Esa mañana casi ni degustó la polenta
con tuco que su abuela le había preparado antes de irse con su padre Rodolfo,
para la canchita del Deportivo Artigas Club en la ciudad de Salto.
El “Cheo” Luis Suárez tenía la
responsabilidad esa tarde, de meterle varios goles a su tradicional oponente en
la liga salteña de baby fútbol el poderoso “Saladero”. Entonces en 1993, Luisito tenía6 años.
Un año después el “Cheo” Suárez con
siete años, se vino para Montevideo con su madre y sus 6 hermanos, donde
comenzó a jugar para el Urreta, uno de los mejores cuadros de Baby Fútbol de la Liga Parque,
para posteriormente entrar en las inferiores de Nacional y luego lo que ya
sabemos del goleador uruguayo.
Hasta aquí la historia de Suárez nacido en 1987 en la mitad del primer período
de gobierno de Julio María
Sanguinetti, en su aspecto deportivo.
MUCHOS GOLES, POCA HISTORIA
La semana pasada el magnífico
goleador celeste en una entrevista a la cadena rusa RT, confesó su “amor” por
Mujica a quien catalogó como “un
excelente presidente que ha hecho las cosas que hay que hacer y que no le
mintió a la gente”.
En otra parte de su entrevista dijo
que el “Uruguay está volviendo a ser lo que era y que mucha gente que se había
ido está volviendo gracias al gobierno de Mujica” (en clara alusión a los
gobiernos del Partido Colorado y Partido Nacional).
Una más que arriesgada opinión la del
“Cheo” denostando todo lo que se hizo en Uruguay desde el retorno a la democracia
en 1994, cuando él mismo aún apenas figuraba en los planes de sus padres.
Resulta obvio que alguien le contó la
historia, o le escribió el libreto para recitarlo a coro de ranas.
Una lástima la actitud de Suárez, que
opinó sin saber absolutamente nada de lo que ha pasado el Uruguay desde 1985 a
la fecha y ninguneando todo tiempo pasado, tiempo que vivió jugando en su Salto
natal y luego en Montevideo.
Se me cayó un ídolo y sépase que la
actitud de Suárez me hubiese dolido, fuera el presidente que fuera…no voy a
cambiar mi comentario si el presidente es de mi palo, porque es una cuestión de
actitud y de saber ubicarse en la vida.
Después de esto el sábado le mete
tres goles a Venezuela y me tengo que ir del país…..
¿Qué quería ocultar la mafia? Quería
que las autoridades norteamericanas, y especialmente el poderoso fiscal general
Bobby Kennedy, no supieran que los gángsters norteamericanos habían acabado
pactando con La Habana, sencillamente porque los servicios cubanos de
inteligencia tenían presos a algunos de ellos y podían hacer lo que le estaba
vedado al FBI: comenzar a exterminar mafiosos en cualquier lugar del planeta.
Más aún: matando a Oswald la mafia
servía a dos amos contrapuestos al mismo tiempo. Por una punta ayudaba a Cuba
eliminando a un incómodo castrista que acababa de asesinar al presidente de
Estados Unidos inducido por La Habana, y por la otra salvaba a Bobby Kennedy
del escándalo supremo de verse envuelto en una conspiración con la mafia para
matar a un jefe de Estado extranjero, delito que hubiera podido llevarlo a la
cárcel.
Todavía falta un gran libro sobre
Ruby y sus conexiones. Ojalá Brian Latell se anime a escribirlo.
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