Cecilia Salhom

OPINAR obviamente responde a una visión de la realidad que está íntimamente vinculada a las raíces del batllismo y del Partido Colorado.

A quienes editamos OPINAR nos interesa la ideología republicana y democrática por sobre todo otro concepto, en tanto la libertad es piedra angular de este sistema que en Uruguay como en cualquier otra parte del mundo, es pilar fundamental para la sociedad del bienestar.

Dicho esto a continuación daremos el punto de vista personal y profesional de quien en las últimas horas se levantó como una pesada carga para los intereses del Dr. Gonzalo Fernández: su pareja, colega y socia de estudio jurídico, la abogada Cecilia Salhon.

No existe mejor defensa que la protagonizada por la verdad que el directamente implicado pueda dar sobre los hechos con sus propias palabras. Si de ellas, en vez de aclarar, oscurece, será por falta de virtud, por inexactitud o por ausencia de la verdad.

La carga de la prueba está, en consecuencia, del lado de dos experientes abogados penalistas: ambos docentes universitarios, uno defensor implacable y otra ex fiscal.

A continuación editamos textual sus dichos al diario La República el lunes 16 de agosto.

* * *

La primera pregunta giró en torno a si efectivamente el estudio jurídico del Dr. Gonzalo Fernández defendía al Cr. Ratti, uno de los implicados en el caso Peirano.

Su respuesta fue negativa y la explicó: "El estudio del Dr. Gonzalo Fernández no defiende al Cr. Ratti. Al contador Ratti lo defiendo yo. En ese estudio existen clientes compartidos y clientes personales de cada uno de los integrantes de nuestro estudio jurídico. Hay muchos estudios en Montevideo, yo diría la mayoría, donde existe separación de intereses, así como hay otros en que todos los casos son compartidos. No es nuestro caso y no vamos a modificar esa política, que viene de muchísimos años atrás, porque a personas ajenas al estudio se les ocurra".

Pasando al tema de fondo de si efectivamente ella había pedido la clausura del caso de su cliente inmediatamente después de que fuera derogado el artículo 76, aprovechándose de esa derogación, que no promovió su pareja ¬ésta entendía que no afectaba la causa en estos momentos¬, la ex fiscal aclaró: "Es una verdad a medias, que implica una mentira, ya que descontextualiza y distorsiona mis intenciones y también la secuencia y cronología de los hechos y fue realizada con intención de alejarse de la verdad material.”



“No promoví clausuras judiciales”



“Yo no promoví ninguna clausura del expediente, ni de los Peirano, ni siquiera de mi cliente. No salí en cuanto se derogó la norma a pedir ninguna clausura, precisamente porque estaba en desacuerdo con que el caso se clausurara. Para mí, la clausura no iba a salir porque mi cliente era acusado de un delito mayor, cual es el de insolvencia societaria fraudulenta, y los intentos del resto de los procesados, los hermanos Peirano, y los señores Guadalupe y San Cristóbal, lo único que lograrían sería alargar el proceso, porque nadie podía suponer que el Tribunal de Apelaciones se equivocara y procediera a la clausura de autos. Mi cliente es una persona que ronda los 90 años y busca probar su inocencia. El alargue de este proceso no lo favorece en esta carrera contra el tiempo. Quiere vivir para ver una sentencia absolutoria o por lo menos de primera instancia porque aún no hay ni fallo de primera instancia. La estrategia de los hermanos Peirano, la de Guadalupe y San Cristóbal, era contradictoria con la mía. Mi estrategia no era pedir la clausura sino pedir la gracia, la clemencia soberana. Mi cliente es un primario absoluto con una edad muy avanzada, que reúne los requisitos de la gracia. Mi posición era no pedir clausura alguna. Y tanto es así que la jueza Gatti al dar vista a todos los defensores del caso, incluido a mí, yo decido no evacuar la vista, no presentarme, dejar vencer los plazos, no para perjudicar a mi cliente, a quien debo defender por mi juramento ético, sino para beneficiarlo no alargando el proceso. Los periodistas de 'Brecha', si se hubieran tomado la molestia de mirar bien el expediente y no leerlo con prejuicios y ánimo preconcebido de perjudicarme, se habrían dado cuenta de que fui la única de todos los abogados defensores que no evacué la vista y por lo tanto no apelé en ese momento, como lo hicieron los defensores de los Peirano, Guadalupe y San Cristóbal. Es cierto, sí, que mi cliente, ilusionado porque los demás procesados se presentaban, me pidió que yo también lo hiciera. Finalmente lo hice pero fuera de plazo, en una simple carilla de adhesión y la jueza me tuvo por no presentada y yo siguiendo mi estrategia procesal no recurrí, fui la única que no recurrí. Estos son los hechos reales. No me aproveché en ningún momento de la derogación del artículo 76, que para mí lo único que va a conseguir es alargar el proceso. Y eso ocurrirá si la Suprema Corte casa, revocando la decisión del Tribunal de Apelaciones. La acusación de que soy objeto es falsa. Miraron deliberadamente del expediente un árbol, olvidando el bosque, descontextualizaron la información y mi intencionalidad, y me presentaron como que sostenía una posición contraria a la que yo efectivamente tenía y no dijeron en ningún momento que me presenté fuera de plazo, que me dieron por no presentada y que fui la única que no apelé. Y tan es así que al único que no nombra el Tribunal de Apelaciones es a mi cliente y sí, nombra a los Peirano, a Guadalupe y a San Cristóbal. El Tribunal al único que no notifica su decisión de clausurar es a mi cliente, precisamente porque fuimos los únicos que no promovimos esa clausura, y eso los periodistas lo ocultaron deliberadamente". Le preguntamos a la Dra. Salom también sobre la afirmación de "Brecha" de que era falso que en el expediente se hubiera concretado un cambio de carátula, modificando el delito de fraude del artículo 76 por el de "insolvencia societaria fraudulenta", cambio que, a juicio, convierte en estéril la derogación del artículo 76 de la añeja Ley 2.230.



