Asentamientos y cárceles

Por Luis M. Forteza
Hacinamiento de las personas – Agresión a los Derechos Humanos (DD.HH.) – Re – inserción a la Sociedad – Re – educación y educación- Socialización
Escuchamos con espanto en los informativos radiales, observamos estupefactos los noticieros televisivos y nos inquieta absolutamente la situación de inseguridad que se acrecienta en la Sociedad uruguaya.

La situación de seguridad pasa por atender no solo a ella en sí misma, sino también, y fundamentalmente, sus causas y las principales de éstas no son las que normalmente les gusta decir y se empeñan en ello, los dirigentes oficialistas, que las causas son debido a la miseria y la pobreza existente, dichos que se contradicen a lo que ha sido la dignidad del Hombre, dignidad que ha estado distribuída y compartida en toda la escala societaria.

Pues los hay pobres y ricos dignos, como indignos, pero quiero detenerme a pensar en aquellos cuyas oportunidades se ven retaceadas por nacer, ya, en condiciones desfavorables y me refiero a los que se encuentran en asentamientos y no a aquellos cuyo normal hábitat es la campaña. Esbozar en nuestra mente la manera en que familias enteras viven, es representarnos el hacinamiento existente en las cárceles por la superpoblación existente, y la superpoblación se da en los 2 casos: en las cárceles y en los asentamientos. Y en ambos observamos un común denominador: la privación de libertad, unos por delitos cometidos contra la sociedad que los ampara y cobija; y otros por la privación de bienestar que su peculiar situación de pobreza les impide tener acceso, por supuesto que en este caso la mayoría de las veces son porque la persona se lo buscó ella misma con causales que son diversas y motivo de estudios sociológicos de los técnicos.

Cuál es la solución a esta situación de parte de la Sociedad? La única salida es activar la construcción de viviendas para erradicar los asentamientos, y de cárceles para erradicar el hacinamiento presidiario. Este razonamiento es fácil apoyarlo si analogizamos la situación con el Estadio “Centenario” en el que caben 75.000 personas, imposible pensar que podamos poner 225.000, o sea, 3 veces más, para ver un partido de fútbol.

A todo esto es que la Sociedad debe avocarse, colaborar y resolver; no es intentar dar solución, sino resolver. El Estado debe poner su parte en el control debido a lo que ha otorgado y otorga por Organización, Gobierno, Dirección y Administración de los dineros y de la cosa pública, so pena de caer en omisión por permitir que los dineros públicos sean mal versados, mal gastados, provocando un doble esfuerzo fiscal. Por otra parte, la otra responsabilidad del Estado sobre su control en el gasto público, es brindar la Educación adecuada a cada situación para que llegue en forma práctica a los niveles más necesitados y conjuntamente a ésta el control necesario para que los padres respondan ante el Estado por su Patria Potestad ( Código Civil - Cap. IV – Secc. I – art.116 y Título III – Cap. I – arts. 252, 257, 258, 261, y otros concernientes al tema), agregando lo dispuesto específicamente, al respecto, en el Código del Niño. Como podemos apreciar todo está legislado, solo resta a nuestra Sociedad hacer que las leyes se cumplan con todo su peso y con el espíritu con las que fueron concebidas.

Solo de esta forma podremos pensar en soluciones prácticas cuya contundencia se proyecta directamente con efectos positivos sobre los problemas: más viviendas para eliminar los asentamientos; más cárceles para eliminar los hacinamientos actuales; más educación para que los educandos conozcan los límites entre lo que es Derecho y Deber, y más acción paternal y maternal para los menores de edad, o sea una socialización integral. Así tendremos la oportunidad con la obligación implícita de recuperar la Sociedad que todos añoramos, y digo añoramos en el sentido de volver a ser aquella Sociedad que conocimos, la que nos enseñaron nuestros padres y abuelos: de respeto y cariño, o sea mejorar las condiciones para buscar y alcanzar un mejor Destino.

Alcanzar estas condiciones no son, en la actualidad, un trabajo fácil, pues nuestra generación es la responsable de haber derribado por tierra todos aquellos principios que hacen a la autoridad, particularmente profesado desde tiendas de la Izquierda porque al decir de Lenin y Gramsci: “...provoca la envidia, provoca el caos, provoca la anarquía, que lograrás el ambiente necesario e imprescindible para actuar en pro de la revolución para la búsqueda y la consecución del Hombre Nuevo”.

Nuestro Pueblo tiene la inteligencia necesaria para alcanzar ese mejor Destino, pero hay que despertarle, incentivarle y mostrarle el camino.

Hoy, el despertador, el incentivo y el camino han quedado expresados en la performance recientemente alcanzada por nuestra Selección Nacional de Fútbol y sus Técnicos y colaboradores, quienes nos dejaron una lección de vida por lo que se puede lograr trabajando en equipo: la felicidad de todos los uruguayos.

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