Raúl ARMAND UGÓN
Quisiera escribir algo sobre la Represa de Cuñapirú.
La verdad que los que tenemos el placer de conocer el lugar en su total dimensión, ya sea por acampar en él, o por en su momento, estar a cargo de la Junta de Corrales, que es la que por cercanía está más a mano para atender el lugar, es que opinamos al respecto.
Aemás esta decir que somos los que siempre pensamos que si estas instalaciones estuviesen en cualquier otra parte del mundo ya estarían explotadas en su total dimensión, por todo lo que la Represa significa.
Sabemos por Historiadores y por lo que hemos aprendido del lugar, todo lo que fue en sus comienzos y hasta nos hemos podido imaginar y retrotraernos en el tiempo al saber todos los obreros de distintas nacionalidades que llegaron a trabajar para la construcción de la Represa, que en definitiva, sin ella no era posible tal emprendimiento (1878-1882).
La mayoría de los trabajadores vivían en un centro poblado que estaba a 4 km de allí llamado Santa Ernestina. Había cerca de 2000 personas de varios países y por lo tanto con distintas costumbres. También se podrían cubrir casi que todas las necesidades básicas , sobre todo en cuanto a alimentación , ropas, ramos generales y hasta la parte de distracción y placer. Sabido es que existía desde un teatro hasta un prostíbulo con “madames” traídas desde la lejana Paris, para atender todas las necesidades de los europeos y de los que por allí se encontraban.
Digo europeos por que la mayoría eran italianos, franceses, ingleses, alemanes, portugueses y españoles. Basta ir al Cementerio de Santa Ernestina y ver algunos nombres de las lápidas que allí están.
Por lo que nos han contado allí los trabajadores italianos (anarquistas), ya con experiencia gremial en su lejana Patria, comenzaron a influenciar a los demás para que los “franchutes” les dieran algún otro beneficio a cambio del oro que ellos estaban sacando desde las entrañas de la tierra, ya sea desde la propia Santa Ernestina o desde la más alejada mina de San Gregorio que eran las dos primeras que fueron explotadas.
Un aviso se hizo conocer rápidamente ese 13 de enero de 1880 que llevaba la firma del Director General de la empresa y en el que se detallaba un nuevo modo de paga, el sueldo establecido por día de los trabajadores, provocó la primera huelga motín del País que se tenga conocimiento.
Según parece la Empresa sugería pagar por días trabajados y los trabajadores querían cobrar por mes completo independientemente si se trabajase o no. Los días que no se trabajaban serian por impedimentos técnicos o climáticos. Dentro de los primeros nos imaginamos por ejemplo que “ La Clotilde” se rompiese; que era una pequeña locomotora de trocha angosta que llevaba el cuarzo bruto desde S. Ernestina hasta la “planta industrial” a orillas del Cuñapirú, o que los 24 morteros dejasen de funcionar, o que los aerocarriles dejasen de transportar el cuarzo desde los 12 km que separaban a S. Gregorio. Claro está que si algo de estos inconvenientes sucedían, los trabajadores estaban disponibles ,dispuestos, pero prácticamente sin poder trabajar y darle productividad a la empresa, que con el solo hecho de “parar “ la misma ,ya estaría perdiendo ¿quién tenía razón entonces?.
Parece que eran varios los frentes de trabajo (1878-1882). En el momento se estaban construyendo las torres a través de los mencionados 12 km, cuyos materiales fueron traídos en carretas desde Paysandú ,que a su vez fueron desembarcados en el puerto de allí por barcos provenientes desde España o Inglaterra. El tendido de cables, en toda esa extensión, los estiradores de los mismos, las 240 volquetas que harían el transporte del cuarzo, abriendo los pozos en las piedras con toda la dificultad que implica, para instalar las mencionadas torres.
Por otro lado el traslado de la locomotora hasta el lugar con el tendido de las vías , previo la construcción del puente de “San Pablo” ( todavía existente ), terraplenes construidos a pico y pala para que circulase la locomotora con 4 vagones adelante y 4 atrás haciendo el recorrido con el cuarzo desde Sta. Ernestina hasta la molienda e incluso llevando hasta los propios trabajadores colgados hasta la “planta”(4Kms).
En ésta había muchísimo movimiento, no solo cuando la construcción de la Represa, sino después que empiezan a funcionar las turbinas que producían el movimiento para mover los aerocarriles y también para los morteros que trabajarían las 24 horas sin parar; además toda la parte de albañiles, carpinteros, electricistas, (una de las 5 turbinas producía energía eléctrica para todo el emprendimiento), también estaban los de la parte administrativa, herreros, y personal dedicado a la alimentación de tanta gente.
También pensamos que en las dos minas (que eran trabajadas por el sistema de galerías, o sea siguiendo la veta del material aurífero que estaba a plena vista) allí habían muchos obreros al rayo del sol y la mayoría a decenas de metros en las entrañas de la tierra, o mejor dicho de la piedra.
