“La clave del crecimiento de la productividad en el largo plazo está en la educación de su gente. Es alarmante ver cómo algunas autoridades de la enseñanza se muestran pusilánimes para responder ante ellas”
Egresado como economista de la Universidad de la República, Julio de Brun es un profesional allegado al partido Colorado. Presidió la Corporación Nacional para el Desarrollo.
En 2002, en plena crisis bancaria, fue nombrado presidente del Banco Central del Uruguay, coincidiendo con el nombramiento de Alejandro Atchugarry como Ministro de Economía y Finanzas. Durante su gestión le asignó la responsabilidad de encarar la realidad de las instituciones quebradas Banco Montevideo, Banco la Caja Obrera, Banco de Crédito y Banco Comercial. Ocupó la titularidad de la máxima autoridad monetaria uruguaya hasta el advenimiento del gobierno del Frente Amplio, en que fue sustituido en el cargo por Walter Cancela.
En el presente, ejerce la docencia en la Universidad ORT Uruguay, donde se desempeña como Catedrático de Economía Monetaria y Crecimiento Económico.
Es Director Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU).
¿Qué análisis hace la Asociación de Bancos Privados del Uruguay, de los hechos de público conocimiento, que finalizaron con un guardia de seguridad fallecido en un atraco perpetrado en una sucursal bancaria?
Fue un acontecimiento lamentable, fruto del auge que la delincuencia ha tenido en los últimos tiempos. De alguna forma, es una muestra de una modalidad delictiva que no afecta solo a los bancos. Un malhechor que utiliza un arma en el exterior de un establecimiento bancario elimina toda posibilidad de éxito en su atraco, como ocurrió en este caso, a menos que se trate de un operativo de gran escala, tanto en gente como en armamento y en objetivos del robo.
No estamos tratando con una banda organizada de asaltantes de bancos, sino con rateros, algunos de ellos desequilibrados, que tanto les da llevarse diez mil dólares o cobrarse una vida. Un fenómeno de estas características no puede enfrentarse solo con medidas de seguridad en los bancos, ya que eso no hace más que derivar el delito hacia otros objetivos.
Es un problema que debe atacarse desde su raíz, y en eso las instituciones bancarias se sienten comprometidas a colaborar con las autoridades para combatir este flagelo.
¿Cuáles son las medidas inmediatas que debería tomar el Ministerio del Interior en este sentido?
Con mucho tino, las autoridades policiales han diagnosticado este fenómeno como algo propio del fenómeno de delincuencia que vive el país, y ha adoptado medidas en esa línea. Se trata de mejorar la cobertura en las áreas de mayor sensibilidad, uno de cuyos elementos puede ser la concentración de establecimientos bancarios, pero también puede haber otros criterios en función de los objetivos que se trace el Ministerio del Interior.
La idea es que la presencia policial en las calles no solo proteja a los bancos, sino también otras posibles victimas de los asaltantes. El Ministerio tiene previsto solicitar algún apoyo en esa tarea al sistema de seguridad privada con que cuentan los bancos, a lo cual no nos opondremos. Lo que si debemos tener en cuenta es que la capacidad técnica y la autoridad para el ejercicio de las actividades de seguimiento y detención de los delincuentes esta en manos de la Policia. La seguridad privada puede reforzar el numero de personas dedicadas a las tareas de seguridad, se pueden coordinar sus acciones con las de la Policia para lograr mejores resultados, pero en ningún caso pueden (ni deben) sustituir a la Policia.
El principio fundamental en materia de seguridad bancaria es que esta es disuasiva y preventiva. Nunca es represiva, pues la experiencia domestica e internacional muestra que los intentos de defensa y captura dentro de un establecimiento bancario dan lugar a episodios de violencia cuyas consecuencias exceden en mucho el daño material que se quiere evitar, o sea, el robo de valores. Por otra parte, la violencia siempre da lugar a más violencia.
Si un asaltante de bancos espera ser agredido en su intento, su iniciativa también será mas violenta. Toda cadena se rompe en su eslabón más débil, y todo sistema de seguridad, mas allá de su excelencia, tiene un punto débil. Los bancos no tratan de eliminar los puntos débiles, pues ello es imposible, sino de desviar la acción delictiva hacia donde genera menos daños materiales y donde tenga nulas consecuencias en materia de vidas humanas.
Si Ud. fortalece los aspectos físicos y materiales (como en las propuestas de "bunquerizacion" de establecimientos, por ejemplo), se encuentra con la paradoja de que el punto mas débil de la cadena pasa a ser el factor humano, acrecentando el riesgo de daños e incluso perdidas humanas, ya sea mediante ataques directos al personal de seguridad, toma de rehenes o amenazas a los funcionarios bancarios.
Por poner un ejemplo, en los Estados Unidos la modalidad de robo de bancos mas común (cuando lo que se trata de robar no son grandes sumas de dinero, como fue el caso de la ola de asaltos de los primeros meses de este año en Uruguay) no involucra el uso de armas de fuego, sino la amenaza a los cajeros mediante alguna nota.
Como ve, no hay sistema antirrobos garantizado. Los bancos son instituciones que manejan dinero y atienden público, esa es la naturaleza de su función, y por lo tanto es natural que sean objeto de intentos de robo. Asi ha sido históricamente, en todos lados, y asi seguirá siendo. Lo importante, cuando esos robos ocurren, son dos cosas: que el monto robado sea de poca significación y sin riesgo de vidas, y que la acción posterior de la Policia en el seguimiento y captura del delincuente sea facilitada por las herramientas y procedimientos de seguridad del banco. Lo que pedimos al Ministerio del Interior es precisamente eso: que mejore sus tiempos de respuesta ante un siniestro, para aprovechar de la mejor manera posible los mecanismos de detección que el sistema de seguridad bancario ofrece. Y haremos lo que este a nuestro alcance para colaborar con el Ministerio en ello.
