Si el tema de la seguridad preocupaba
a los uruguayos, luego de los últimos hechos sucedidos en el COMCAR ha quedado
entre la indignación y la desesperanza.
Que un policía, joven riverense de 27
años, fuera poco menos que ajusticiado por un recluso, con una pistola 9 mm . es sencillamente
increíble. ¿Cómo pudo entrar a una cárcel de máxima seguridad un arma de grueso
calibre como esa?
Luego y en contra la opinión de
muchos, se adoptaron medidas como la suspensión de la visita en todo el
complejo carcelario. Los especialistas coinciden unánimemente que la visita
significa un tema de extrema importancia para los reclusos, al punto que
cualquier medida que la altere debe medirse cuidadosamente, pues puede derivar
en situaciones como las que ocurrieron. Fue la gota que desbordó el vaso de una
situación carcelaria tensa por varios motivos y se produjo el motín que devastó
dos módulos de la cárcel de Santiago Vázquez.
Las investigaciones recién comienzan,
pero hay varias consecuencias inmediatas. El Coordinador del Área Metropolitana
del Instituto Nacional de Rehabilitación, Insp. Eduardo Pereyra Cuadra, inmediatamente trató de
esparcir responsabilidades en lugar de asumir las propias.
Así fue que primero adjudicó la culpa
a los narcos y luego cometió el gravísimo ataque a los fueros de todos los
legisladores al afirmar genéricamente que había algún legislador involucrado en
una especie de conspiración política. Lo que en definitiva fue desmentido
categóricamente por el Ministro Bonomi y terminara por costarle el cargo y la
carrera.
Pero además la situación de deterioro
total de dos módulos, llevó a que debieron ser realojados más de mil reclusos,
entre otras cosas es parte de los objetivos de estos motines.
Y así es como se llega al envío el
lunes pasado, de ciento veinte peligrosos presos a la cárcel de Rivera.
Es un acto más de improvisación e imprevisión
de este gobierno y de este fracasado ministerio, que en el tema cárceles no ha
hecho lo que debía haber hecho que es más y mejores cárceles.
La prisión de Rivera, inaugurada hace
un año, no está en condiciones, ni tiene los recursos humanos suficientes para
tratar este tipo de reclusos. No fue construida para ser de máxima seguridad,
sino para cumplir funciones regionales.
Esta medida impactará fuertemente en
la sociedad de una población chica, típicamente del interior.
Como es fácil coincidir, no será
posible realizar la visita de familiares que residen a quinientos quilómetros
de distancia, por lo que seguramente se asentarán decenas de familiares de muy
diferentes culturas, hábitos y formas de vida. Estamos hablando de ciento
veinte reclusos del COMCAR, no de una decena de presos que cometieron un delito
ocasional.
Por ese motivo planteamos un pedido
de informes, que publicamos, para que el Ministro Eduardo Bonomi aclare y se
comprometa con una población que siente fuertemente incrementados sus temores y
con sobrada razón.
Pedido de informes
Estamos muy preocupados por el
problema de la inseguridad ciudadana, dentro de ella la situación del sistema
carcelario. En este marco estamos dispuestos a apoyar todas las acciones, que en uso de la autoridad legítima, tiendan
a devolver la seguridad a los uruguayos, pero nos es imperioso conocer detalles
y evaluaciones de las acciones que está llevando a cabo.
La reciente ola de motines y la
discutida actuación de las autoridades para prevenirlos y sofocarlos, ha empeorado la ya precaria situación del
sistema carcelario con la destrucción de dos módulos del complejo de Santiago
Vázquez y parte del Centro Nacional de Rehabilitación.
Esta situación ha hecho necesario el
realojo de más de un millar de reclusos en otras unidades del sistema
penitenciario.
El pasado fin de semana fue
trasladado al Penal de la ciudad de Rivera un número superior al centenar de
internos provenientes del Complejo Carcelario de Santiago Vázquez.
La mencionada cárcel inaugurada hace
un año no cuenta con todas las características, ni condiciones para albergar
presos del tipo que se alojaban en los destruidos módulos cuatro y cinco de
Santiago Vázquez.
Se encuentra a 500 kilómetros del
COMCAR por lo que la visita no podrá trasladarse con facilidad.
Hablamos de un número muy elevado de
presos que rápidamente cambiarán el ambiente socio-carcelario y su entorno con
posibles familiares que se asentarán, impactando fuertemente en una sociedad
pequeña del interior.
Por lo expuesto anteriormente
solicitamos que se nos informe sobre los siguientes puntos:
¿Cuántos son efectivamente los
reclusos trasladados a la cárcel de Rivera?
¿Cómo se ha llevado a cabo la selección de los reclusos
trasladados y que criterios técnicos se tuvieron en cuenta para dicha
selección?
¿Del total de reclusos cuantos son
primarios y cuantos reincidentes y porque que delitos han sido procesados?
¿Cuántos de los trasladados reciben
habitualmente visitas y como ha previsto esa Secretaría de Estado instrumentar
las mismas?
¿Cómo se ha previsto incrementar las
medidas de seguridad en la cárcel en el entendido de que la misma no ha sido
construida como un establecimiento para presos de alta peligrosidad?
Tenemos conocimiento que efectivos
policiales (sin la preparación adecuada) de localidades de departamentos
vecinos han sido trasladados a cumplir funciones en la cárcel ¿Se ha previsto
reforzar la dotación de funcionarios de las Jefaturas Departamentales para
cubrir estos lugares?
¿Por cuánto tiempo se van a alojar
estos presos en Rivera o van a quedar en forma permanente hasta su liberación?
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