¿Como ve al Partido Colorado en su rol opositor a pocos días de empezar el segundo gobierno frenteamplista?

Por Flores silva
No. El Partido Colorado no ha sido opositor. Ni respecto del anterior gobierno ni respecto del actual.

Seré más claro. Nosotros somos el partido de los republicanos uruguayos. Nosotros sentimos la república. Es decir, un sistema de contralor del abuso del poder, tendencia frecuentemente implícita en el ejercicio del poder, un sistema de fiscalización de la cosa pública, de la “res pública”, un sistema de transparencia, de rendición de cuentas de gestión y de acciones económicas. Un sistema de garantías para el individuo y de contralor de los gobernantes. Eso fue la construcción republicana colorada primero y batllista después. Fuimos ingenieros institucionales capaces de armar un sistema de reglas de juego que generando ciudadanía cívica (frente a la justicia o a los medios de comunicación, por ejemplo), ciudadanía política y ciudadanía social, construimos a fuer de republicanos un temprano Estado del Bienestar.

Cuando no hay suficiente república, entonces hay opacidad y no transparencia, falsedad y no rendición de cuentas, debilidad en los ciudadanos a los que les van siendo arrancados sus derechos y garantías. Cada vez que unos abusan del poder otros disminuyen el que les corresponde o quedan carentes de poder. La pobreza, por ejemplo, es un problema socioeconómico, por un lado, pero por otro lado es condenar a la gente que la sufra a no tener poder.

El primer gobierno del FA fue una vergüenza en términos republicanos. Un retroceso. Los antiliberales y antirrepublicanos tienen un concepto de proselitismo en que la verdad no importa, lo único que importa es la propaganda. Lo que diga la propaganda es la verdad. Después de 5 años de gobierno, la pobreza que era de 13% en toda la década del 90, es de más del 20%. Es menor al pico de la crisis de 2002 pero es muy superior a la el FA denunciaba en todos los años 90. Ojalá hubieren disminuido la pobreza a lo que criticaban en los años 90. No, ahora, en el sexto año del gobierno del FA es mucho más. 350.000 pobres más que en la década del 90, cuando criticaban todo. Y hay que ser muy incapaces para tener la pobreza hoy tan alta. Porque han gozado de mucha riqueza. Por ejemplo, la carne, que estaba a 1.200 dólares la tonelada en 2005, llegó a 4.200 dólares a fines de 2008 y ahora está en 2.800 dólares. Con los productos agrícolas igual. Han recibido dinero nunca imaginado por el país por sus ventas al exterior –los mejores precios en 100 años-, eso ha multiplicado la recaudación impositiva y no solo no supieron bajar sensiblemente la pobreza –han hecho todo tipo de maquillaje estadístico- sino que además, la distribución del ingreso ha sido un desastre. Mucho peor que en los años 90. Es decir, los ricos ahora son más ricos que en la década del 90 y los pobres son más pobres. La participación de los salarios en el Producto Interno Bruto, en las actividad económica del país, era históricamente del 40%, en los años 90 de más del 30% y ahora de poco más del 20%.

Han endeudado al país más que nadie en la historia uruguaya. La deuda externa, sin contar los intereses, era de 13.000 millones de dólares cuando asumieron y ahora es de 22.000 millones. La aumentaron un 70%, confiscando el futuro de las generaciones futuras y lograron hacerlo increíblemente en medio de la bonanza económica.

Claro, metieron 25.000 funcionarios públicos con concursos que el propio Presidente Mujica dijo que no eran en serio y la mayoría los metieron por arriba, rompiendo en toda unidad ejecutora del Estado la carrera administrativa. Clientelismo tal que metieron 14 personas por día al Estado, cada día de los cinco años, incluyendo domingos y feriados.

En el tema fiscal también falsean la realidad, porque la mayoría de los ingresos del fisco es por impuestos indirectos (IVA, Imesi) pese a toda la propaganda que hacen.

Han extranjerizado mucha cosa en el país, felices. La industria frigorífica casi toda, la industria arrocera toda, la tierra, etc.

Ahora bien, yo tuve amigos frentistas que murieron, fueron torturados, desaparecieron, se exiliaron creyendo luchar contra la pobreza, la desigualdad, la deuda externa, el clientelismo, la extranjerización. El FA simplemente estafó a sus héroes.

No ha habido oposición que los desenmascare. No.
UD. ha insistido siempre en el valor de la tradición, el republicanismo y la reconstrucción del Batllismo. ¿Cómo visualiza estos conceptos en el marco de la nueva conducción partidaria?

El partido tuvo, en el siglo XX, un gran desarrollo republicano con el primer Batllismo. El politólogo colorado Ernesto Castellanos tiene un trabajo sobre como se concretaron simultáneamente las ciudadanías social, política y cívica. El politólogo colorado Pablo Ney Ferreira ha estudiado la matriz republicana que gestó al país moderno y el politólogo colorado Eduardo Alonso ha estudiado la modernidad sin par de la república de partidos que se construyó. El maestrando en ciencias políticas, Víctor Rodríguez, está estudiando la relación entre el republicanismo y los poderes fácticos en el Uruguay, porque ello fue una clave. En el pequeño país modelo, según decía, Batlle y Ordóñez, se construyó buena parte de nuestra identidad.

