Qué
hacer cuando el mejor de los mundos se derrumba
"Dar
el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única
manera" Albert Einstein
Que
Uruguay está viviendo el período más próspero de su historia, es un hecho que
quema los ojos.
Diversificación
de la producción de materias primas altamente apreciadas como carne, cereales,
frutas, vinos, hortalizas, madera, lana,
leche, miel, oro, cuarzo, aguas termales, pescado, etc.etc. Con empleo suficiente, si bien malos o buenos, se pisa el umbral de
la plena ocupación. El auge,
especialmente en zonas de frontera, con el sistema de free shop. Al igual que
norteamericanos, europeos y japoneses en sus momentos, se parece tocar el cielo
con las manos. Sin embargo, no es oro todo lo que brilla.
La
verdad concreta, tangible y aprehensible, la que está más allá de las
apariencias y de las palabras, desnuda y cruel se presenta ante las miradas
incrédulas, en los momentos de dolor, de crisis, cuando la vida parece tocar
fondo. Todo parece hundirse en la incertidumbre y la duda. En lo colectivo y en
lo individual el sistema de vida dominante y paradigmática, se agrieta y abre
ventanas al vacío. Y las cúpulas del poder, miran hacia todos los lados
aferrándose a la idea de que el capitalismo a todos los niveles es aún lo que
más conviene a las personas y al mundo. Algunos ignoran lo que pasa un poco más
allá del patio de su casa, y creen que todo es propaganda política de
izquierda. Sin embargo, y como lo afirmó Einstein, que el ejemplo es la única
manera de influir en los demás, citemos entonces dos ejemplos que sirven para
“desasnar” a los que se dicen saber todas.
En
este mes de octubre, una foto recorrió el mundo. Olga Onassis, una anciana de
90 años, viuda de Georgios Onassis, primo de Aristóteles Onassis, el
multimillonario griego atrapado por la bella y fogosa Jacqueline, viuda del ex
presidente John F. Kennedy, hurgaba en la basura para buscar comida, en las
calles de Atenas, la cuna milenaria de la civilización occidental. La razón de que Olga, viuda de Georgios la
mano derecha en los negocios de Aristóteles, sea una mendiga y que apenas tenga
con qué vivir, la tiene la familia, y data de tiempo atrás, cuando aún no había
estallado la crisis en Europa. Su ruina es consecuencia de los litigios con Athina
Onassis, heredera del imperio familiar, que en el 2004 dejó de pagarle la
pensión económica que hasta entonces recibía.
A
pesar de sus penurias económicas, Olga aún conserva "una figura
elegante" señalan las crónicas periodísticas a la par que apuntan que la
misma es una imagen simbólica de la propia Grecia, convertida en la hermana
lumpen y paria de la madrastra usurera Europa. "No puedo creer lo que le
ha pasado a mi país", declaró la anciana al tabloide Bild Zeitung,
reproducido por el The Daily Mail. Y como ocurre siempre, la crisis tiene dos
caras, los pobres cada día más pobres y los ricos cada vez más ricos, la
“inversionista” Athina Onassis vive ahora en el emergente Brasil con su marido,
en una modesta casa de 1.000 m2, en que invirtió para adquirirla 6,2 millones
de euros en el 2003, totalmente indiferente a la situación de Olga Onassis que
tiene que “requechar” basuras para protegerse del frío.
El
segundo ejemplo está allí, en la periferia de New Jersey, Estados Unidos de
Norteamérica, país cuna del capitalismo y el más rico del mundo. En un
campamento, una señora mayor de 50 años, arquitecta de profesión, perdió el
empleo por la crisis, ganaba 250 000 dólares al año, y ahora es una mendiga.
La compañía en que trabajaba, cerró y se
mudó a Hong Kong, donde el trabajo barato permite mayor rentabilidad al
capital. En ese campamento hay personas que vivieron en el esplendor, perdieron
sus casas y fortunas por la crisis, hoy no tienen edad para trabajar, o mejor
dicho con la edad que tienen nadie les da trabajo, porque superan el medio
siglo.
La
actual crisis de la economía mundial, la que el capitalismo no puede evitar
cada cierto número de años, enciende el llano popular. Los “Indignados” se unen
y recorren el planeta. Y no es para menos, los ciudadanos simples, coléricos,
furiosos, que trabajaron toda la vida, no pueden quedar quietos cuando ve que
se le hace humo no sólo el trabajo, sino el hogar, el auto, el seguro médico,
la educación y hasta la alimentación. Sin duda, las personas en esas condiciones
no quieren llegar a viejos, en un mundo cada vez más envejecido. Los jóvenes
dudan de que puedan avanzar mucho como especie humana si los artífices de la
economía capitalista siguen apretando las tuercas y matando la gallina de los
huevos de oro.
Pensando
en aquel antiguo refrán: "No hagas a los demás lo que no quisieras que te
hicieran a ti", y observando los ejemplos citados, quién no le preguntaría
a los poderosos del mundo, si ese es el estilo de vida que quisieran para
ellos? Cuál será el propósito final de ese gran mundo? No sé si alguien tiene
la respuesta, pero lo sensato y racional es aprender del ejemplo ajeno, y
planificar nuestro propio naufragio. El único salva-Vidas será el hilado con la
Solidaridad humilde; la Justicia
honesta, el Trabajo digno, y la Libertad creativa orientada al bienestar de
todos seres humanos.
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