Ni quien lo escuche
Por José Luis Ituño
La cúpula castrense no está contenta.
Toda la solidaridad y reconocimiento de malos salarios, que el propio Mujica había manifestado a cientos de efectivos militares en Durazno (base Santa Bernardina) fueron aplastados por miles de frías hojas membretadas con la sigla “MEF” y a cuyo pie se vio la firma del “Ñato” Lorenzo (que de forma sorpresiva fue metido en el paquete de los “elegidos” de Lucía, junto con Sendic y el pelado Martínez, para disputar la presidencia en 2014).
El presupuesto quinquenal del gobierno, relegó a los uniformados al penúltimo lugar en la lista de “atendidos” y no solo eso: el presupuesto les rebaja los salarios (la minutas por dictar clase se bajaron de 7 a 2 mil pesos), al tiempo que agranda la brecha aún más entre los civiles que trabajan en el MDN y los militares.
Mientras los civiles se rigen por COFE con salarios de más de 14 mil pesos, sus compañeros de oficina pero militares, apenas si llegan a los 6 u 8 mil pesos.
De particular (confianza)
Por otro lado, una nueva tomadura de pelo puso de punta a los militares, muchos de los que ya han anunciado retirarse ante tanto manoseo, los cargos de dirección del Ministerio de Defensa, serán ahora ocupados por particulares (con suculentos sueldos), que nada tienen que ver con la actividad castrense, y que no sería de extrañar desconozcan los códigos de ética de los uniformados uruguayos, cuya vida está dedicada a tiempo completo a esa actividad que conocen y respetan.
Algo que huele raro, aunque por estos días se están procesando diversas reuniones entre las altas jerarquías castrenses y Rosadilla a efectos de tratar de que el parlamento nacional modifique alguna de las miles de frías hojas enviadas por Lorenzo a ese cuerpo deliberativo nacional.
No se vislumbra una salida rápida al asunto, máxime teniendo en cuenta que una vez más, las lágrimas y la voz quebrada de Mujica en su discurso en Santa Bernardina (que hicieron pensar en que el primer mandatario estaba realmente preocupado de la situación de “los milicos”), se las llevó el viento.
Mejor dicho se las llevó el “Ñato” Lorenzo con su presupuesto, y en el que da un nuevo mamporrazo a los uniformados.
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