José Luis ITUÑO
Honestamente espero ansioso el 1ro. de enero por
dos razones: la primera es que me voy de licencia y la segunda, es que se
termina de una vez por todas el tema del Bicentenario, los panchos del
bicentenario, la carrera del bicentenario, las promociones del bicentenario, el
día del patrimonio del bicentenario, y docenas de situaciones más basadas en
los 200 años del “Grito de Ascencio”.
En esta parafernalia de festejos
“bicentenaristas”, obviamente ha estado como centro don José Artigas, que en
2011 tuvo dos acontecimientos. Por un lado el estreno de la película “La
Redota” (para mi modesto entender cinematográfico muy lenta y carente de
acción) y por otro lado el traslado de los restos del prócer al Cuartel de
Blandengues.
UN PEPE CADA CIEN AÑOS
Analizando un poco la historia y siguiendo con
la cantarola del bicentenario, el primer “Pepe” hace 200 años fue Artigas, que
en cierta forma podría decirse es una especie de “padre de la patria”, ya que a
su impulso se gestó nuestro querido Uruguay.
Exactamente cien años después, otro “Pepe” marcó
el segundo hito en nuestro país. Hablo de Don José Batlle y Ordoñez.
“Don Pepe” como se lo conoció, transformó en sus
gobiernos al Estado uruguayo, con estatizaciones que por estos años cumplen
justamente cien años (BSE, BROU, UTE, etc.) e instrumentando leyes aggiornadas
a las realidades mundiales de la época, cuando justamente nacían los derechos
obreros, los derechos de la mujer, la ley de las ocho horas de trabajo, el
derecho de huelga, entre tantas otras acciones de sus gobiernos.
Y por último el tercer “Pepe”, el presidente
Mujica, que exactamente 100 años después de Batlle y 200 años después de
Artigas, se encuentra al mando de Uruguay.
Comentada esta realidad objetiva desde el punto
de vista histórico y contemporáneo, surge otra curiosidad, a influjo del gobierno del Frente Amplio: la
constante idea de tapar con diarios toda obra batllista, sin importar que el
Uruguay que hoy disfrutamos todos, fue esculpido por batllistas, comenzando por
Don José Batlle y Ordoñez, solamente con ideas, acuerdos parlamentarios y
acciones de gobierno.
Contada la historia hoy con la parcialidad
frentista, asombrosamente parece que desde el primer Pepe hasta este último
Pepe, el Uruguay fue una especie de “mormazo” o al menos esa es la idea que se
quiere dejar en la retina de muchísimos jóvenes y adolescentes.
NO SOY UN CHORIZO
¿Alguien leyó, escuchó o vio una sola referencia
desde el gobierno, o desde las empresas que cumplen 100 años o en el entorno de
los cien años, que quien gestó esas estatizaciones y por ende único responsable
de los festejos de hoy, fue Don José
Batlle y Ordoñez?.
Dicotómicamente cuando el Uruguay cumple 200
años, resulta que Don José Gervasio Artigas es el principal responsable por
haber sido el primer “Pepe”, (algo innegable y que si cuestionara sería un
chorizo como le gusta decir al tercer “Pepe”), pero cuando el Uruguay moderno
cumple 100 años, con casi todas sus empresas públicas cumpliendo su centenario
de vida , con la mitad de las leyes modernas también con el mismo período de
promulgadas -entre otras acciones-
absolutamente nadie habla de Don José Batlle y Ordoñez, el “padre” del
Uruguay moderno.
Nobleza obliga decir, que los batllistas tampoco
hemos hecho mucho al respecto, y fundamentalmente reclamo a los compañeros que
ocupan cargos en las empresas públicas estatizadas por Don Pepe, que se
expresen en sus respectivos directorios en cuanto a la figura de nuestro “Pepe”
y que esas mismas empresas reconozcan su figura y su valor aún hoy.
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