José Luis ITUÑO
El Diputado Javier García se autoproclama
ideólogo del candidato único entre blancos y colorados para enfrentar al Frente
Amplio en Montevideo, idea que ahora Pedro Bordaberry agranda, planteando un
balotaje municipal en todo el país, similar al nacional.
Para ser sincero, debo decir que quienes antes
hablamos de esto fuimos; primero el
dirigente del Partido Nacional, Pablo Freitas (ex candidato a Alcalde
por Montevideo), luego el diputado José Pedro Cardozo del mismo partido y yo
desde OPINAR en diciembre de 2011, o sea que la idea original no es de García
como dice el Senador Heber, en tal caso es del nacionalista Pablo Freitas. Que
quede claro.
De todos modos, sea quien sea el ideólogo, la
alternativa que plantea Bordaberry, es absolutamente lógica en pleno siglo XXI
y cuando las democracias, se están transformando en “más democracia” (valga la
redundancia).
Pregunto a la primera dama que ha salido
abanderada del tema por el FA, ¿acaso el que su esposo haya llegado a ser
Presidente de la República, en un balotaje con el voto de al menos cien mil
ciudadanos colorados no es algo más que legítimo? ¿Esa instancia no debería ser
motivo de orgullo republicano para el matrimonio presidencial? ¿O es que en ese
momento sirvió y ahora no sirve y es una maniobra electoral?
HASTA EL ÚLTIMO VOTO
La democracia es 100% perfecta, siempre y cuando
los ciudadanos tengamos la mayor garantía de elegir a quienes realmente
queremos que nos gobiernen, sea el Uruguay o el Departamento.
¿Cuántas veces en el pasado hemos trabajado y
votado por un candidato y resulta electo otro dentro del partido,
ideológicamente distante de nuestro
pensamiento, solo por acumulación de lemas?
Las etapas electorales (balotajes) en cualquier
proceso de este tipo, son siempre a favor de más y mejor democracia, nunca se
hacen para cerrar caminos o premiar a quienes no cuentan con el consenso de las
mayorías.
Algunos voceros del Frente Amplio como el
senador Rubio, salen a tirar petardos, tratando de confundir a los ciudadanos
hablando de “familias ideológicas” blanquicoloradas, desafiando el futuro como diciendo “vengan no les tenemos miedo”.
Allá él.
En el 2009 en plena campaña electoral hacia
noviembre, resulta que los colorados (el fiel de la balanza en el balotaje
entre Mujica y Lacalle) no éramos tan malos ni tan leprosos y hasta se solía
poner al batllismo como dentro de la amplia familia ideológica de
Mujica…..tratando de captar nuestros votos.
Cambia todo cambia…..y los colorados volvimos a
ser los leprosos, los mismos que visitaba el Ché Guevara cruzando el río.
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