Jorge AZAR-GÓMEZ
Ex representante de Uruguay ante O.N.U.
azargomezjorge@gmail.com
El año pasado, escuchando al mandatario
norteamericano Barack Hussein Obama en la Asamblea General de las Naciones
Unidas, se refirió a algo que hizo reflexionar a quien suscribe. Traducida al
español, su sentencia fue: "Ahora, incluso cuando nos enfrentamos a estos
retos en forma de conflictos y revolución, también hay que reconocer, una vez
más, que la paz no es sólo la ausencia de guerra. La verdadera paz depende de
la creación de la oportunidad que vale la pena vivir".
Profundizando sobre la cita del presidente
Obama, y poniéndola en el contexto de la actualidad de nuestro Uruguay, quien
esto escribe se notifica de que, si bien en nuestro país no existen terremotos,
huracanes, ni tsunamis, NO VIVIMOS EN PAZ.
Si bien en la República Oriental del Uruguay
existe una corrupción “controlada”, no exhibimos una corrupción salvaje como se
da en los casos de la Argentina y la República Bolivariana de Venezuela, pero
igualmente los uruguayos NO VIVIMOS EN PAZ.
Carecemos de pandemias y epidemias mortales,
pero los uruguayos NO VIVIMOS EN PAZ.
No tenemos guerra ni terrorismo (visible),
pero los uruguayos NO VIVIMOS EN PAZ.
Si bien en el Uruguay, al menos en
apariencia, no se dan enfrentamientos entre cárteles de narcotráfico ni tienen
lugar crímenes al mejor estilo mafioso, los uruguayos NO VIVIMOS EN PAZ.
Si bien, por ahora, la prensa puede
expresarse libremente, sin censura gubernamental, los uruguayos NO VIVIMOS EN
PAZ.
Los uruguayos precisamos palpar la
oportunidad de sentir las condiciones de vida que nos permitan alcanzar esa
paz.
Necesitamos poder estar seguros en nuestras
casas.
Necesitamos contar con la seguridad de que
nuestros hijos retornen sanos luego de una salida de esparcimiento.
Necesitamos no desconfiar del que está a
nuestro lado en un local de pagos, pensando que podría ser un
"rapiñero".
Necesitamos no tener que agradecer porque nos
robaron y no nos mataron.
Necesitamos estar seguros de poder ser
atendidos como corresponde por los "servidores públicos" que se
ubican tras un mostrador.
Necesitamos no desconfiar de un censo mal
organizado por el Estado, sospechando que se nos quiera "fichar".
Necesitamos que se nos restituyan los 14
millones de dólares mal gastados en un Censo sin sentido alguno, que dio inicio
el año pasado pero que aún no se completó, y que los ineptos y corruptos a
cargo del programa sean debidamente sancionados.
Necesitamos recuperar la confianza en nuestro
sistema, para poder abrir las puertas de nuestras casas sin temor.
Necesitamos no sentir violentada nuestra
intimidad, ni perseguidos por la DGI o el BPS.
Necesitamos un servicio de salud apto, que
nos asegure una atención digna y profesional.
Necesitamos saber que nuestros hijos acuden a
escuelas y liceos, que les proporcionen los mejores programas de estudio, a criterio
de que se garanticen un futuro venturoso.
Precisamos que se “limpien” las calles y
ramblas del alcohol y de la droga, que hace prisionera a la juventud.
Necesitamos saber que no nos van a seguir
estafando con el destino del cobro de nuestros impuestos, y que con lo
recaudado se nos asegure una ciudad limpia, segura, con calles y avenidas sin
pozos, edificios de escuelas dignos para nuestros niños, con baños aptos para
el uso de un ser humano. En una palabra, necesitamos que no nuestros
funcionarios no sean corruptos.
Necesitamos, para poder vivir en paz que Ud.,
Señor Presidente, nos demuestre que es dueño del poder y no solo del gobierno y
de la administración de la Torre Ejecutiva.
Necesitamos, para poder alcanzar esa paz, de
su equilibrio emocional, y que no tengamos que adaptarnos, día a día, a los
vaivenes de su amanecer.
Es muy poco lo que le pedimos, Señor
Presidente, para poder vivir en paz y comunidad. Tan solo que Ud. encamine una
estrategia que lo lleve a imponer una política firme en materia de seguridad,
digna en materia de salud y equilibrada en la educación.
Es tan simple, Señor Presidente Mujica...
Solo deseamos vivir tan dignamente y tan seguros como lo hacen Ud., su entorno
y su equipo de gobierno.
La paciencia tiene un límite, Señor Presidente,
y el pueblo ya está alcanzando ese límite, pues nos sentimos exiliados en
nuestra propia Patria. Percibimos que somos un pueblo de INADAPTADOS en nuestra
propia sociedad, donde los "adaptados" son los asesinos, los
rapiñeros, los violentos, los corruptos, los ineptos y sus sindicatos, los
vagos que se han apropiado de nuestras calles, de nuestros centros deportivos y
de nuestras instituciones, y las han adaptado a sus usos y costumbres
delictivas.
Señor Presidente: como dije, nos sentimos
INADAPTADOS en nuestro propio suelo y eso no nos agrada. Si estas
circunstancias no se modificaren, muy pronto comenzará a saber de nosotros, los
uruguayos INADAPTADOS.
Los "adaptados", fueron los que crearon a los "inadaptados" de hoy.Los puntos de vista egoistas,y poco democraticos que excluyeron de la preparacion, del trabajo, a miles de compatriotas,durante muchos años,crearon esto que estamos viviendo. Muchos siguen creyendo que EEUU, es la "Meca" que nos salvaria de toda catastrofe. No es asi. EEUU ES ACTUALMENTE una potencia que declina. Lejos de despreciar su poderio, pienso acertado elnabanico de mercados que se ha procurado.El mundo cambio tremendamente, y no podemos atarnos al pasado, no hay tiempo que perder, o lo que es mas explicito,no nos dan tiempo . La lucha debe ser contra todo obstaculoque se oponga a la publica felicidad de todos los uruguayos, sea de la bandera que sea. Teniendo por supuesto al sol de la bandera patria por sobre todas ellas.Por ello , lo ideal seria : TODOS PARA UNO Y UNO PARA TODOS , ver lo positivo, y no rebuscar motivos , para poner el palo en la rueda, para que el URUGUAY DE TODOS NO CAMINE.
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