Como nos imaginamos el movimiento era muy intenso en esta parte de nuestro Rivera, incluso alguien propuso que debería ser por aquella zona la capital del departamento y por orden superior y para poner límite y resistencia a los vecinos, se optó por la Villa Ceballos que incluso tenía menos habitantes.
Volviendo al lugar de la Represa, podemos imaginarnos el ruido infernal de los morteros, el chillido a rieles, el sonido de la locomotora , los sonidos producidos por el mecanismo del movimiento de las turbinas que producían la “fuerza” para alimentar toda esa industria….de avanzada en el país de entonces, acostumbrado a la tranquilidad del campo.
La que sería la primer Represa Hidroeléctrica de América del Sur fue inaugurada en el año 1882 y construida por la Compañía Francesa de Oro del Uruguay.
Dejo de funcionar en 1918 (36 años de trabajo continuo con diferentes empresas). Con las crecientes de 1959 se destrozo el dique que retenía el embalse , el cual también dejó de generar energía.
Hoy llegar al lugar, en el medio de ese silencio casi fantasmal, nos produce, pena, impotencia y hasta lastima.
Apenas son 120 años (ciento veinte) que nos separan desde sus comienzos y no hemos podido hacer prácticamente nada por conservar ese rico Patrimonio que lo tenemos al alcance de las manos. Pensar que el Partenón en la lejana Atenas, o el Coliseo en Roma tienen mas de 2000 años(dos mil) y los que tuvimos la oportunidad de conocerlos sabemos que están muy bien conservados, ¿por que nosotros no podemos hacer lo mismo con nuestra Represa?.
¿Qué pensaría el Ing. Civil y en Minería, el español Clemente Barrial Posadas?. El fue el ideólogo y propulsor de la Minería en el Uruguay y el que dirigió la obra que fue imponente para esos años. Con todos los adelantos que surgieron en estos 120 años, ¿no podríamos reconstruirla? ¿o tercerizarla, para que alguien la explote turísticamente?.
Creo que cada uno que visita el lugar, se forma una idea de lo que habría que hacer allí, demostrando de esta manera que no está de acuerdo que el tiempo siga haciendo estragos en tan hermoso lugar.
Además no tenemos que inventar ninguna historia, es todo verdad ( o pudo serlo) basta con fomentar, o saber divulgar lo que allí sucedió para llenar la curiosidad de los turistas que visitan toda la zona.
Hemos escuchado también que los alemanes que allí trabajaban introdujeron al bandoneón al Uruguay….o que las lozas y los cubiertos utilizados por los superiores eran de Inglaterra….o que el vino y el champagne utilizados a diario eran provenientes de Francia …incluso hemos escuchado que la mamá de Carlos Gardel, frecuentó el lugar, acompañando a don Carlos Escayola, que tenía intereses en el lugar. Sabido es que el zorzal criollo nació en Tacuarembó…..pero también allí era Tacuarembó!!! La separación de los departamentos fue posterior (1 de oct. de 1884) ¿o alguien sabe exactamente donde nació?.
En fin ,se podrían decir muchas cosas , hasta que no se demuestre lo contrario…pero creo que no es el caso de la Represa de Cuñapirú, porque basta conocer el lugar para que entre todos podamos hacer algo al respecto para despertar este gigante dormido que tenemos allí.
Sabemos del Comodato entre UTE y de la IDR, pero también sabemos que ninguna de las dos Instituciones tiene interés en explotar por si mismas el lugar. y va pasando el tiempo y van cayendo algunos techos, cielorrasos y hasta paredes, y nosotros viéndolos caer sin poder hacer nada. Existe también una Comisión de Patrimonio, con muy buenas intenciones e ideas pero sin recursos, y por lo tanto sin poder hacer nada.
Antes que yo , otros vecinos del lugar y del Departamento manifestaron su preocupación por lo que allí se está desperdiciando ; la diferencia ahora es que existe en el lugar una Explotación Minera ,moderna, pujante y que quizás estaría de acuerdo en hacer algo en el lugar. Cuentan con maquinarias enormes que han realizados en estos últimos 12 años obras mucho más grandes que las que habría que hacer en la Represa de Cuñapirú.
Tengo entendido que cuanto más colaboren con la zona y con la región más a su favor pesa en la bolsa de valores que trabajan estas empresas…quizás hasta les convendría invertir en la restauración parcial o total del lugar, incluso para ellos mismos tener algún tipo de beneficios, como valorizar la propia empresa por ayudar a la conservación del Patrimonio y del Medio Ambiente de toda la zona de influencia de la misma.
Solamente quería dar a conocer mi punto de vista , para de alguna manera tratar de contagiar a alguien más para que seamos dos los interesados en el tema, y después contagiar a dos mas y llegar a ir multiplicando hasta que formemos una corriente que podamos mover las turbinas del progreso turístico para que se instale todo un circuito minero que perdure en el tiempo y que le haríamos mucho bien al Departamento a la región y al País.
Todo sea por la Primer Represa Hidroeléctrica de América del Sur o de lo que está quedando de ella.
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