Por segunda vez en la historia
y con diferencia de catorce años, un Papa visita la isla de los Castro.
Sin dudas que las diferencias
son mucho más que un cambio de protagonistas. En aquella ocasión Juan Pablo II,
"El Papa Viajero", recorría el
mundo habitualmente. Sus visitas se reiteraban a diversos países, como a
Uruguay donde estuvo en dos oportunidades.
Por otro lado en 1998, todavía
con mucho vigor, el Comandante Fidel Castro era quien reunía todo el poder
político y de gobierno, en esa larga y cruel dictadura comunista (53 años).
Aquella era una visita más esperanzadora,
el Papa polaco había influido decisivamente en el proceso democratizador de su
patria natal y por otro lado la iglesia católica isleña, tan perseguida
por la dictadura castrista veía la
posibilidad de una flexibilización del régimen.
"Que Cuba, con todas sus
magníficas posibilidades, se abra al mundo, y que el mundo se abra a Cuba"
manifestó Juan Pablo II, en la ocasión.
Mientras que Fidel, aún fuerte
decía "Cuba no conoce el miedo; desprecia la mentira; escucha con respeto;
cree en sus ideas; defiende inconmovible sus principios y no tiene nada que
ocultar al mundo".
En esta segunda visita papal,
una Cuba mucho más débil económica y políticamente recibe a un Prelado con
mucho menos carisma que el anterior.
Cuba hoy
El fracaso del llamado “Socialismo
Real” en el mundo se ha hecho patente,
luego de más de veintidós años de la caída del muro de Berlín y Cuba es hoy el
moribundo rescoldo de un sistema que ha condenado a su pueblo al atraso, a la
escases y a la pérdida de todas las libertades, en una de las más terribles y
largas dictaduras que separó a las familias desde hace cincuenta y tres años.
Cuba se encuentra desde la
caída del bloque socialista en una situación de crisis permanente conocida como
“periodo especial” (a partir del 1990-91).
El origen de esta crisis se
encuentra en que el sistema económico pre-crisis se basaba en una economía
irreal sostenida por la URSS ,
cuyas características eran la entrada de petróleo, maquinaria y materias primas
escasas en la isla a cambio del poco valorado excedente de la producción de
azúcar, café o cacao que conseguía el sistema productivo Cubano.
Con el periodo especial Cuba
entra en una fase de aislamiento económico cuya principal consecuencia es la
escasez de materias primas (especialmente el petróleo) dada la imposibilidad de
la isla de autoabastecerse o de ser competitivo en el mercado mundial, algo
acentuado hasta el extremo por el, a nuestro entender, equivocado bloqueo
económico impuesto por USA.
La caída del precio de las
materias primas (azúcar, cacao, café, etc.) hizo la balanza de pagos muy
negativa y crea la necesidad de que entren divisas por otros medios, por una
parte de los emigrados a USA y por otro de la explotación de una de las
principales ventajas geoestratégicas de Cuba, el turismo de sol y playa, y la
entrada de dólares con él.
La convivencia de dólares y
pesos crea una dualidad en la economía, un mercado en pesos, de tiendas vacías,
sueldos nimios y malos servicios (como es fácilmente apreciable en el transporte
y la hostelería en pesos, fundamentalmente orientados hacia el consumo del
Cubano y no del turista), con uno más eficiente basado en los dólares del
turista, en tiendas de artículos de importación, transportes y restaurantes más
ostentosos. Este mercado de dólares es cada vez más utilizado por una parte de
los cubanos que pueden permitírselo “inventando” o que lo obtiene de sus
familiares emigrados.
La propiedad
En cuba no existe propiedad
privada ni colectiva sino propiedad estatal. El estado planifica y gestiona
todo el sistema productivo para luego distribuir los beneficios en el país y en
mantener el sistema.
El estado cubre todas las
ramas de la producción, prestando a cambio sanidad y educación gratuita y
comerciando para conseguir los productos escasos en la isla. Por lo tanto la
mayor parte de los medios de producción y del suelo son propiedad del estado.
Las únicas excepciones son las empresas mixtas relacionadas con el turismo, las
pequeñas propiedades agrícolas y los pequeños comercios privados que empiezan a
aparecer a partir de los 90s.
La vivienda
La vivienda es en su totalidad
propiedad del estado y se distribuye de forma más o menos equitativa entre la
población. No se puede comprar, alquilar o vender casas, es el estado el único
que las asigna por lo que en teoría todo ciudadano tiene acceso a una vivienda
digna. Es cierto que no existen los anillos de asentamientos, cantegriles o
favelas, en torno a las grandes urbes que existen en las metrópolis
Latinoamericanas, sin embargo hay muchos casos a los que podemos calificar de
infravivienda.
Las libertades
Como sabemos en Cuba hay un
solo partido político, el Partido Comunista. No se admite la disidencia, la que
es duramente reprimida por el régimen.
Precisamente la disidencia
interna denunció ayer decenas de detenciones arbitrarias de opositores, entre
ellos dieciocho Damas de Blanco, así como amenazas e intimidaciones en los días
previos a la llegada de Benedicto XVI a la isla.
El órgano político más básico
son las “circuncisiones”, asambleas barriales organizadas en mayor o menor
medida por los CDR barriales. De allí se elijen los delegados hasta la Asamblea del Poder
Popular, que se reúne una sola vez al año.
Tampoco hay libertad de
pensamiento y mucho menos de expresión. No está permitido viajar sin permiso,
por lo que las familias en general están divididas con los que pudieron huir de
la isla.
Que se espera de esta visita
Monseñor Luis Armando Tineo
Rivera, Obispo Auxiliar de Caracas, dijo
que “es un proceso de deshielo, de
acercamiento entre la Iglesia
y las autoridades de Cuba en búsqueda de crear un ambiente de paz, de
reconciliación, de inaugurar una época de diálogo, algo que fuera en beneficio
histórico del pueblo cubano".
Afirmó que el trabajo de la Iglesia en Cuba ha
significado la liberación progresiva de por lo menos un millar de presos
políticos. El objetivo fundamental es "desmontar la confrontación estéril
que ha perdido vigencia" entre el gobierno cubano y la Iglesia , reiteró.
A su vez el experto de la Universidad de Navarra
e historiador Ignacio Uría, autor del libro 'Iglesia y revolución en Cuba', ha
señalado que el Papa Benedicto XVI está animando con su discurso durante la
visita a Cuba, donde permanecerá hasta este jueves, a la construcción de una
vía "intermedia" entre capitalismo y comunismo basada en la Doctrina Social de
la Iglesia.
Esta tercera vía, según ha
indicado Uría, defiende que el mercado debe estar "corregido por el
Estado", al tiempo que debe existir una "función social de la
propiedad" de forma que no se pase de la "dictadura del
marxismo" a la "dictadura del relativismo y de los mercados".
Por otro lado hay quienes
esperan la caída de los Castro del poder para que Cuba reconstruya una
democracia republicana plena y al igual que en la ex URSS se instale un régimen
de libertad económica.
Sin embargo todo parece
difícil mientras los hermanos Fidel y Raúl Castro estén vigentes, a tenerse por
los dichos del viejo comandante:
”Preferiremos mil veces la
muerte antes que renunciar a nuestras convicciones”. Fidel Castro.
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