José Luis Ituño
El lunes 27 la Administración de los Servicios de Salud del Estado amaneció con fiebre.
Si en los nosocomios de esa entidad hubiesen controlado la temperatura a los nueve directores de salud cesados en sus cargos, los termómetros hubiesen explotado.
Los informativos daban cuenta bien temprano acerca de la resolución de ASSE de remover de sus cargos a nueve Directores Nacionales de Salud, que según el presidente de esa administración Dr. Mario Córdoba, habían sido “elegidos” por el Director de ASSE Alfredo Silva entre ex compañeros de su sindicato.
Córdoba se defendió ante los periodistas, señalando que “los nuevos directores por su calidad de sindicalistas conocen muy bien ASSE, así como sus metas y están alineados a la política de la administración”.
También aseguró el jerarca que, estas cosas (los relevos de funcionarios de dirección de carrera, por sindicalistas) seguirán ocurriendo.
¿Qué será de los concursos?
La medida, llama poderosamente la atención, por varias razones. Sin entrar en calificativos personales hacia los nuevos “ungidos” por Silva, a quienes no tengo el gusto de conocer, quisiera centrar mi columna en algunos conceptos.
Lo primero, decir que lo ocurrido en ASSE, es una nueva muestra de la “frenteamplización” o de la “aplanadora frentista”, que no mira carreras funcionales, curriculums, experiencia, etc. para tomar determinaciones insólitas como esta de cambiar radicalmente a nueve jerarcas de un plumazo y en su lugar nombrar sindicalistas (ahora ex sindicalistas).
Los militante sindicales, son militantes sindicales, con sus códigos, sus ideas, sus luchas y sus políticas basadas en criterios bien diferentes a los de los cargos de dirección, es más diría que en muchas oportunidades el sindicato se ha visto enfrentado a los Directores de Salud en sus reivindicaciones.
Pero además de todo ello, el gobierno del Frente Amplio se ha tildado de “campeón olímpico” de la transparencia, el respeto por las carreras funcionales y fundamentalmente, los concursos, aunque cosas como estas se ven a diario en toda la administración.
De todos modos, pocas veces se han visto cosas tan insólitas como relevar de un solo plumazo a nueve jerarcas de carrera y solvencia.
Pero como he dicho y escrito, posiblemente esta sea la tan prometida reforma del estado a la que ha hecho mención Mujica en varias oportunidades
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