¿Qué opina de la figura del policía bancario como se propuso desde la secretaría de Estado?
Como dije antes, en un mundo ideal la labor policial es una prerrogativa del Estado y no es bueno que se pretenda una sustitución por parte de guardias privados. Si no nos encontramos en ese mundo ideal por un problema de recursos, se hará lo posible por colaborar, pero siempre es preferible aportar para disponer de una Policia estatal mas fuerte, antes que formar una policia privada paralela.
¿Qué análisis realiza de la política cambiaria en nuestro país?
Prefiero hablar de política monetaria, en sentido más amplio, sobre la cual veo con buenos ojos que el Banco Central tenga bien clara la prioridad que debe tener su aplicación en el objetivo de estabilidad de precios. El tipo de cambio, en ese contexto, no es más que uno de los instrumentos que el Banco Central tiene a su disposición para alcanzar sus objetivos en materia de inflación.
La particular coyuntura que vive el dólar en el mercado mundial y el fuerte ingreso de capitales que esta recibiendo Uruguay pone a la política monetaria en nuestro país en un dilema, al que no escapan otros bancos centrales de la región: dicho ingreso de capitales genera un estimulo a la actividad interna que presiona sobre los precios, y las medidas tradicionales de freno a la demanda interna, como la suba de las tasas de interés, no hacen mas que exacerbar dicho ingreso de capitales.
Es un problema típico de cuando se intenta cumplir con varios objetivos con un solo instrumento. Creo que la política monetaria debería concentrarse en el objetivo de contener la inflación a mediano plazo, y la política economia en su conjunto debería contribuir de forma armónica para que ello se logre sin generar más estímulos al ingreso de capitales.
Si bien el problema de la apreciación de las monedas domesticas no es exclusivo de Uruguay, creo que la aplicación de una política fiscal demasiado expansiva y el estimulo a la celebración de una ronda de convenios salariales sobre la base de supuestos muy optimistas de la productividad dejaron muy sola a la política monetaria con la tarea del control de la demanda interna, situación que de una u otra forma termina reflejándose en una apreciación mayor de la moneda domestica.
¿Que debilidades presenta el sistema financiero uruguayo?
Si bien no es un problema acuciante en el corto plazo, debemos pensar en una mejora de la rentabilidad del sistema en el mediano plazo. Esto esta relacionado con la capacidad del sistema bancario de incrementar su base de clientes y poder incursionar con éxito en el segmento de créditos al consumo, donde por razones de costos operativos tiene desventajas competitivas con otras entidades de préstamo no bancarias.
Una evolución hacia un mayor uso de herramientas electrónicas de pago revertiría parte de esas desventajas competitivas, al tiempo que atenuaría los problemas de seguridad a que aludíamos mas arriba. Pero ello solo es posible con la cooperacion del gobierno, ya que la informalidad es una de las principales barreras al crecimiento de la bancarizacion.
¿Cuáles son sus fortalezas?
La calidad de los servicios que ofrecen los bancos, que aportan además la necesaria conectividad financiera que una economia como la uruguaya tiene que tener con el mundo, esta ciertamente en la base de la presencia de estas instituciones como intermediarios financieros en Uruguay.
A esto se suma una importante solidez patrimonial, reforzada por el apoyo que muchos de los principales bancos del mundo han brindado a sus unidades de negocios en el país aun en los tiempos mas difíciles. Si a esto le suma la calidad del personal, sobre el cual las instituciones invierten continuamente en capacitación, termina completando las condiciones para que Ud. encuentre en los bancos uruguayos su mas confiable asesor y operador financiero.
Según datos del instituto Uruguay XXI, el valor en dólares de las solicitudes de exportación durante el mes de mayo fue casi del orden del 37% superior al del mismo mes del año anterior ¿Qué análisis hace de la situación?
No es de extrañar, ya que es consecuencia de la excepcional coyuntura en materia de precios que vive el país, que ha estimulado un crecimiento de la producción, en particular agrícola, sin precedentes, aun dejando de lado o quitando el efecto de los factores climáticos.
Según analistas internacionales, Asia muestra signos de desaceleración. Por otra parte la inflación en algunos de esos países se estaría controlando. ¿Cuáles serían los principales efectos que estos comportamientos tendrían en nuestra economia?
Creo que vamos a experimentar un cambio en esta coyuntura formidable cuando la inflación comience a ser un problema en los Estados Unidos y se revierta la actual situación de abundante liquidez internacional. Allí es donde podremos visualizar cuanto del crecimiento que experimentaron muchos países emergentes en los últimos años es fruto de políticas económicas sanas y de reformas bien implementadas, y cuanto fue fruto de la circunstancia.
Creo que la continuidad durante ya cuatro décadas de reformas económicas orientadas al mercado más allá del gobierno de turno van a dejar a Uruguay bien posicionado para enfrentar ese cambio de coyuntura, aun cuando hay debilidades que deben enfrentarse a tiempo.
¿Cuáles son los desafíos que tiene la economía uruguaya en los próximos diez años?
No podemos pensar que el producto per capita uruguayo siga creciendo apoyado por una coyuntura de precios favorable en el sector agrícola. Este se ha visto beneficiado con importantes mejoras, pero la clave del crecimiento de la productividad en el largo plazo en este país no esta en los recursos naturales, sino en la educacion de su gente. Allí es donde se han encendido luces amarillas (incluso rojas), y es alarmante ver como algunas autoridades de la enseñanza se muestran pusilánimes para responder ante ellas.
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