El segundo Batllismo quiso hacer una profundización socialdemócrata con el fortalecimiento del Estado en la política de sustitución de importaciones. Logró resultados sociales, pero no supo adecuar la sustitución de importaciones a un mercado chico: hizo mercadointernismo con carencia de mercado interno. Ello complicó la economía y el crecimiento. Pero Don Luis no retrocedió un ápice en cuanto al republicanismo del país.

El tercer Batllismo –protagonizado por el liderazgo de Julio Sanguinetti y Jorge Batlle- no supo suficiente de republicanismo. Ello se explica por los tiempos que vivió el país y yo no soy afecto a explicaciones personalistas. Pero es claro, respetando a todos, que el Dr. Batlle fue más republicano y menos socialdemócrata que el Dr. Sanguinetti y que éste fue menos republicano y más socialdemócrata que el Dr. Batlle. Pero no se logró la síntesis republicana radical y socialdemócrata que es la esencia del Batllismo. El tercer Batllismo no enfrentó a los poderes fácticos y muchas veces confundió sistema con establishment –sistema establecido de privilegios- el que, justamente, suele ser un obstáculo al funcionamiento del sistema. En lugar de defender al sistema defendió a los poderes fácticos. El vergonzoso caso de la relación del partido a favor de los medios audiovisuales es un ejemplo claro. Se deterioró, asimismo, un valor clave del republicanismo batllista, la deliberación pública, y terminamos sin propuesta republicana y en crisis.

Creo que el Batllismo le debe a los colorados no batllistas que hicieran un aporte importante durante la peligrosa crisis del Partido. Pero eso es tan claro como que el Partido no crecerá sin Batllismo. De manera que hay que renovar el discurso republicano del Partido y alinear de propuesta republicana al Partido y a sus jóvenes generaciones. En suma, la política es propuesta, crítica y proselitismo de ideas. El Partido Colorado no propone, no critica y no expande ideas. Resultado: está mal. Ahora, el Partido es bastante bueno en auto engañarse y como Lacalle perdió 6 puntos en los últimos 45 días de la campaña electoral (pasó de 35% a 29%) y nosotros crecimos del 11 al 17 creemos que eso se debe a nuestro mérito, a nuestra propuesta. O, sacamos menos votos que nunca en la historia del país en la elección municipal, peor que en el 2005, y lo vendemos como una victoria

¿Que evaluación realiza del primer gobierno frenteamplista y que percepción tiene del actual?

Como he dicho, el republicanismo tiene sus problemas, básicamente, cuando deja de adecuar sus instituciones. Tenemos un sistema judicial malo, un sistema electoral malo, un sistema mediático malo y faltan las mínimas reglas de juego en campos tan importantes como son en la economía moderna las entidades reguladoras de la competencia, que son las que defienden al país y al ciudadano. El nacionalismo también tiene sus problemas, pues no tiene mucho que decir en la civilización global. El que tiene más problemas, sin embargo, es el socialismo antiliberal. Todos sus postulados se cayeron y resultó la peor catástrofe en la historia de la humanidad. Mató 5 veces más gente que Hitler.

El pensamiento socialista de raíz marxista no entiende de transparencia, de rendición de cuentas. Su compromiso es con el mesianismo del que provienen y el que sienten encarnar y entonces todo vale. En la rendición de cuentas el FA es falsario, como hemos dicho antes. Y tiene éxito porque no hay oposición fuerte. En la transparencia es un desastre. El gobierno de Vázquez, lisa y llanamente, es el gobierno que ha incurrido en más irregularidades en la historia del país. Si uno va sumando, con Venezuela, sin contar los problemas de Ancap, hay 250 millones de dólares de irregularidades. Estoy sumando los 60 millones de dólares de venta de software iniciales, un escándalo. Los 150 millones de dólares de las viviendas vendidas y no construidas: en el juzgado está el pago de 18 millones de dólares de la comisión a Antonini Wilson, que es perseguido en Buenos Aires por 800.000 dólares y en realidad acá el dinero fue veinte veces más. Y los 32 millones y medio de los libros a un Ministerio de Venezuela que acá costaron 500.000 dólares. Pero tenemos mil casos más que agregar, Casinos del Estado, Hospital Maciel, Pluna, Orión de Antel, Casino Carrasco, etc., etc.

Mujica va a intentar frenar eso, pero está transando adentro. El transa para después ganarles, pero ya ha transado tanto que no puede ganarles. Nada sustituye al republicanismo. Mujica cree que lo hará a muñeca y se precisan instituciones.

¿Que análisis realiza de las elecciones de mayo en el país. Es viable un tercer nivel de gobierno (municipios)?