“Si no hay sentencia no hay cambio de carátula”



Y al respecto contesta sin dudar: "Las carátulas no se modifican sino al final, cuando hay sentencia. Un expediente puede comenzar caratulado como hurto y en el devenir del proceso se transforma la sentencia en rapiña y es ahí cuando se cambia la carátula; no tiene ninguna importancia el acto administrativo de modificación de carátula, lo que importa es la acusación fiscal. Lo que determina la carátula, aunque ésta no se cambie, es la acusación fiscal, es la sentencia, y si esta cambia el hurto en rapiña, lo que vale es la rapiña aunque en la carátula del expediente siga figurando la palabra hurto. Incluso hay casos en que la sentencia dice rapiña y el expediente sigue denominándose hurto por razones administrativas. La carátula carece de importancia, lo importante es la acusación fiscal y el fallo correspondiente. Y en este caso la carátula real es la de "insolvencia societaria fraudulenta" y no la de fraude del artículo 76, aunque en el expediente figure otra cosa."

Finalmente le inquirimos sobre las razones que tuvo en no informar al Frente Amplio que estaba defendiendo al Cr. Juan Domingo Ratti.

Ahí la Dra. Salom elevó la voz: "Fui asesora del diputado Gustavo Bernini y del Partido Socialista y por ende del Frente Amplio y para ello tuve que renunciar después de unos meses de ese asesoramiento a mi cargo de fiscal adjunta. Asesorar a un legislador o a un partido no me obliga a informarles también de mis propios asuntos legales, a quién defiendo y a quién no, aunque era público y notorio que yo defendía al Cr. Ratti y nunca había ocultado tal defensa. Pero además, ¿qué buscan con esta persecución y distorsión de los hechos? Buscan lesionar a mi pareja y me involucran a mí en sus posiciones jurídicas y políticas. Gonzalo es un brillante jurista y tiene sus ideas propias. Algunas las comparto y otras no. Hemos discrepado en cuestiones jurídicas y en estrategias de defensa. ¿Qué tiene que ver él con mi defensa del Cr. Ratti? No soy un apéndice del Dr. Gonzalo Fernández. Soy una abogada que tiene una extensa trayectoria profesional, soy docente universitaria y exijo que se me respete por mí misma y no por interpósita persona. Toda esta campaña contra el Dr. Gonzalo Fernández está plagada de misoginia y discriminaciones, faltándome a mí la consideración y el respeto como un ser humano que soy, con valores independientes de los que tenga mi pareja. Y todo este ataque se realiza por la única circunstancia de ser la pareja de Gonzalo Fernández. Es indigno e injusto", culminó diciendo la ex fiscal, visiblemente indignada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario