informe los psiquiatras también
mencionan "efectos positivos" de la marihuana -es usada como
analgésico, antiemético, antiespasmódico, broncodilatador, miorrelajante,
anticonvulsivante, ansiolítico, para aumentar el apetito y para disminuir el
sufrimiento de pacientes oncológicos- pero señalan que su uso "no mostró
superioridad ni mayor seguridad que otros agentes, aunque aporta sensación de
bienestar, lo que expone a riesgo de abuso o dependencia".
Por otra parte, los especialistas
citan resultados de la Quinta Encuesta Nacional en Hogares sobre Consumo de
Drogas del año pasado que concluye que el uso de marihuana tuvo un importante
incremento respecto al 2006. Según la encuesta el 16% de los consumidores
presentan signos de dependencia a la misma, "lo que establece una alerta
respecto a los daños que puede generar el uso problemático de la
marihuana".
Los especialistas reclamaron que para
una "adecuada evaluación" del proyecto es necesario que quienes lo
patrocinan y tienen a su cargo decidir se basen en "criterios
científicos" y no en "suposiciones, corazonadas, ideologías o
conveniencias".
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