Nosotros los Batllistas fuimos los que impulsamos el segundo nivel de descentralización que fueron las Intendencias Municipales. Tenemos que encabezar el tercer nivel de descentralización que son las alcaldías. Allí se precisan más. ¿Por qué en Montevideo había 18 Centros Comunales y solo 8 Alcaldías. Tiene que haber 18. Y tienen que haber más en todo el país. Y las 18 circunscripciones de Montevideo tienen que elegir también a sus diputados, para que los diputados de Montevideo los elija la gente y no las cúpulas que hacen las listas y la mitad de los diputados de la capital van del tercer lugar para debajo de sus listas. Es decir, en rigor no los eligió nadie. Y las alcaldías tienen que tener descentralización financiera. El nivel de la democracia local es el más prestigioso entre los ciudadanos a nivel de otros países y es el que mejor ejecuta y controla el gasto. Ahora hay pocas Alcaldías y sin recursos. Los republicanos tenemos que bregar por fortalecer las alcaldías y luego por ganarlas. Como tenemos que bregar por cambiar el sistema judicial, el sistema electoral, la ley de partidos, las instituciones todas modernizarlas.

¿Qué opinión le merece la participación de la oposición en entes autónomos y servicios descentralizados?.

Es lo normal. Durante 80 años en el país la oposición participaba en el control de las empresas del Estado. Con mayor participación cuantitativa que ahora. Ahora parece que lo inventaron recién. Fue una locura de Vázquez, particularmente de Astori, negarle a la oposición participación en las entidades estatales para poder controlar. Fue una regresión en términos de república. Ahora estamos de lo más contentos porque hay lo que siempre hubo y lo que es natural. Esto no implica ningún tipo de acuerdo con el gobierno. No lo implicó nunca. Cuando Wilson hacía aquellas interpelaciones temibles, los blancos estaban en todas las empresas públicas controlando. No tienen nada que ver contralor con coparticipación. Una palabra, coparticipación, que particularmente repugnaba a Batlle y Ordóñez y a la que llamaba “contubernio”.

Nunca acepté nada de lo que me ofreció el tercer Batllismo, justamente por su condición no republicana.

Es grave esta satisfacción de la oposición con los cargos que le han dado. Porque se necesita un contralor muy fuerte. A ver. Asistiremos en América Latina al enfrentamiento entre populismo y republicanismo. Ese es el verdadero dilema. Hay populismos “duros” como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Argentina. Hay populismos “blandos” como Brasil y Uruguay. Los populismos duros violan la constitución y la ley permanentemente, los poderes Ejecutivos se hacen delegar poderes legislativos, limitan la libertad de prensa o la anulan, inciden sobre el poder Judicial de modo flagrante. No hay ciudadanía válida si uno no está a favor del régimen. Y, claro, la Venezuela de Chávez se convierte en el país más corrupto de América Latina según Transparencia Internacional. Pero el populismo blando no es menos corrupto, aunque de modo más disimulado. Brasil nos lo demuestra de modo horripilante. El populismo blando utiliza modos más sutiles para enmascarar que controla la libertad de prensa, a la justicia, a los fiscales, la acción ilegal de los servicios de inteligencia. En Uruguay, por ejemplo, a la prensa no hay que hacerle una ley que la amordace o confiscarle la propiedad de los medios, como en el populismo duro. Acá, a los medios los alquilan y barato. El republicanismo naciente no puede olvidar la complicidad de los medios audiovisuales en la construcción del antirrepublicanismo populista. Para que no hubieran más canales abiertos o por la cuenta publicitaria o por los préstamos, están todos de rodillas con el FA. En perjuicio de la información ciudadana, al punto que hoy existe un discurso de los medios y otro de la realidad, que no se cuenta.

Los dos populismos generan sus empresarios amigos y beneficiados. Acá todos los identificamos. A los que aparecen y a los que no aparecen.

¿En qué temas debería trabajar el partido colorado para ser opción de gobierno en el próximo período electoral?
El Partido tiene que hacer cursos de formación política. Tiene que realizar congresos ideológicos durante los 5 años, como dice la Carta Orgánica a nuestra propuesta, y tiene que realizar el Congreso Programático durante la campaña electoral como también dice la Carta Orgánica a nuestra propuesta. La actual Convención empezó por violar la Carta Orgánica en este aspecto. Luego tiene que hacer las elecciones de afiliados prevista para el 2012 en la Carta Orgánica también a nuestra iniciativa. Un partido es primero un partido de militantes, de elaboración colectiva del programa con esos militantes, y luego someter esa propuesta al soberano. Pero el verdadero soberano de los partidos son los afiliados. Así funcionaba cuando hizo al país. La idea del tercer Batllismo de un partido político desmovilizado, sin afiliados para poder ser gobernado por las cúpulas, determina partidos políticos sin musculatura, sin centros de opinión, sin formación cívica, sin formación de ideas y de propuestas, un partido vaciado, débil y luego derrotado.

¿Va a volver al ruedo político?

Si, claro, voy a colaborar con todo mi esfuerzo en volver a hacer del Partido Colorado el portavoz republicano que precisa el país. Con esa idea hay que hacer, nada más y nada menos, el cuarto Batllismo. Se empieza por reconstruir el Batllismo Unido.

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