Nuevo proyecto contra la “extranjerizacion de la tierra”

¿Hacia dónde vamos?

Parece seguro que un nuevo Proyecto de Ley será enviado próximamente al Parlamento por el Poder Ejecutivo para “combatir” la extranjerización de la tierra.  
Uno de los argumentos utilizados para un proyecto de esta naturaleza, que suponemos será similar a otro que el año pasado recibió media sanción y luego fue encajonado, es que otros países de la región ya lo hacen o lo van a hacer, como es el caso de Brasil
Curioso que los mismos “extranjeros” que compran nuestras tierras provienen principalmente de países vecinos con los que nos unen el MERCOSUR y demás yerbas.  
Son nuestros “hermanos” y socios, pero que no vengan a comprar la tierra porque… allí son extranjeros
Pero la pregunta que cabe es, ¿hay que realmente combatir la venta de tierra a extranjeros, principalmente orientada aparentemente a limitarla en las zonas fronterizas?  
¿ES esto un problema para el país?
Económicamente hablando la inversión extranjera en tierra no solo no es un problema, es fundamental. 
El mercado de tierras sin restricciones permite al nacional que quiere vender un mejor precio por mayor demanda; el que viene y compra o arrienda, extranjero o nacional, aporta capital y tecnología y por tanto aumentará la productividad y las exportaciones. 
Pero también aumentará el empleo, porque el modelo de producción tradicional predominante en el Uruguay es el ganadero extensivo y progresivamente tanto avanzando hacia proyectos mas intensivos en capital en la ganadería como en el uso sustitutivo de la tierra por agricultura de soja o cereales el empleo mejora porque asi lo hace la inversión por hectárea y productividad.  
A diferencia de la industria donde la mayor inversión tecnológica generalmente avanza hacia la sustitución de mano de obra, en el agro uruguayo lo hace con mas y mejores empleos tecnificados.
Por otra parte, a mayor demanda sobre un factor fijo como la tierra el precio subirá, como lo viene haciendo sistemáticamente desde hace unos años, y el precio mas alto es un obstáculo natural para su acumulación improductiva (gran preocupación tradicional de la izquierda) y si en cambio es un incentivo para planes de inversión mas valiosos.
Por tanto, existen argumentos económicos sólidos para no limitar de ninguna manera la “extranjerización” de la tierra, que es más bien reducir la demanda por tierra y reducir la inversión.
Impedir la venta de tierra a extranjeros es una política que proviene de razones puramente ideológicas de una izquierda sin agggiornarse, que tiene “los folletines atrasados” utilizando una expresión de un parlamentario oficialista sobre algunas propuestas recientes del Partido Comunista.  
Para confundir aun mas sobre la dirección del Gobierno en este campo el Director del Instituto de Colonización (INC), Andrés Berterreche, declaró a El País que el Gobierno no tenía previsto prohibir la compra de tierras de extranjeros (¿para que el nuevo Proyecto de ley entonces?), pero si "instrumentar medidas para desestimular la concentración de la tierra porque es un proceso negativo de la concentración capitalista".  
Saltó el sapo ideológico.  
¿Cuándo hay “concentración capitalista de la tierra”?  A partir de cuantas hectáreas?  Las hectáreas en manos de “extranjeros” serán computadas por el doble o triple a los efectos de medir la “concentración capitalista” de la tierra?
Risible en una primera lectura, preocupante en otra más profunda. 
El Gobierno juega para la platea de izquierda con una propuesta facilonga para convencer de que no compró totalmente el modelo de economía de mercado que tradicionalmente promovieron los partidos tradicionales.
Por otro lado busca activamente mas inversores privados, y los extranjeros entre ellos
Hasta ahora los inversores se quedan con lo que parece ser la visión del Presidente y del Ministerio de Hacienda, que no iría por estos trillos.  
¿Pero que pasara en el futuro?  ¿Estas señales confusas continuaran durante toda esta Administración?
¿Terminara todo como con las sociedades anónimas, en que una ley prohibió que las al portador fueran propietarias de tierra, pero luego se generaron excepciones  para las grandes inversoras extranjeras que por lógica son sociedades anónimas abiertas y que hubieran quedado excluidas del acceso a la tierra cuando desarrollaban proyectos industriales asociados como las pasteras con millones de dólares de inversión?.  
Una parte del Frente en el Gobierno lleva adelante voluntarismos e ideologismos varios y la otra calladamente le va echando tierra a estos temas.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario