Cristina F. Pereda
Desde un link en Twitter. Desde un comentario en Facebook. Desde un correo electrónico. A través del teléfono móvil o de una 'tableta'. Y, a veces, también en un ordenador. Avanza la tecnología y los lectores llegan al contenido, cada vez más, desde direcciones diferentes. Ya no hay un camino único, como comprar el periódico o encender el televisor. Ni una rutina, como las noticias de la radio en el coche y el periódico con el café. Ni un momento exacto en el que adquirir y consultar la información. Hay tantos métodos como lectores.
El nuevo contexto de los medios de comunicación presenta un reto excepcional. Los usuarios cada vez tienen más poder y recursos para acceder a las noticias que sí quieren recibir y más oportunidades de evitar el contenido que no les interesa. Las publicaciones, a su vez, se ven obligadas a crear nuevas formas de distribución de su producto.
El iPad de Apple, por ejemplo, ha inspirado la creación de varias aplicaciones que están cambiando los hábitos de lectura. Imagine leer este texto sin el anuncio que ahora te distrae sobre el titular. Ni la imagen que queda a la derecha del texto, parpadeando. Ni los vídeos que a veces arrancan solos. Sólo hay texto. Y con el fondo gris, no este blanco molesto, y el tipo de letra que quieras. Ya está inventado. Las aplicaciones Instapaper y Read it Later te permiten archivar artículos y leerlos después en un iPhone o iPad, libre de distracciones.
Comparación del mismo artículo en las aplicaciones para iPad Instapaper, Flipboard, Zite y en su diseño original.
Y si te gusta su diseño austero pero prefieres saber qué comparten en todo momento tus contactos en las redes sociales, también hay donde elegir. Flipboard crea una revista con el contenido que sugieren los contactos a los que sigues en redes sociales. Zite, el último estreno, se basa en el tu cuenta de Twitter y Google Reader y las recomendaciones mejoran cuanto más lees.
El resultado son revistas, medios, fuentes de contenido totalmente personalizadas para cada lector. Todas han alterado cómo accedemos a la información, la cantidad de tiempo que pasamos con ella e incluso en qué momento del día leemos.
"El desafío para la industria es cómo presentar ese material en todas las plataformas que hay ahora en el mercado", explica Joshua Benton, director del Laboratiorio Nieman de Periodismo, en la Universidad de Harvard. El método de distribución tradicional de los medios se enfrenta a una reestructuración. "Antes presentaban la información como un paquete unificado bajo la cabecera. Ahora que hay nuevas herramientas, las noticias tienen que ser algo más", dice Benton.
Nueva tecnología, nuevos hábitos
Un estudio de la aplicación Read it Later demuestra que los nuevos dispositivos crean nuevos hábitos. Los usuarios de la aplicación guardan la mayor parte del contenido entre las ocho de la mañana y las tres de la tarde y lo leen después. La hora de más lectura, en el ordenador, es entre las 18 y 22 horas. El cambio llega con el iPhone. La mayoría de los lectores consulta los artículos entre las seis y las nueve de la mañana, coincidiendo con el viaje al trabajo, y entre las cinco de la tarde y las diez de la noche. Y el horario de mayor audiencia para las televisiones, entre las siete y once de la noche, ya tiene competidor: el iPad.
Estudio de Read it Later sobre consumo de artículos en iPad
Hemos entrado en la era post-ordenador. El periodista especializado Frederic Filloux declaró 2010 "el año del iPad". Las previsiones para 2011 ascienden a 35 o 40 millones de iPad, prácticamente la misma cifra de ordenadores que dejarán de venderse este año. Sólo el 7 por ciento de los norteamericanos tienen uno, pero son el doble que hace apenas cuatro meses.
"En un mundo donde los consumidores deciden qué noticias quieren recibir y cómo hacerlo, el futuro pertenece a aquellos que entiendan los cambios de comportamiento del público y puedan personalizar el contenido para cada usuario y explotarlo con publicidad", reconocía Tom Rosenstiel director del Centro Pew de Investigación en el último informe sobre el Estado de los Medios.
El 84 por ciento de los dueños de un iPad lo usan para seguir las noticias, según una encuesta del Instituto Reynolds de Periodismo. El 81 por ciento lee libros y revistas. Y más de tres de cada cuatro lo utiliza más de media hora al día.
Nunca sabremos si los hábitos de los lectores cambiaron porque los dispositivos móviles trajeron el periodismo hasta sus manos. O si las aplicaciones que distribuyen esa información personalizada se adaptaron a las nuevas costumbres de los usuarios. Pero los lectores tienen a la tecnología a su favor. A las aplicaciones para leer, se les han unido páginas web como Longreads, Summify o el mismo blog de Instapaper, que proporcionan artículos largos para leer posteriormente. La comodidad de leer sin distracciones puede hacer que cuando regreses a la página original del artículo, el ruido de links, anuncios e imágenes se haga insoportable.
Y también presentan problemas para los medios de comunicación porque eliminan de los artículos casi toda la publicidad que aparece en las páginas originales -y que suponen su principal fuente de ingresos. "Por eso dudan tanto a la hora de apoyarles", dice Benton. Sin embargo, hay diferencias entre las aplicaciones. Para que un artículo aparezca en Instapaper, por ejemplo, el lector tiene que haber pasado por la página original y guardarlo. En el caso de la revista personalizada Zite, no.
Flipboard se convirtió en la aplicación del año 2010 según Apple y tiene acuerdos legales con varios medios. Zipe ha empezado con mal pie. Está basada en un algoritmo que no obliga a ver la página original del artículo y elimina toda la publicidad. Además carece de un acuerdo con los medios y varios de ellos ya presentaron una carta pidiendo que deje de agregar su contenido.
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