Así no Presidente, así no …
En su audición radial en M24 de FM, el Presidente hizo una serie de consideraciones una vez conocidas las posiciones políticas fundamentalmente de del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado, a propósito del supuesto consentimiento de los Intendentes Colorados de Salto y Rivera, germán Coutinho y Marne Osorio, sobre su propuesta de crear 18 delegados departamentales para atender las políticas del Gobierno Nacional en los territorios, es decir, a lo largo y ancho del país cohabitando, en muchos casos, con las acciones directas e indirectas desplegadas por los Gobiernos Departamentales.
De buena fuente sabemos que ni Coutinho y Osorio dieron el sí a la propuesta. Hasta donde habló Mujica de sus palabras sólo podía inferirse un piense, reflexiones y tomen su decisión, las que de antemano, el Intendente Blanco Wilson Ezquerra anticipó que se daría en forma consensuada después de un Congreso que tendría lugar sólo para ese fin.
Y Coitinho, siguiendo el tenor de su atinada intervención como Vicepresidente del Congreso de Intendentes, al terminar la reunión con Mujica en Anchorena, repasó uno tras otro los acuerdos y cuando llegó al capítulo de los Delegados Presidenciales, expresó: ”queda a estudio y valoración del Congreso para tomar una posición institucional”.
Previamente el propio Mujica había dicho: “si este tema de los Delegados jode, o se considera una intromisión, lo reserio y chau”.
Pero como para el Presidente su máxima es “como te digo una cosa, te digo la otra”, sabida la posición de los senadores Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay) y Tabaré Viera (Proba), salió con el siguiente exabrupto:
"Lamentablemente viejos actores de la política, no por la edad sino por la cabeza, no han podido entender la historia presente de cambios en la apertura, en la buena fe, en la práctica de las relaciones políticas … ubicarse en el llamado general a la lucha por la unidad nacional los deja inmersos en el país cola de paja politiquero que en todo ve mala intención, presiones y chantajes".
Finalmente, aludiendo a quienes no lo entienden, en su rol de Mujica y no de Presidente, manifestó: “es bueno tomar un vasito de buena fe todas las mañanas".
Sepa, señor Presidente, que no se puede estar de acuerdo con usted tan sólo por buena fe. Las actitudes del pasado son quienes dan las credenciales de confiabilidad que ahora parece usted requerir para poder pensar distinto que usted. Si fuera por el pasado y por el juzgamiento de la realidad sobre las cosas del pasado, ¿confiaría en usted mismo a base de la buena fe alegada?
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